Estimado señor Cheyre, producto de sus dichos en el último tiempo y porque nos ha tocado directamente, nos sentimos en la obligación de aclarar algunos hechos mencionados por usted y que carecen de exactitud.Primero: En el periodo pre revolucionario desde 1970 a 1973 nuestra intención no era declarar la guerra al ejercito, porque lo considerábamos […]
Estimado señor Cheyre, producto de sus dichos en el último tiempo y
porque nos ha tocado directamente, nos sentimos en la obligación de
aclarar algunos hechos mencionados por usted y que carecen de
exactitud.
Primero: En el periodo pre revolucionario desde 1970 a 1973 nuestra
intención no era declarar la guerra al ejercito, porque lo
considerábamos una institución perteneciente a todos los chilenos,
nuestra lucha estaba dirigida a otros sectores de la sociedad,
creíamos en la constitucionalidad del Ejercito o por lo menos que
algunos de sus miembros eran honestos y respetarían el sentir y las
esperanzas siempre postergadas de nuestro pueblo, creíamos que en sus
filas habían hijos leales a su pueblo.
Nuestro accionar estaba orientado básicamente a la defensa de las
conquistas del pueblo y de avanzar en dignidad, en ningún caso se
realizaron ofensivas con carácter militar, por lo anteriormente
expresado, así que malamente podían equipararse en violencia a fuerzas
políticas armadas de ideales y sueños, contra formaciones de combate,
uso indiscriminado de la fuerza y de los medios de combate, y
dislocación nacional.
Nuestro enemigo fundamental era el imperialismo norteamericano
representado aquí por la burguesía de este país.
Pero aquí reconocemos nuestro primer error, no quisimos darnos cuenta
que el ejército y todas las fuerza armadas eran el brazo armado de esa
burguesía, por lógica los hicieron actuar cuando lo necesitaron, por
lo tanto como usamos la dialéctica, no volveremos a cometer ese error,
logramos entender el triste papel que les corresponde jugar.
Señor Cheyre, el ejercito y todas las fuerzas armadas y represivas, no
son instituciones que están sobre la sociedad vigilando las
diferencias, el ejercito obedece las ordenes del capital nacional y
transnacional, en la actualidad su institución es uno de los apéndices
del comando sur del ejercito de los Estados Unidos, donde realmente se
dan las ordenes que usted reproduce.
Segundo, cuando usted dice, en el Mercurio del 19 de septiembre de
2004, «que incluso los Miristas se han reciclado», comete otro error
de apreciación, no por el hecho de que algunos traidores fueron
cooptados por el sistema y ahora sean serviles a éste, significa que
el MIR se recicló, nuestro partido sigue existiendo porque las causas
que le dieron origen siguen presentes en nuestra sociedad, la pobreza
aumenta cada día.
En nuestra patria existen 9 millones de pobres según los parámetros de
sus propios jefes, la indigencia crece en forma galopante al igual que
la marginación y exclusión, solo basta ver su Escuela Militar para
darse cuenta que significa marginación y exclusión.
Por lo tanto el MIR existe, existirá y logrará llevar adelante el
proyecto histórico de construir el Poder Popular en nuestra patria.
Tercero, con relación al caso de derechos humanos, sabemos que su
ofensiva comunicacional está gatillada porque algunos oficiales
procesados han presentado como defensa los manuales de tortura del
ejercito de Chile, ese ejercito que declara enemigo a sus propios
compatriotas, enseña a torturar, asesinar y desaparecer a miles en el
pasado, pero también sabemos que se preparan para seguir combatiendo
al pueblo chileno cuando sean millones los que comiencen a luchar por
lo que se les ha negado.
Sobre este mismo tema usted declara en la entrevista de TVN, que no se
puede enjuiciar al ejercito por lo sucedido en un periodo de tiempo
tan corto como los 17 años de dictadura, primero que nada no son solo
los 17 años de gobierno fascista, sus consecuencias económicas,
sociales, políticas y de represión las seguimos viviendo en el
presente, pero además la historia de sufrimiento de nuestra patria no
se divide antes y después del 73, los institutos militares tienen un
triste historial, usted se olvida señor Cheyre que el año 1891 los
institutos armados desatan una guerra civil sembrando de muertos
nuestra patria, se olvida de 1907 en la escuela Santa María de
Iquique, se olvida de la «pacificación de la Araucania», se olvida de
Ranquil, se olvida de Puerto Montt, se olvida del asesinato del
general Schneider, Pratt, se olvida del boinazo de 1993 donde usted
estuvo en el comité que asesoro a Pinochet, donde propusieron cortar
el país en 24 puntos, mandó mensajes al gobierno con el ex ministro de
la dictadura Francisco Javier Cuadra, no se olvide que ese año por
cinco días ustedes aterrorizaron al país para defender a un vulgar
estafador, que actualmente está en la mira de la ley.
