El ex candidato presidencial del Pacto Juntos Podemos, Tomás Hirsch, sorpresivamente anunció que votará nulo en segunda vuelta, dejando una estela de incertidumbre en la izquierda chilena. Mi voluntad, dijo el militante del Partido Humanista, «es no apoyar a ninguno de los candidatos que se presentan a segunda vuelta, porque ninguno de ellos ha incluido […]
El ex candidato presidencial del Pacto Juntos Podemos, Tomás Hirsch, sorpresivamente anunció que votará nulo en segunda vuelta, dejando una estela de incertidumbre en la izquierda chilena.
Mi voluntad, dijo el militante del Partido Humanista, «es no apoyar a ninguno de los candidatos que se presentan a segunda vuelta, porque ninguno de ellos ha incluido en sus programas de gobierno las profundas modificaciones que me parecen necesarias para hacer retroceder las condiciones de desigualdad que afectan a nuestro país», señaló Hirsch ante una nube de periodistas nacionales y extranjeros que quedaron sorprendidos ante el anunció. «De acuerdo con lo anterior yo votaré nulo», sentenció Hirsch, quien estuvo rodeado por el presidente de su partido, Efrén Osorio, el presidente del PC (AP), Eduardo Artés, del MIR, Demetrio Hernández, y dirigentes del movimiento Patriótico Manuel Rodríguez. Explicó que es opositor al sistema neoliberal, a la Concertación y a la derecha, y dijo que son «responsables de la mantención de ese modelo. Mantengo mi posición en cuanto a no aceptar pacto o alianza de ningún tipo con esos referentes políticos». Al ser consultado si su «decisión» es la del Juntos Podemos, fue enfático en señalar que «es probable que existan una o más posiciones, y las voy a respetar», comentó. Hirsch que sacó el 5, 39 por ciento de los votos, unos 369 mil 405 votos, realizó una dura crítica al sistema electoral, expresando que «si la Concertación y la derecha no hubieran impedido que más de dos millones de jóvenes se inscribieran, por falta de la inscripción automática, no nos cabe duda y lo decimos con total responsabilidad, estaríamos hoy día pasando a segunda vuelta».
En la rueda de prensa, el líder de los humanistas chilenos dijo estar » muy contento con el resultado obtenido. Hemos contado con el apoyo de cerca de 400 mil hombres y mujeres de nuestro país y con el apoyo mayoritario de los jóvenes». En la ocasión, Tomás Hirsch realizó una dura crítica al sistema electoral, expresando que «si la Concertación y la derecha no hubieran impedido que más de dos millones de jóvenes se inscribieran, por falta de la inscripción automática, no nos cabe duda y lo decimos con total responsabilidad, estaríamos hoy día pasando a segunda vuelta». Hirsch finalizó la lectura de declaración pública que»el Juntos Podemos se proyecta como la única opción que representa las aspiraciones de los postergados y maltratados de nuestros país, que más de lo expresado en los votos, son una gran mayoría «. Bachelet obtuvo el 45,87 por ciento de los votos, por 25,48 Piñera y 23,25 Lavín. Sumando los resultados de ambos, que ya anunciaron se unirían para el balotaje, llegarían a 48,73 (2,86 más que la ex ministra de Defensa). En esa coyuntura, tal como sucedió en las elecciones de 1999 donde Ricardo Lagos derrotó a Lavín por apenas 40 mil votos, la coalición de Partidos por la Democracia requiere a toda costa del respaldo de la izquierda para mantener el gobierno. En aquella oportunidad el voto de los comunistas y otros sectores de la denominada izquierda extraparlamentaria permitió a Lagos que se convirtiera en el mejor presidente que han tenido las transnacionales y el sector privado en la historia del país, según el propio Hirsch. Sin embargo, el temor a la derecha pinochetista pone de nuevo a importantes sectores que integran el pacto en una difícil coyuntura y, aunque comprenden y comparten los argumentos de Hirsch, son partidarios de buscar un arreglo estratégico para impedirlo.