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Claro movimiento diplomático de distensión entre Chile y Venezuela

Chávez nombra embajadora en Chile a una doctora conocida por Bachelet

Fuentes: La Nación

En un claro movimiento diplomático de distensión para consolidar su campaña por un asiento no-permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, el Gobierno venezolano reemplazó ayer al cuestionado representante en Chile, Víctor Delgado, y designó a María Lourdes Urbaneja Durant, que estudió en Chile y fue ministra de Salud en un tiempo similar […]

En un claro movimiento diplomático de distensión para consolidar su campaña por un asiento no-permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, el Gobierno venezolano reemplazó ayer al cuestionado representante en Chile, Víctor Delgado, y designó a María Lourdes Urbaneja Durant, que estudió en Chile y fue ministra de Salud en un tiempo similar al de Bachelet en esa cartera.

Sólo cinco días después de que la Cancillería expresara su insatisfacción por la medida adoptada por el Gobierno del Presidente Hugo Chávez de llamar a consultas a su embajador en Chile, Víctor Delgado, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, anunció ayer el reemplazo del diplomático por la representante en Uruguay, María Lourdes Urbaneja Durant. El coronel (R) Delgado, a su turno, fue enviado a Honduras. «La embajadora Urbaneja va a ocupar el cargo de embajadora en la República de Chile para profundizar los lazos de amistad», informó Maduro sin referirse al incidente diplomático que comenzó hace casi dos semanas.

«Tenemos una historia común, en los últimos 30 años miles de chilenos estuvieron con el pueblo venezolano trabajando y estudiando en la década del ’70 y el ’80», agregó Maduro aludiendo al exilio chileno durante la dictadura del general Augusto Pinochet y que es un elemento clave a la hora de la decisión que debe tomar la Presidenta Michelle Bachelet.

«Estamos enviando a una mujer de gran calidad humana, gran capacidad de trabajo, para que refuerce todo el trabajo de la integración sudamericana. Lleva un objetivo muy claro de avanzar en los planes de cooperación cultural, comercial, energética y política», destacó Maduro, enfatizando que la administración Chávez tiene un «respeto especial» por la Presidenta Bachelet, «a quien ratificamos nuestra simpatía».

Las declaraciones de Maduro no sólo se complementan con las que hizo el domingo el propio Chávez -que expresó su aprecio por Chile y por su «digna y valiente amiga» Michelle Bachelet-, sino que además se ubican en la línea de buenas relaciones que el Palacio de Miraflores desea tener con La Moneda ad portas de la definición del voto para el Consejo de Seguridad que pretenden Venezuela y Guatemala. La Presidenta deberá resolver en los próximos días, ya que la elección será el 16 de octubre. Fuentes del área internacional opinaron que tanto el discurso dominical de Chávez como el retiro de Delgado han sido señales hacia Chile para que la Presidenta mantenga su idea original de votar por Venezuela y no secunde a Perú ni a Colombia. Lima anunció la semana pasada que se abstendrá mientras no surja un país de consenso -tesis que desde hace varios meses ha defendido el canciller Alejandro Foxley- y Bogota ha comprometido su sufragio a Guatemala.

Bachelet mantuvo un intenso contacto con Urbaneja, ya que ambas coincidieron durante algunos meses como ministras de Salud en los años 2000 y 2001. Por ello ayer la Presidenta comentó a parlamentarios que conoce bien a la nueva embajadora -que además hizo estudios de neurología en Chile en los años 70- y que tiene una buena opinión sobre su persona.

El traslado de Delgado reflota en Santiago la opción de Caracas, que se había debilitado luego del discurso de Chávez en la ONU el 20 de septiembre y la crítica que Delgado hizo en una entrevista a la DC chilena, partido al cual acusó de golpista. Si bien Chávez había afirmado al llamarlo a informar que Delgado era un «buen hombre», eso no bastó para que el Mandatario obviara el mensaje de La Moneda: que las «medidas correspondientes» de que habló la Cancillería chilena el jueves 22 de septiembre tenían como única lectura la salida de Delgado.

Con todo, ayer el canciller venezolano halagó al ahora ex embajador, afirmando que tiene «gran experiencia, con una gran calidad humana que lo caracteriza en su nobleza y capacidad de trabajo» y le auguró «un trabajo extraordinario en Honduras».

Urbaneja es médico cirujano graduada en 1967 en la Universidad de los Andes, en Mérida, y se desempeñó como ministra de Salud y Desarrollo Social bajo la administración Chávez entre marzo de 2001 y septiembre de 2003. Si bien posee vasta experiencia en diseño y planificación de políticas públicas de salud, desde marzo de 2004 se ha dedicado a la diplomática como embajadora en el Mercosur y Uruguay. Esta proximidad con el cono sur también fue sopesada en su designación.

Sin embargo, no sólo a Chile estuvo dirigido el cambio de embajadores. En una medida que puede ser analizada como estratégica para consolidar su candidatura al Consejo de Seguridad, Venezuela designó a la ex viceministra Jeny Figueredo como representante en Guatemala. Aunque el puesto estaba vacante, Maduro dejó en claro que llenarlo es una muestra de «voluntad política» respecto del Gobierno con el cual compite por la ONU.

Figueredo fue jefa de gabinete del embajador en Estados Unidos, Bernardo Álvarez, hasta que fue expulsada en febrero por Washington en represalia por una medida similar de Venezuela contra el agregado naval de EEUU, John Correa, a quien Caracas acusó de espionaje.

«Hemos recibido mensajes por diversas vías para que avancemos integralmente con la nación guatemalteca», comentó Maduro, sin mencionar su disputa en la ONU con el país centroamericano. Hace algunas semanas el Gobierno venezolano insistió en que no compite con Guatemala, sino contra EEUU.

Ayer Maduro se limitó a expresar que Venezuela busca «avanzar con el pueblo guatemalteco (…) Tenemos toda la intención de avanzar en unas relaciones integrales» en materia energética, comercial, cultural y política.