El 15 de febrero de 1966 fue asesinado por fuerzas del Ejército Colombiano, comandadas por el pacto oligárquico conocido como frente nacional el sacerdote, sociólogo, político y revolucionario Camilo Torres Restrepo, en la vereda Patio cemento de San Vicente del Chucurí (Ahora municipio de El Carmen de Chucurí). Camilo en su condición de político revolucionario […]
El 15 de febrero de 1966 fue asesinado por fuerzas del Ejército Colombiano, comandadas por el pacto oligárquico conocido como frente nacional el sacerdote, sociólogo, político y revolucionario Camilo Torres Restrepo, en la vereda Patio cemento de San Vicente del Chucurí (Ahora municipio de El Carmen de Chucurí).
Camilo en su condición de político revolucionario y consecuente por la opción de los explotados y desposeídos en el país tomó la decisión de enrolarse al Ejército de Liberación Nacional, organización subversiva político-militar que lucha por la «construcción del socialismo y la liberación nacional». La decisión tomada por Camilo fue para su momento histórico la más acertada, ya que el frente nacional impedía la participación de partidos diferentes al Liberal y Conservador en el poder, el contexto se veía completo con la sentencia de muerte proferida en los círculos de la política tradicional y oligarca contra el sacerdote que pregonaba la unión de la clase popular contra la oligarquía, así Camilo, viendo que la vía pacífica estaba cerrada y las posibilidades de una política abierta con difusión de sus ideas cerradas (Como en el caso actual de los twitter vinculados al ELN) tomó la decisión de hacer de la lucha armada una realidad y enrolarse en uno de los ejércitos de los trabajadores colombianos.
50 años después de la muerte de Camilo Torres y en conmemoración, las distintas vertientes, todas válidas, de su vida y recuerdo se han dado cita para concretar homenajes, el ELN al que han mostrado como derrotado muchas veces, en el primer día de paro armado nacional, ha golpeado o hecho presencia en más de 10 departamentos de Colombia, mientras que quienes recuerdan y defienden el legado no violento de Camilo organizan actos por todo el país. En el sitio de su muerte organizaciones sociales y populares así como miembros de la «izquierda» parlamentaria organizaron un acto masivo de conmemoración por la partida de uno de los grandes de la política y de las vías revolucionarias colombianas.
Este homenaje levantó diferentes lecturas y sentimientos, pero fue entre los sectores de la derecha más extrema y fascista de Colombia que se reventó la ampolla y empezaron los ataques, de las palabras y pronunciamientos de reconocidos implicados con el paramilitarismo como Uribe Vélez, Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, se pasó a la convocatoria de una movilización en el sitio final de la peregrinación, en Patio Cemento, las tácticas fueron diferentes, Pancartas, árboles en el piso, una manifestación con no más de cien personas y hasta el envío del Esmad, todo para tratar de borrar la memoria del jefe transgresor, subversivo colombiano, ni con la desaparición de su cuerpo han podido.
Estas manifestaciones no son el producto de espontáneos habitantes cansados de la guerra, de ser así simplemente rechazarían las acciones armadas y no a las organizaciones convocantes, los clérigos o incluso representantes de los miembros colegiados del gobierno; estas manifestaciones son producto de una estrategia paramilitar contrainsurgente que hace por lo menos 16 años se incrustó en la región del Chucurí luego de masacres, asesinatos selectivos y otros vejámenes cometidos por los paramilitares y la fuerza pública contra la población civil.
Según informes del Programa para la paz Cinep, la región del Chucurí-Opón ha sufrido una estrategia paramilitar que involucra la población civil, ya como combatientes, ya como combatidos[1]. Otras oenegés defensoras de los derechos humanos han mostrado y denunciado la escalada paramilitar y de la fuerza pública cometida contra los habitantes de la región[2].
Parecen desconocer todos estos datos los medios de comunicación o los habitantes de la región o simplemente es una más de las formas de ignominia contra Camilo y otro eslabón de la guerra sucia y de cuarta y quinta generación desatada por el Estado, dentro de los hechos cometidos en la región por las fuerzas de la derecha son de resaltar los cometidos a partir del 2010, ya sin la excusa de combatir a la insurgencia sino directamente contra líderes campesinos y defensores del ambiente[3]. ¿Es casualidad gran cantidad de Palma Aceitera en la Región?
Camilo es y seguirá siendo ejemplo para quienes creemos en la necesidad de una revolución en la sociedad que derrumbe y reconstruya todas sus estructuras económicas, sociales y estatales de segregación e injusticia, camilo vive en las calles, las montañas las aguas y cielos de los colombianos y del mundo, Camilo es antorcha libertaria que enciende el fuego de la vida.
«En aquellos momentos en los que la desesperación del pueblo ha llegado al extremo, la clase dirigente siempre ha encontrado una forma de engañar al pueblo, distraerlo, apaciguarlo con nuevas fórmulas que siempre paran en lo mismo: el sufrimiento para el pueblo y el bienestar para la casta privilegiada.» Camilo Torres Restrepo
Notas
[1] El modelo chucureño de paramilitarismo. http://www.
[2] El proyecto paramilitar en la región del Chucurí. http://www.
[3] La información puede ser consultada llenando parte del formulario: https://www.
Publicado originalmente en: https://aquimba.wordpress.
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