Finalizó el proceso de propaganda electoral en este país y los más de ocho millones de votantes ponen sus «armas en vigilia» para elegir este domingo a 345 alcaldes y 2 mil 144 concejales, estos resultados pueden ser claves para las tres coaliciones políticas que compiten a un año de las elecciones presidenciales.Este domingo el […]
Finalizó el proceso de propaganda electoral en este país y los más de ocho millones de votantes ponen sus «armas en vigilia» para elegir este domingo a 345 alcaldes y 2 mil 144 concejales, estos resultados pueden ser claves para las tres coaliciones políticas que compiten a un año de las elecciones presidenciales.
Este domingo el oficialismo tiene una difícil prueba, cuando los chilenos evalúen los 14 años de gobiernos de la Concertación que ha gobernado desde 1990 y definan si los postulantes de los partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Por la Democracia y Radicales-Socialdemócratas, vuelvan a ser mayorías como en el 2000, donde obtuvieron un 52,13 por ciento de los votos.
En tanto la derechista Alianza por Chile, que agrupa a Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional, quiere lograr romper la barrera del 40,09 por ciento de las municipales y utilizar los resultados para colocar a su abanderado Joaquín Lavín en el gobierno el próximo año.
Por su parte los partidos Humanista (PH), Comunista(PC), Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Izquierda Cristina (IC), Izquierda Socialista, Comunista Acción Proletaria (PC-AP), junto a otras organizaciones sociales, culturales y políticas, formaron en diciembre del año pasado, el Poder Democrático y Social, PODEMOS, que hoy se presenta con una votación cercana al 5.11 por ciento, de las únicas colectividades legales, el PC Y PH.
El Podemos, no sólo tienen la obligación de mantener su votación, sino también, superar la barrera sicológica del seis por ciento.
Otro aspecto no menor, en las elecciones de este domingo, es la alta abstención juvenil, que según especialistas será de un millón, cifra que podría interesar a cualquier partido, pero a las colectividades de gobierno no les interesa esa participación, porque podría inclinar la balanza hacia la izquierda o la derecha.
Cabe recordar, que justamente fueron los jóvenes los que en 1988 dijeron No a Pinochet, en el plebiscito e impidió que el octogenario militar se postulara como presidente en 1990 y continuara en el poder.
Otro legado dictatorial es el sistema binominal, que exige a una determinada lista duplicar en votación a su adversario para obtener senadores y diputados en un determinado distrito. Aunque en el gobierno del ex presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle (1994-2000) tuvo la mayoría en el Congreso pleno, no cambio el sistema, permitiendo con ello que partidos como el Comunista y Humanista o sectores independientes no tengan acceso tanto a las cámaras baja y alta.
Muchas cuerdas para un mismo trompo
En las elecciones del domingo participan 7 mil 438 candidatos que se disputan las 345 alcaldías y las 2.144 concejalías, en las primeras elecciones separadas de ediles y concejales.
Todos han declarado que las municipales serán una verdadera primaria para la Concertación y para la derechista Alianza por Chile para decidir que partido presentará el candidato a la presidencia y que pueda disputar el sillón presidencial.
No obstante, los proyectos de los dos grandes bloques, son similares y cualquier candidato que salga electo, profundizará el proyecto neoliberal.
Problemas en la Concertación y la derecha
Conscientes de la difícil prueba que tienen por delante, con importantes falencias en el plano social, con constantes paros y protestas de trabajadores, estudiantes y pobladores, el oficialismo ha lanzado a sus mejores cartas a la lucha en busca de una victoria que reafirme sus opciones de atrincherarse en La Moneda por otros seis años.
Michelle Bachelet, militante socialista y Soledad Alvear, demócrata cristiana, fueron forzadas a dejar anticipadamente sus cargos para apoyar a los candidatos oficialistas en todo el país.
Para que Alvear sea la candidata de La Moneda, su partido el Demócrata Cristiano (DC), debe superar el 21,6 por ciento para imponer a su candidata o deberá ver como Bachelet entra a competir con Lavín.
La coalición de gobierno sabe muy bien que esta a la baja. En la municipal de 1996 obtuvo el 56,13 por ciento de los votos y en el 2000 llegó a marcar el 52.12 por ciento de las preferencias.
Por su parte la derecha continúa con su campaña destinada a ganar al oficialismo en la contienda del próximo domingo y superar la valla o por lo menos mantener el 40,08 por ciento porque podría ver muy disminuida su aterrizaje a La Moneda el 2005.
Una nueva fuerza política antineoliberal
Sectores gubernamentales han demostrado su preocupación por el nacimiento del PODEMOS, pero sus desvelos son por la votación que el referente de izquierda pueda obtener este domingo.
Los analistas de La Moneda, están haciendo todos los estudios y esperan que el respetable sólo entregue al PODEMOS un 3,5 por ciento de los votos, con ese resultado estarían tranquilos para chantajear a la izquierda, de votar por el mal menor en el 2005. «Es decir, por nosotros y contra la derecha», como así lo hizo en las elecciones presidenciales pasadas, donde parte de la izquierda voto por Ricardo Lagos.
Pero todo indica que ese escenario no será así, encuestas tanto de la derecha, como de partidos de gobierno han indicado que la izquierda no sólo mantendrá el 5.11 por ciento de la votación, sino además, podría pasar la barrera sicológica del 6 por ciento.
Esto produciría un terremoto en La Moneda y en los partidos oficialistas, porque se podría sumar el avance de la derecha en las elecciones y una disminución del voto de la Concertación y dejar a esta última con la necesidad de negociar con la izquierda un nuevo periodo en La Moneda.
Aunque los altos dirigentes del PODEMOS, se han mantenido cautelosos en entregar cifras y proyecciones, pero si han confirmado que se están jugando el todo por el todo para «ganar conciencias y desarrollar organización desde la base», proyecto que definieron en la convención programática de la organización realizada este año.
La visión distinta de hacer política, es decir que el voto por el voto no es nada, sino ganar conciencias, se ha visto reflejado en las distintas movilizaciones de los trabajadores chilenos, que contando con dirigentes que militan en los partidos oficialistas, se han dado cuenta que el modelo administrado y profundizado la Concertación, ha traído más problemas que soluciones a los millones de chilenos.
El proyecto del PODEMOS, ha llegado más allá de los sectores de izquierda de este país y se están viendo que otras agrupaciones, ONGs y organizaciones sociales neoliberales están por sumarse al Podemos, y han llegado a plantear, en algunos casos, que se debe crear un gran movimiento contra el sistema neoliberal y unir a todos los aquellos que desde sus distintos puntos de vista quieren cambian el estado actual de vida política, económica y social chilena.
Aunque todos los medios de comunicación sistémicos de este país hablan de «un enfrentamiento a dos bandas» por elecciones municipales de este domingo, esta claro que existe una tercera fuerza política, que podría aguarle la fiesta a más de algún partido o candidato que quiera ponerse la banda presidencial en marzo del 2006.