Creo que hoy es un día triste porque se acaba de consumar, una vez más, lo que tanto temíamos desde el principio. Desgraciadamente en esta ocasión tampoco nos hemos equivocado. Una vez mas y, son muchísimas a lo largo de la historia, UGT y CCOO han traicionado la ejemplar lucha que los mineros han realizado […]
Creo que hoy es un día triste porque se acaba de consumar, una vez más, lo que tanto temíamos desde el principio. Desgraciadamente en esta ocasión tampoco nos hemos equivocado. Una vez mas y, son muchísimas a lo largo de la historia, UGT y CCOO han traicionado la ejemplar lucha que los mineros han realizado en los últimos meses.
Todo hacía pensar que no era normal lo que estaba ocurriendo, no era entendible que tras el apoyo dado en Madrid a la marcha de los mineros, estos dos sindicatos anunciaran públicamente un cambio de estrategia en la lucha y que, prácticamente, a partir del 11 de julio, cuando más fuerza moral se tenía por el apoyo recibido para intensificar la lucha, se renuncia a ella facilitándole una salida al gobierno del PP para que siga aplicando, con más poderío, más recortes y más ajustes en este y en otros sectores industriales.
En ningún momento se celebró asamblea alguna de trabajadores, ni a la hora de iniciar y de plantear las movilizaciones ni tampoco a la hora de finalizarlas. Sin contar con esta participación, UGT y CCOO han llevado a los mineros a una huelga de dos meses y a encierros de mas de 60 días en los pozos, cuando se podían haber utilizado otros recursos, teniendo en cuenta que el conflicto podía ser un proceso largo y duro.
La lucha de la minería ha sido ejemplar, sin lugar a dudas y ni los mineros ni la sociedad podemos valorar este final no deseado como una derrota, sino como una traición de estos sindicatos que, por desgracia, repiten con bastante frecuencia.
La estela dejada por los mineros es el referente a seguir contra los recortes y contra la política criminal que está llevando este gobierno, y sus colaboradores, contra las clases más desfavorecidas.
Pero el conflicto no ha terminado, ahora viene la represión. La lucha de la minería debe de tener el necesario respaldo social a las más de 100 personas implicadas en procesos judiciales como consecuencia de las movilizaciones.
Esta crónica, «La mafia del carbón«, escrita durante la marcha de los mineros hacia Madrid, entiendo que puede resumir bastante bien la situación de la minería.
Cándido González Carnero es miembro de la CSI (Corriente Sindical de Izquierda)
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