A juicio del director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), el ex secretario general de Gobierno de Patricio Aylwin hace un daño profundo a la democracia cuando plantea que es un error calificar como corrupción al financiamiento irregular de la política. «Él es un impostor», indica. Enrique Correa – Fuente: El Dinamo Indignado. […]
A juicio del director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC), el ex secretario general de Gobierno de Patricio Aylwin hace un daño profundo a la democracia cuando plantea que es un error calificar como corrupción al financiamiento irregular de la política.
«Él es un impostor», indica.
Enrique Correa – Fuente: El Dinamo
Indignado. Así describen en una entrevista que dio a revista Caras el cientista político y abogado Carlos Huneeus, director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea.
Y su indignación tiene que ver con la forma cómo el gobierno de Michelle Bachelet ha tenido que enfrentar diversas crisis en su afán de cambiar diversas áreas de Chile, como la educación y la salud, entre otras cosas.
«La Presidenta Bachelet era la promesa de que Chile podía avanzar; se enfrentaba lo que yo describo como el ‘dominio reservado’ del sector económico. Pero eso no ocurrió: el Ministerio de Hacienda se metió en la educación, la salud, en obras públicas, con una visión economista de la democracia. Entretanto pudimos constatar la magnitud de las donaciones y aportes, legales e ilegales, de los principales grupos económicos hacia fugaras de casi todos los sectores», plantea con rabia Huneeus de acuerdo a la entrevista.
En su libro del 2014, «La democracia semisoberana», el director del CERC aborda el estado del país, que a su juicio aún no se soberano. «Los «operadores de la democracia semisoberana siguen teniendo una enorme influencia y han demostrado un pragmatismo más allá de cualquier sentido democrático. Me refiero, sin ir más lejos, a Enrique Correa, que ha tenido un efecto extraordinariamente negativo en la democracia y sin embargo, sigue siendo admirado como una persona muy inteligente, ¿pero al servicio de quién ha puesto su inteligencia? Ha sido un intermediario clave entre el poder político y el económico, y no me cabe duda de que también ha sido decisivo en cuanto a promover ante Ponce Lerou estas donaciones generalizadas para neutralizar las eventuales consecuencias por la privatización irregular de SQM, además del contrato que la empresa mantiene con la Corfo sin pagar lo que corresponde», sentencia Huneeus.
Una de las principales críticas en contra del actual dueño de Imaginacción tiene que ver con que Correa legitima «a toda costa el discurso de que el poder empresarial es fundamental para el desarrollo del país, en desmedro de las instituciones elegidas por el pueblo ¡No señor! Aquí la clave de la confianza está entre el Congreso, los ciudadanos, los partidos, las instituciones democráticamente elegidas. Pero claro, él está hablando desde sus clientes…».
Luego recorre parte de la trayectoria de Correa, que no se condice a juicio de Huneeus con su forma de operar ahora. «Fue la mano derecha de Rodrigo Ambrosio (sociólogo y político chileno, presidente de la Juventud de la DC), que consideraba derechista al gobierno de Frei Montalva y que más tarde formó el MAPU y apoyó la candidatura de Salvador Allende en 1970. Cuando se quebró el MAPU Correa no se fue a ningún partido. Es un solitario. Luego, durante el primer gobierno de Aylwin, cedió en todo. Hasta dio un asomo de que se iba a conversar una ley de amnistía cuando el Presidente Aylwin estaba de viaje en Europa… Históricamente ha vendido una imagen que no corresponde a sus obres. Es muy impostor y le ha hecho un daño gigantesco a la política y a la democracia, comparable al que Karadima le hizo a la Iglesia Católica. Él es el Karadima de la política chilena. Cree que todo es comprable, transable, negociable. Y si bien existen otros como él, ha sido lejos el más ambicioso».