Este primero de noviembre se cumplen treinta y cuatro años, en que las mil quinientas familias proveniente de tres tomas de terrenos del sector sur oriente de Santiago: Ranquil, Magaly Honorato y Elmo Catalan, se trasladan a los terrenos adquiridos por el Ministerio de la Vivienda de la época, denominado fundo los Castaños, ubicados en […]
Este primero de noviembre se cumplen treinta y cuatro años, en que las mil quinientas familias proveniente de tres tomas de terrenos del sector sur oriente de Santiago: Ranquil, Magaly Honorato y Elmo Catalan, se trasladan a los terrenos adquiridos por el Ministerio de la Vivienda de la época, denominado fundo los Castaños, ubicados en el sector de las calles Departamental y Tobalaba, comuna de la Florida. La experiencia estaba conducida por el MIR y fue Alejandro Villalobos su máximo líder. Después del fatídico golpe de estado del año 73, el proyecto fue desarticulado por los militares y el campamento cambio de nombre, pasando ha llamarse población Nuevo Amanecer.
El proyecto Nueva Habana, fue posible porque surgió desde los sectores mas marginales de la ciudad, desde aquellos grupos familiares que nada tenían, por lo tanto la contaminación con el modelo de sociedad que existía en esa época, era mínimo y el gran valor de los dirigentes que le dieron conducción a la experiencia, fue el hecho de mirar y ver más allá de la simple necesidad de una vivienda y el proyecto se fue diseñando sobre la base del conjunto de carencias por las cuales atravesaban las familias populares que compusieron el asentamiento y en ese sentido se fue constituyendo en una experiencia inédita, porque salió de los márgenes clásicos del tipo de tomas de terrenos que estamos acostumbrados ha observar. En esta ocasión la organización se fue construyendo al interior de cada una de las veinticuatro manzanas, que componían la experiencia, con la participación directa de los pobladores y en la búsqueda constante de encontrar respuesta y solución de fondo a las necesidades reales de los afectados, no existió la común venta de pomadas con la intención de obtener simpatizantes que entregaran el voto en las elecciones siguientes. En esta ocasión se experimentó la creación de un modelo de sociedad alternativo a lo tradicional, por ello puedo decir que la experiencia del proyecto Nueva Habana fue de excelencia revolucionaria.
Para este primero de noviembre, los jóvenes del sector y que de paso hace un par de años crearon una biblioteca para apoyar el proceso de educación de los niños y adolescentes del lugar. La biblioteca lleva por nombre Alejandro Villalobos, como homenaje al líder asesinado por los agentes de la dictadura, estos jóvenes están organizando este 34 aniversario en el sector nª 1 de la población y algunos viejos de aquella época estaremos ahí para apoyar ha esta nueva savia, que son los que han echado sus pies al camino y han continuado el andar.