Recomiendo:
1

Chile, ¿país democrático?

Fuentes: El Boletin Miguel Enriquez

Chile, país democrático y soberano en donde cada ciudadano tiene derecho a expresar lo que piensa, a elegir a sus gobernantes; un país liderado por un Estado que respeta a los pueblos originarios, que cerró un proceso de transición a la democracia con la firma de una «nueva» Constitución. Este bello territorio desarrolla un crecimiento […]

Chile, país democrático y soberano en donde cada ciudadano tiene derecho a expresar lo que piensa, a elegir a sus gobernantes; un país liderado por un Estado que respeta a los pueblos originarios, que cerró un proceso de transición a la democracia con la firma de una «nueva» Constitución. Este bello territorio desarrolla un crecimiento económico muy acelerado, mayor que el de los demás países latinoamericanos, abre sus puertas al comercio exterior, sella excelentes tratados de libre comercio con la gran potencia de los Estados Unidos, los cuales favorecerán a todo el pueblo chileno……..¿Aló?, ¿es esto lo que escuchamos en los medios de comunicación?, ¿nos perdimos de algo?, ¿estamos atrasados de los últimos acontecimientos?.

Resulta que haciendo un viaje virtual por nuestro país llegamos a la conclusión de que o bien esa descripción corresponde a otro país o sencillamente es la mentira más grande que hayamos escuchado. Comencemos este paseo por el Chile de verdad y sepamos en qué país vivimos realmente.

Nuestro país es el más grande exportador de cobre en el mundo, sin embargo, la mayor parte es aprovechada por transnacionales extranjeras que no pagan ni un más mínimo impuesto por usufructuar de nuestro preciado mineral. Hace un tiempo un parlamentario intentó aplicar un «royalty» del 3% para que no se notara tanto el robo, ¡un 3%!, cuando a nivel internacional este impuesto es del orden del 17%. Al final cómo terminó este engaño, el parlamentario está en la cárcel acusado de pedofilia, muy arrepentido de meterse con los asuntos de Washington, y las empresas siguen sacando el cobre prácticamente gratis. Además un 10% de las reducidas ganancias se lo llevan las Fuerzas Armadas para comprar armamentos de última generación con objeto de hacerle la guerra a quién sabe qué país, o más bien dicho inventar una guerra.

Pueblos originarios como los Aymara o los Mapuche sufren día a día la peor de las represiones por parte del Estado chileno. Existen presos políticos mapuche, lo cual es condenado incluso por organismos internacionales de protección a indígenas. Fuimos testigos de todos los obstáculos que le pusieron a Aucán Huilcamán para inscribir su candidatura para presidente, también de la detención de los jóvenes universitarios indígenas en el sur…..¿dónde está el respeto del cual se llenan la boca quienes están en el gobierno?.

Hasta hace unas cuantas décadas la educación y la salud eran consideradas como derechos, mientras que hoy en día son simplemente bienes de consumo adaptados a las necesidades del mercado. Para entrar a la universidad hay que pagar una prueba que quienes viven en la miseria no pueden siquiera imaginar, y a quienes logran entrar les imponen una nueva ley de financiamiento que los endeuda con bancos que al menor atraso en el pago les embargan todos sus bienes. La salud se privatiza cada día más. El famoso Plan AUGE cubre cierto número de enfermedades totalmente insuficientes y más encima en su etapa terminal, cuando ya no tiene caso el «beneficio». Es abismante la diferencia que existe entre una clínica privada y un hospital público, en cuanto a infraestructura, atención y todo en general…..¿hay que tener plata para poder vivir en este país?, al parecer sí.

Es muy cómico ver al presidente de turno hablar en los medios de la enorme desigualdad en la distribución del ingreso, cuando todas sus medidas apuntan precisamente a eso: la desigualdad. Ese tan mencionado crecimiento económico, ¿dónde está?….muy difícilmente lo están viviendo las miles de familias de allegados, de deudores habitacionales, de indigentes y en general la gran mayoría de chilenos. Da mucha tristeza escuchar a la gente decir cosas como «si no trabajo, no como»; «los flojos son pobres»; «no estudia quien no quiere estudiar», y etc. Es verdad que si una persona no trabaja no percibe ingresos, pero ello no quiere decir que tengamos que humillarnos para recibir un sueldo de miseria. ¿no estudia quien no quiere estudiar, o quien no PUEDE estudiar?, separemos las cosas.

La delincuencia ha aumentado mucho, encarcelemos a todos, y bla bla bla……sólo medidas represivas y ninguna solución real. El culpable de la delincuencia es nadie más que el sistema, el cual quita oportunidades, denigra, margina y no permite a los pobres crecer. Y si hablamos de delincuencia, ¿qué castigo han recibido ladrones, genocidas, torturadores, corruptos y estafadores que incluso hoy ocupan cargos públicos y andan por la calle totalmente libres e impunes?, por favor seamos consecuentes con lo que pedimos, si pedimos justicia que sea para todos por igual.

