Hay nuevos elementos en el proceso de movilización de los campesinos del Catatumbo, que han protagonizado una vibrante acción colectiva como movimiento social organizado y consciente en la búsqueda de sus derechos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales. Veamos cada uno de ellos. Primero. Varias organizaciones campesinas se reúnen en Bogota para proyectar un […]
Hay nuevos elementos en el proceso de movilización de los campesinos del Catatumbo, que han protagonizado una vibrante acción colectiva como movimiento social organizado y consciente en la búsqueda de sus derechos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales. Veamos cada uno de ellos.
Primero. Varias organizaciones campesinas se reúnen en Bogota para proyectar un paro nacional agrario en solidaridad con las demandas del Catatumbo, principalmente de la Zona de Reserva Campesina. Delegados agrarios del Guaviare, Mesetas, Meta, Cauca, Nariño, Caqueta, Quindío, Putumayo, Sucre, Antioquia y Sumapaz, realizan varias reuniones y ruedas de prensa para anunciar la realización de una huelga general en apoyo a la heroica y combativa resistencia de los labriegos de Norte de Santander. El esquema incluye movilizaciones campesinas en esas regiones para exigir del gobierno del señor Santos la solución de la grave crisis que ya completa mas de un mes, con saldo de varias personas asesinadas por francotiradores de la policía.
Segundo. Después de que el gobierno suspendió caprichosamente los diálogos en Tibu y que el Santos negara la Zona de Reserva Campesina, los dirigentes agrarios han solicitado una audiencia con el Vice Presidente de la República, Doctor Angelino Garzón, para dialogar sobre la problemática que los afecta. El alto dignatario estatal ha dicho que las peticiones de los pobladores son justas y se necesita que los burócratas de Bogota se bajen de su pedestal y se unten de pueblo del Catatumbo. Santos intenta bloquear el encuentro mediante un llamado a Garzon para una reunión privada en la oficina de la Casa de Nariño.
Tercero. Los campesinos reactivan sus acciones y se producen choques con la fuerza pública en La Uno, un sitio contiguo a la municipalidad de Tibu. La policía arremete de nuevo contra los labriegos dejando heridos de gravedad entre mujeres y niños.
Cuarto. Los líderes del paro anuncian la movilización de 25 mil campesinos más, que llegaran a los sitios de concentración donde se producen los bloqueos, para denunciar el bloqueo presidencial a la Zona de Reserva Campesina, con argumentos autoritarios y politiqueros.
Quinto. La Oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos de Naciones Unidad hizo publico un informe sobre el Catatumbo donde se advierte sobre el uso arbitrario de la fuerza contra los inermes campesinos y sus familias, que han sufrido atropellos, ultrajes y asesinatos por parte del ESMAD de la policía. Dicho informe es descalificado con discursos destemplados y calumniosos por el Mindefensa Pinzón quien orquesto un linchamiento mediático de Cesar Jerez, uno de los lideres más prestantes de la huelga agraria. Al respecto se utilizan viejos archivos policiales, de hace 10 años, para enlodar la imagen e integridad de Jerez.
Sexto. Monseñor Leonardo Gomez Serna, destacado jefe de la iglesia católica señalo en una declaración que los campesinos del Catatumbo ya no tragan entero y por eso están reclamando con energía sus derechos. Expresa su apoyo a la ZRC por considerarla una herramienta adecuada de justicia y equidad social. Se perfila la iglesia de los pobres de la que está hablando el nuevo Papa Francisco.
Es evidente que esta extraordinaria movilización popular en el nororiente colombiano está marcando una ruta de lucha y acción por la paz, la democracia y la justicia social.
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