Si bien para algunos analistas las últimas revelaciones que han involucrado a la Nueva Mayoría en irregularidades han resultado una especie de salvavidas comunicacional para la oposición, que hasta unas semanas estaba en el ojo del huracán a raíz del llamado caso Penta, otros descartan la teoría del empate y enfatizan en la necesidad de […]
Si bien para algunos analistas las últimas revelaciones que han involucrado a la Nueva Mayoría en irregularidades han resultado una especie de salvavidas comunicacional para la oposición, que hasta unas semanas estaba en el ojo del huracán a raíz del llamado caso Penta, otros descartan la teoría del empate y enfatizan en la necesidad de que ambos sectores políticos se hagan cargo de sus problemas, para salir de la crisis en la que están sumergidos.
¿Ha sido arrinconada comunicacionalmente la Nueva Mayoría y el Gobierno a partir del caso Caval y los coletazos de las declaraciones que el ex operador político del conglomerado, Giorgio Martelli entregó entre este miércoles y jueves en el Ministerio Público? ¿El grupo Penta y su «maquinaria para defraudar al Estado» pasaron al olvido frente a las revelaciones que afectan al oficialismo, dejando en una aparente calma las supuestas irregularidades publicadas durante el verano pasado que afectaron-y lo siguen haciendo- a la oposición?
Para el cientista político, y académico de la Universidad de Chile, si bien no es comparable la gravedad de lo sucedido en relación con el grupo Penta, en comparación a los problemas por los que atraviesa la coalición de Gobierno, en la opinión pública está pesando más las últimas revelaciones, que le han hecho un «flaco favor» a la oposición, que hasta hace unas semanas se encontraba en la primera línea de la información y escrutinio público.
«Ahora todo lo que ha pasado con las sinvergüenzuras del grupo Penta, que tenían toda una maquinaria para evadir impuestos, que es muy distinto a lo que hicieron los políticos del PPD y de otros partidos. Pero ahora nadie habla del señor Délano y del grupo Penta, y del financiamiento que hizo a un partido político, pero sobre todo de las prácticas de evasión tributaria».
Para el diputado de la Democracia Cristiana René Saffirio, los focos de atención de ambos casos, tanto Penta como SQM, han tenido una evolución natural, en la medida que el primero en explotar fue el que tiene relación con el grupo económico, y luego la investigación derivó al de la minera no metálica, el cual se tomó la pauta noticiosa debido a la exposición pública que tienen quienes se han visto involucrados.
«Lo que ocurre es que el caso Penta explota antes que el caso Soquimich, y cuando explota la situación del caso Penta, ahí hay formalizaciones, ahí hay personas que están con medidas cautelares, que se suponía eran personas intocables. Entonces qué ocurre ahora, ahora viene el eslabón siguiente que es hacer efectiva la responsabilidad penal de parlamentarios y políticos que recibieron dineros de las empresas Penta. Pero después, durante el desarrollo de este proceso Penta, surge con mucha fuerza la información de lo que ocurría con Soquimich».
El parlamentario de la Falange señala que no se trata de que la Nueva Mayoría en este caso, esté siendo acorralada por la Alianza en una hipotética batalla comunicacional, sino que es la sociedad chilena la que está siendo asediada por los escándalos en los que ambos conglomerados se han visto involucrados.
«Lo que ocurre aquí en la práctica es que los dos conglomerados políticos, tanto la Alianza por Chile como la Nueva Mayoría, están seriamente y severamente comprometidos en procesos que significan ilícitos tributarios, por una parte, o financiamiento irregular de campañas electorales, por el otro. Entonces, no se trata de que un sector tenga arrinconado al otro, se trata de que ambos sectores, de alguna forma, tienen arrinconado al país».
La profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Lorena Antezana plantea que, si bien se verifica en los medios de comunicación una mayor influencia -en general- de parte de sectores de la derecha nacional, el elemento que explicaría en gran parte que el foco de atención actualmente se coloque sobre los escándalos de la Nueva Mayoría, tiene que ver con el hecho que ellos son Gobierno, y la prensa suele enfocar su mirada en la autoridad del momento.
«Siempre es más apetecible, noticiosamente, atacar a quien está en el Gobierno, porque si fuese al revés, cuando Sebastián Piñera era el Presidente, también controlaba mucho del financiamiento o de las líneas editoriales, o era amigo de alguien, pero igual tenían que salir a la luz. Es más apetecible cuestionar a la autoridad, porque se supone que es algo que los medios quieren hacer. Ellos mismos se ponen en un plano de garantes o de controladores de lo que se está haciendo. En ese sentido, igual la derecha en este momento puede quedar tras bambalinas, porque no son los que están a cargo de la conducción».
El director del Instituto Libertad, Antonio Horvath Gutiérrez, sostiene que no es correcto pensar que el caso que involucra al ex operador político de la Concertación, Giorgio Martelli, o el llamado caso Caval sean una especie de cortinas de humo frente a lo sucedido con la situación generada por el Grupo Penta, ya que todas estas investigaciones por igual han afectado la imagen de la política chilena.
«El creer que los casos que se están investigando en la Nueva Mayoría, Martelli, Caval son una especie de cortina que podría tapar los casos que involucraron a otro sector político, principalmente a la UDI como el caso Penta, me parece que es una manera muy simplista de revisarlo, una manera muy simplista de verlo, y no entender de que, finalmente, estos casos le están haciendo un daño al prestigio de la política en general».
Para Horvath, casos como el de Michel Jorratt, ex director del Servicio de Impuestos Internos, es paradigmático para entender que no es conducente entender el escenario político actual como una demostración de fuerzas sobre quién está más afligido por los procesos judiciales, sino que es un contexto que invita a que las fuerzas políticas generen la mayor transparencia posible, sin considerar equilibrios espurios.
«El pensar de que estos tintes tengan una investigación o una teoría del empate, o un concepto ideológico es un error, y el que lo haya entendido así, o el que haya trabajado esa lógica, ha ido terminando muy mal parado con ese ejercicio, y la mejor demostración de esto fue la propia caída del director del Servicio de Impuestos Internos, que por abstenerse de emitir a tiempo una querella contra los distintos casos de Soquimich que involucraban a gente de su propia coalición, terminó pagando bastante caro el precio».
Finalmente, el diputado Saffirio sostuvo que la situación actual no se puede circunscribir a un debate político entre las dos más grandes coaliciones, sino que es un enfrentamiento entre el Estado de Derecho y quienes lo violaron de manera flagrante, y son las responsabilidades de cada uno de ellos las que deben ser perseguidas, y llama a que los conglomerados políticos diseñen estrategias no para sacar ventajas, sino para salir a flote en medio del pantano en que se encuentran.
«Esta es una confrontación entre la Justicia y un conjunto de delincuentes que se hicieron millonarios, o que financiaron sus campañas con dineros mal habidos. Ese es el dilema. Las estrategias que definan las alianzas políticas, tienen por objeto que logren levantar un poco la nariz, a lo menos, de este fango en que están sumergidas, producto de que miembros de sus filas actuaron ilegalmente».