Deflación, Recesión, Depresión Lo que inicialmente parecía una recesión acompañada de inflación -la `estanflación’- (algo ya bastante malo), pasó a convertirse en la peor pesadilla; La deflación. Ahora la economía global se encuentra en un estado de Deflación producto de la Recesión. La deflación es la caída generalizada del nivel de precios de la […]
Deflación, Recesión, Depresión
Lo que inicialmente parecía una recesión acompañada de inflación -la `estanflación’- (algo ya bastante malo), pasó a convertirse en la peor pesadilla; La deflación. Ahora la economía global se encuentra en un estado de Deflación producto de la Recesión.
La deflación es la caída generalizada del nivel de precios de la economía. Los precios disminuyen por falta de demanda, o si se prefiere por sobreoferta de bienes y servicios. Es una perturbación de precios, al revés de la inflación.
Esta es una situación muy poco frecuente, que se debe a la falta de demanda. Se trata de una situación mucho peor por sus consecuencias económicas que la inflación, ya que aunque inicialmente es el producto de la recesión, origina un circulo vicioso.
Circulo Vicioso
La recesión se profundiza porque los consumidores entienden que conviene postergar las decisiones de compra, eso agudiza la falta de demanda. Los stocks se acumulan, y como consecuencia la inversión disminuye.
La falta de demanda y la disminución de la inversión, se traduce en aumento del desempleo. En esta situación queda muy claro que la teoría que siempre defienden los empresarios sobre la relación salarios – empleo no funciona. Ellos afirman que para disminuir el desempleo tienen que bajar los salarios. Sin embargo, en realidad la ocupación depende más de los niveles de inversión y demanda agregada que de los salarios, de hecho al caer los ingresos de los trabajadores la recesión se profundiza.
El incremento del desempleo, a su vez provoca una brusca disminución del poder de compra de los desempleados y sus grupos familiares, el temor de los empleados asalariados e incluso por cuenta propia a perder sus fuentes laborales provoca la postergación de adquisición de bienes duraderos que exigen endeudamiento en el largo plazo.
El aumento del desempleo tiene otra consecuencia nefasta sobre el mercado interno; presión a la disminución de los salarios. Esto a la vez también reduce la demanda.
Por el lado de los comerciantes, estos se ven forzadas a vender a mal precio sus productos, para tratar de cubrir al menos los costos fijos y pagar compromisos. Por lo que los precios siguen disminuyendo.
El círculo vicioso se cierra, la deflación que originalmente es efecto de la recesión se convierte en un motor de su continuidad, disminuye la velocidad de la circulación de moneda y el crédito.
El peligro es que al final, la economía colapse, dado que las empresas no encuentran salida a sus productos y acumulan pérdidas.
La deflación es una situación de difícil salida, el mentís a la supuesta autorregulación de los mercados capitalistas, y exige una intervención estatal decidida, para inyectar dinero y empleo al sistema, lo cual no es fácil en una situación de déficit fiscal, otra consecuencia de la recesión para el estado que recauda menos.
La respuesta tardía de los neo-liberales chilenos
En Chile, mientras las autoridades del gobierno Bachelet-Velasco, y del banco Central, se esforzaban por contener la inflación y salvar a los bancos, con tasas de interés de referencia muy altas, y generosas transferencias de 5 mil millones de dólares a los bancos, los problemas de las crisis económica en el globo estaban profundizándose y mutando, e impactando dentro del país, menos protegido frente al embate de la recesión global de lo que el ministro Velasco había asegurado.
Pasamos de una crisis financiera inmobiliaria, a una implosión global del sistema bancario y de las bolsas, a una trampa de falta de liquidez y a una recesión y deflación global.
La definitiva señal de alerta fue el Índice de Precios al Consumidor (IPC) negativo de -1.2% en diciembre 2008, que acompañado de otras potentes señales como la disminución de las compras minoristas, la paralización de las construcciones nuevas, la acumulación de stocks, la caída de los precios de las principales exportaciones, muestran un país en recesión.
Chile está en recesión
Los indicadores económicos del Instituto Nacional de Estadisticas (INE) a 12 meses, correspondientes a noviembre de 2008, indican que:
· La producción manufacturera tiene una tasa de crecimiento negativo de -5.7%
· El índice de producción minera uno de -5.7%
· La distribución de gas, energía eléctrica y agua potable un índice de crecimiento de 0%
· Exportaciones -19,2%
· Importaciones -14,0%
La definición de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas (National Bureau of Economic Research) de Estados Unidos habla de recesión cuando en una economía hay dos trimestres consecutivos de tasas de crecimiento negativo. Muchos economistas no aceptan esta definición por sus limitaciones, la principal es que esta definición es `ex post’, es decir se puede decir que algo ocurrió solamente después de haber sucedido, al menos por medio año. Además no toma en consideración el desempeño de otras variables como el empleo y el consumo.
En realidad, sin necesidad de esperar dos semestres, se puede definir la recesión por un conjunto de otros síntomas:
· Incremento del desempleo
· Incapacidad de generar empleos nuevos
· Disminución del consumo
· Aumento de la morosidad de los créditos
· Disminución del Producto Interior Bruto PIB
· Aumento de los inventarios de las empresas y comerciantes.
Por ello que se puede afirmar que Chile se encuentra en recesión.
El paquete contra cíclico, con que las autoridades han salido al paso, para evitar el agravamiento de esta situación, llegó tarde y es insuficiente. Ahora se habla de que el costo de las medidas del gobierno es de 4 mil millones de dólares, pero de ellos la mitad irá a capitalizar Codelco, si se piensa que a los bancos les transfirieron 5 mil millones de dólares, se ve que no es mucho para toda la economía del país.
Recesión, Depresión, Corrección económica
Especialistas en manipular el lenguaje, las autoridades, llaman a las recesiones cortas, `correcciones económicas’.
Después la gran depresión de los años 30, la palabra `depresión’ se convirtió en maldita por la asociación con la peor crisis del capitalismo – hasta ahora – que trae a la memoria. Sin embargo por entonces los términos `depresión’ y `recesión’ eran usados como sinónimos intercambiables. Ahora se define depresión como una recesión de larga duración. En realidad es difícil establecer diferencias de definición entre los tres términos.
La salida de una situación de deflación de larga y complicada. Lo que demuestra la evolución de la crisis económica global es que el mercado capitalista, no es un mecanismo eficiente de distribución de recursos, más bien está provocando una destrucción mayor de fuerzas productivas.