El ministro de Asuntos Exteriores de Gambia, Mamadou Tangara, arribó a Cuba al frente de una delegación de alto nivel de esta nación del occidente africano que participará en la Cumbre G77 y China, que comenzó ayer en La Habana.
Esta es la segunda ocasión que Tangara viaja a la isla caribeña. La primera fue en visita oficial en julio de 2019, ocasión que sirvió para estrechar las históricas relaciones de hermandad y solidaridad mutuas.
En la Cumbre del G77 y China estarán representados más de 100 países por jefes de Estado y de Gobierno, vicepresidentes, cancilleres y otros dignatarios.
La importante cita tendrá por tema central Los retos actuales del desarrollo: Papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, y su objetivo fundamental será trazar estrategias para lograr un mundo mejor, más justo y verdaderamente democrático, en momentos en los que la humanidad afronta complejos desafíos, y la unidad se torna indispensable para vencerlos.
En conferencia de prensa el miércoles sobre el relevante cónclave de La Habana, el titular de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, expresó que la mayor de las Antillas se siente deudora con los pueblos del Sur por la solidaridad internacional que siempre ha recibido, y en particular con África.
Seguidamente destacó que este continente contribuyó a la formación de Cuba como nación, y se refirió a los lazos sanguíneos y culturales que nos unen, aseveró.
Rodríguez afirmó además que las naciones africanas tienen mucho que enseñar al mundo, y son decisivas para el desarrollo de la humanidad.
Reiteró que el decano archipiélago del Caribe se ha beneficiado de un extraordinario, persistente e invariable respaldo internacional, y “modestamente ha hecho también grandes esfuerzos por ser nuestro pueblo solidario, humanista en ayudar a otros, compartir lo que a veces se tiene”.
Desde la fundación del G77, en 1964, Cuba ha sido un activo miembro de ese bloque negociador de los países en desarrollo, el más amplio y diverso, el de mayor concertación, e integrado por 134 Estados que representan el 80 por ciento de la población mundial y dos terceras partes de la membrecía de la ONU.