Traducido por Caty R.
La mención del nombre del Che ante el fotógrafo René Burri desencadena una avalancha de recuerdos. En un encuentro a puerta cerrada en 1963, el fotógrafo suizo le inmortalizó en un retrato que se ha convertido en un icono en todo el mundo y se puede ver en la exposición de la galería Esther Woerdehoff de París*.
¿Cómo realizó este retrato del Che?
En 1963 yo tenía exactamente 30 años cuando llegué con Laura Bergquist a la oficina del Che en La Habana. La periodista estadounidense había conseguido lo imposible al concertar una entrevista con el gran revolucionario tres meses después la crisis de los misiles.
La redacción de Look había recibido el permiso de las autoridades estadounidenses para realizar la entrevista y la agencia Magnum tenía que encontrar urgentemente un fotógrafo, la tarde de la nochevieja, para enviarlo a Cuba. Inmediatamente salí de Zurich para Praga donde embarqué en un avión soviético procedente de Moscú para La Habana.
Usted llegó a La Habana unos días antes del cuarto aniversario de la revolución…
Era el 2 de enero de 1963. El pueblo, que apoyaba al nuevo régimen, se burlaba orgullosamente de los estadounidenses. Sobre todo después del episodio de la Bahía de Cochinos en 1961, que marcó la vergonzosa derrota de Estados Unidos.
El encuentro con el Che se desarrolló en su despacho del ministerio de Industria, un edificio situado en el corazón de La Habana. Visité otra vez el lugar a principios de este año, al margen de mi exposición. Todo seguía igual. Todavía permanece el mismo mobiliario, como si se esperase el regreso del Che. Los expedientes, los papeles esparcidos sobre el escritorio, un inmenso mapa de la gran isla del Caribe, como siempre, colgado en la pared. Todo quedó fijo. El espíritu del Che planea siempre en la estancia.
Eso despertó sus recuerdos de aquel único encuentro…
El Che vestía traje de campaña. Parecía muy agitado. Las persianas del despacho estaban cerradas. Estaba como un león en la jaula. Pensé que el revolucionario, que había recorrido toda América Latina en moto, se sentía impaciente en su oficina que dominaba la Plaza de la Revolución en La Habana.
Rápidamente observé que le no gustaba posar. En la penumbra vacié mis ocho carretes. El Che, irritable, fumaba su puro. La entrevista con la periodista duró cerca de tres horas. El encuentro entró rápidamente en la confrontación ideológica. Intentó explicar a la reportera estadounidense los beneficios de la revolución cubana.
Durante ese tiempo yo estaba realizando una serie de mis retratos más notables y también los más íntimos. Que conste que no me ofreció un puro.
Parece que su retrato hace furor en México…
Efectivamente, esta fotografía del Che actualmente se ve por todas partes en México, en los metros, las calles, los bares… Un museo mexicano la escogió para el cartel que anuncia mi exposición «René Burri, un mundo». Es una hermosa manera de rendir homenaje al Che mientras conmemoramos el aniversario de su muerte.
Por otra parte fue en México donde el Che se encontró por primera vez con Fidel Castro en 1955 y donde tomó forma el proyecto revolucionario antes de que México lo rechazara. Así pues, en diciembre de 1956, Castro desembarcó con el Che en Cuba.
En la actualidad, ¿qué permanece en México del Che de La Habana?
Queda este retrato con el famoso puro entre los labios. Una imagen que no me ha hecho un hombre rico, ni mucho menos. Los revolucionarios, los altermundistas y sobre todo los capitalistas se han apropiado de esta imagen para sus asuntos. Cada uno según sus intereses. En Cuba se pueden comprar camisetas con la efigie del Che. Y en París, la misma imagen en carteles gigantes.
La juventud del mundo se apropió de esta figura legendaria. En las calles de La Habana sólo se ven carteles del Che. Está el retrato del fotógrafo Alberto Korda que muestra al Che tocado con una boina y también el mío, el Che «hollywoodiense» con su puro… Cuarenta años después de su muerte, el revolucionario capturado y asesinado en 1967 en Bolivia, sigue haciendo que siempre se hable de él.
* Clamor, grito y amor 1963-2007, exposición de René Burri, galería Esther Woerdehoff, 36, rue Falguière, Paris, hasta el 20 de octubre.
Texto original en francés:
http://www.rue89.com/2007/09/29/rene-burri-che-guevara-etait-comme-un-lion-en-cage
Sid Ahmed Hammouche es un periodista argelino redactor del diario de Friburgo, Suiza, La Liberté.
Caty R. pertenece a los colectivos de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.