Analizando la «nueva Constitución» nos damos cuenta que sigue exactamente igual, ¿qué cambió?, sólo una ridícula firma. Se mantiene el sistema electoral binominal excluyente, la imposibilidad de dirigentes sindicales de acceder al parlamento y las mismas leyes represivas de la dictadura, sin mencionar el mismo sistema neoliberal que somete a nuestro país a la más grande explotación.

Finalmente nos encontramos con que este año hay elecciones de presidente y de diputados y senadores. Caminando por las calles vemos el terrible ataque a nuestras conciencias, el inmenso despilfarro de dinero en campañas, el deplorable ensuciamiento de nuestras calles. Hablan candidatos que sólo aparecen para estas fechas y que después de salir elegidos se olvidan completamente de quienes los eligieron, se llenan de promesas y al final no cumplen nada. La gente, en su mayoría ve a la Concertación como la única alternativa para que no gobierne la derecha, cuando en estos tres períodos de mandato han gobernado codo a codo. Siempre están empatados en el Congreso, se pueden arrojar ciertos insultos para hacerle creer a la gente que son bandos antagónicos, pero llegado el momento de aprobar leyes siempre llegan a un consenso que los beneficia a ambos y perjudica al pueblo en su mayoría.

Lo que vivimos este año es un circo electoral, nada más que eso. Nos hacen creer que vivimos en democracia y sin embargo, no tenemos la posibilidad de revocar mandatos, ni de decidir si las leyes que nos aplicarán nos gustan o no, y ni siquiera de elegir a quien queramos, porque nos colocan a quienes ellos quieren, es decir, entre los que ellos nos proponen(que son en esencia lo mismo) nosotros debemos elegir a uno, aunque no nos represente ninguno. Es obvio que con este falso sistema democrático se genere apatía por la política e incluso sumisión, desde un principio nos dieron a entender que quienes ejercen el poder son unos pocos y la gran mayoría debemos someternos a sus decisiones.

Pero, ¿por qué no podemos gobernarnos a nosotros mismos?, ¿por qué debemos depender de otros para que tomen las decisiones por nosotros?….ya es hora de que nos demos cuenta que pertenecemos a una clase, nos guste o no. Existen sólo dos clases: explotadores y explotados; pero la gran parte de los explotados no se considera como tal y eso es lo que debemos revocar. Los explotadores son quienes poseen los medios de producción, el poder político el poder mediático y el poder económico; mientras que los explotados somos todo el pueblo, obreros, estudiantes, profesionales, intelectuales, artistas. Un ingeniero es igual de explotado que un obrero, la diferencia radica sólo en el ingreso que ambos perciben. En otras palabras, un ingeniero es «menos» pobre que un obrero e incluso pueden ambos llegar a ser igual de pobres, porque ahora el egresar de la universidad no garantiza para nada el futuro. Existen miles de egresados que están cesantes y en peores condiciones que un obrero.

En conclusión, nuestro país dista mucho del país que nos pintan los controlados medios de comunicación y es nuestro deber cambiarlo. Quienes sufrieron en carne propia el golpe del martillo de la dictadura tienen incorporado el miedo a tal extremo que son muy pocos los que se atreven a ir en contra del orden establecido, pero para quienes somos jóvenes y no sufrimos aquel terror forzado no hay excusas para salir a las calles y pelear por nuestros derechos. La extensión del horario del pase escolar, las mayores asignaciones de crédito universitario y otro logros no se han conseguido quedándose en la casa viendo la televisión sino saliendo a la calle.¡Tenemos la fuerza, aprovechémosla!. Organizados lograremos lo que ningún candidato nos puede dar, soberanía popular, autodeterminación e igualdad.

A quienes en este momento están inscritos yo los llamo a no dejarse atrapar por las mentiras electorales, pues son sólo eso, y cuando el período electoral pasa ninguno de los que tocaron a tu puerta buscando un voto se va a acordar de ti. Existe un pacto de «Izquierda» llamado Juntos PODEMOS más, el cual se supone representa la tendencia más progresista, sin embargo, es sólo un pacto electoral y ¿qué pasa después de diciembre?. Si deciden votar por este pacto, háganlo a conciencia de que no va a cambiar las cosas. Debemos rescatar el aspecto positivo de esta alternativa eso sí, sirve de alguna manera para canalizar el creciente descontento popular y si obtuviera una buena votación sería una interesante forma de comenzar a hacer ver a los poderosos de que el pueblo ya no les cree y está buscando nuevas alternativas.

¡No más derecha! ¡no más Concertación! ¡organicémonos en torno a los problemas reales! ¡tenemos la misma capacidad de ellos de autogobernarnos!