Todas las situaciones anteriores fueron producto de su obediencia a
esa burguesía que ya en tiempos de la Independencia expatrió y condenó
a la miseria a Bernardo O’Higgins y asesinó a José Miguel Carrera y
Manuel Rodríguez, para posteriormente apropiárselos y alejarlos del
pueblo para de esa manera borrar su imagen y ejemplo de Rebeldía y
ansias de Libertad.
No se olvide además que el día 11 de septiembre y por muchos días más
los que apresaban y caminaban sobre los cuerpos desarmados e
indefensos, que eran trasladados en camiones, como carga para ser
torturados, desaparecidos, fusilados, eran soldados, marinos,
aviadores, señor Cheyre, todavía no existía la DINA , ni la CNI
Hasta el día de hoy, ustedes siguen amparando y prestando asesoría a
los peores criminales que han existido en nuestro país, en resumen
señor general su ejercito «siempre vencedor y jamas vencido» a los
únicos que ha declarado la guerra e intentó extirpar es a los propios
hijos de nuestra patria.
Cuando usted declara que los crímenes cometidos por las Fuerzas
Armadas es producto de los actos irresponsables de unos pocos y sin
orden superior, aquí usted olvida la sabiduría que ha acumulado
nuestro pueblo y que por lo tanto no lo podrán engañar, las ordenes
fueron dadas por los comandantes en jefes, fue una política
planificada, no olvide que en 1973 un comandante en jefe declara en
forma publica (ahí están los registros), que habían llegado
para «extirpar el cáncer marxista».
No se entiende si la responsabilidad es personal que hace el Ejercito
de Chile, defendiendo y apañando a estos criminales, si como
Institución no tiene nada que ver.
Pero si seguimos la lógica de que unos pocos subalternos realizaron
los actos, sin una orden de los altos mandos, significa que no están
capacitados para la defensa de Nuestra Patria, porque reflejaría que
no hay obediencia al Mando, por la indisciplina que se deriva de esa
afirmación, donde el mando no tiene ningún valor, por lógica podemos
pensar que eso podría repetirse.
Usted sabe, señor Cheyre, como ahora nosotros también sabemos, que
después de recibir la misión los jefes a todos los niveles tienen que
dar la misión y que realizan el cálculo y distribución del tiempo en
el que se le da el mayor tiempo a los subordinados para poder estar en
condiciones de mejor cumplir la misión y que una de las tareas mas
importantes de los jefes es la supervisión, control y ayuda a los
subordinados, es decir, siempre tenían que saber que hacían sus
subordinados, así que de responsabilidades personales, es mejor no
hablar.
Ustedes tienen que ser reemplazados por una organización realmente
jerarquizada y disciplinada que defienda la patria y vea claramente
que el enemigo está fuera de nuestras fronteras, lejos allá en el
norte de nuestra patria grande y no dentro de nuestras fronteras.
De otra manera no le quedaría otra cosa que reconocer que en el
ejercito de ese tiempo y quizás el de ahora, operan los mecanismos que
se conocen como paralelismo global, donde coexisten dos triángulos de
mando uno visible y otro clandestino cuyos oficiales subalternos
tienen más mando que altos oficiales como ocurrió en Francia
Señor Cheyre, la historia es objetiva y no es nada más que la historia
de la lucha de clases, y como dijera nuestro secretario general Miguel
Enríquez Espinoza la lucha de clases es una guerra encubierta, no
lloraremos a nuestros muertos, continuaremos su lucha, jamás
mentiremos ni cometeremos excesos porque tenemos una intachable moral
revolucionaria, nadie nos puede acusar de cometer hechos horrendos
como los efectuados en este país por quienes debieran defendernos.
El MIR sigue utilizando el Marxismo-Leninismo como guía e instrumento
para interpretar la realidad material, por lo tanto aprendemos de
nuestros errores y no los volveremos a cometer y así lograremos
escribir las gloriosas paginas de la historia de la segunda liberación
de nuestra patria, del yugo del capital y de todas las instituciones
que lo respaldan y oprimen a nuestro pueblo por mas de 500 años.
Para finalizar, es necesario, aclarar que no somos partidarios de
censurar las opiniones de los militares, creemos que como miembros de
esta sociedad pueden y tienen que darla porque como dijimos e
insistimos en ello, han optado por estar en el lado contrario de la
posición adoptada por nuestro pueblo, por lo tanto es la voz de
nuestros enemigos armados dispuestos a extirparnos y tenemos que
conocerla.
Atentamente
Movimiento de Izquierda Revolucionaria
MIR