Una dura crítica lanzaron los historiadores en el marco de la conmemoración del Bicentenario del Congreso Nacional. El sistema binominal y la falta de una Constitución consensuada con la ciudadanía, serían algunos de los aspectos que restarían legitimidad a la conducción política del Estado de Chile. Este lunes al mediodía se reunieron en el Salón […]
Una dura crítica lanzaron los historiadores en el marco de la conmemoración del Bicentenario del Congreso Nacional. El sistema binominal y la falta de una Constitución consensuada con la ciudadanía, serían algunos de los aspectos que restarían legitimidad a la conducción política del Estado de Chile.
La actividad oficial, presidida por el Presidente Sebastián Piñera y a la que asistieron unas 600 personas, tuvo como protagonistas a diputados, senadores, e importantes figuras internacionales como los ex presidentes Luis Ignacio Lula Da Silva de Brasil y Oscar Arias de Costa Rica.
La efeméride, que congregó a las fuerzas político partidistas, recuerda la sesión en que los 36 diputados electos en 1811 se constituyeron como cuerpo legislativo, momento desde el que tuvieron como misión delinear los primeros bosquejos de la carta constitucional y la forma de gobierno que regiría a Chile.
El historiador Gabriel Salazar cuestionó la representatividad y legitimidad de un Congreso que desde sus comienzos tuvo limitada capacidad de acción y cuyos principales productos, las Constituciones de 1833, 1925 y 1980, estuvieron marcados por la intervención militar.
«Si tomamos en cuenta que venimos saliendo de 17 años de dictadura y continuamos con una Constitución Política de los 80 donde la ciudadanía no participó, al hacer un balance de estos 200 años uno se da cuenta que el Estado republicano, democrático y representativo en este país no lo ha sido nunca», dijo Salazar.
Por su parte, el historiador Sergio Grez planteó una mirada crítica de la actual situación del Congreso y la crisis de representatividad de los políticos en Chile.
«El gran tema político que está pendiente hace varias décadas es el dotar al país de una institucionalidad política que sea el reflejo de una soberanía popular y que tenga legitimidad ante el pueblo de Chile», sostuvo el historiador.
Tanto para Grez como para Salazar no hay nada que celebrar. Este importante hito en la formación del Estado nacional chileno carece de legitimidad, contextualizado por un alto nivel de desconfianza en la clase política y una serie de movimientos sociales que alertan respecto a la emergencia de modificar la actual legislación.
«Es muy difícil que los movimientos sociales actuales entren en las reglas del Congreso. Lo que hay que hacer es llamar a una Asamblea Constituyente que genere una nueva institucionalidad política. Solo allí podrían estar representados de manera efectiva todos los sectores sociales que constituyen la ciudadanía. En el marco actual, con un sistema binominal y con todas las demás reglas es una tarea prácticamente imposible», afirmó Grez.
Es en este contexto en que Salazar analiza las posibilidades de que el movimiento social actualmente disperso tome forma y se organice para ejercer el poder legislativo: «Estamos en un momento crucial en donde la ciudadanía o recupera su soberanía y ejerce el poder constituyente y le da legitimidad a un Estado que nunca ha sido legítimo, o bien se deja que la clase política tenga el poder para que legisle», manifestó el Premio Nacional de Historia 2006.
La jornada de conmemoración no estuvo exenta de protestas. Estudiantes levantaron pancartas en Valparaíso y todos los actores involucrados en la educación están atentos ante el anuncio de reformas por parte del ejecutivo que se realizarán hoy en la noche.
En los próximos días se iniciará un nuevo proceso de discusión en el Parlamento para legislar sobre la trascendental materia educativa.