Con el paso de los días, es posible apreciar mejor la situación que se nos viene por delante, con el término de la campaña electoral y la derrota sufrida por la concertación a manos de la otra derecha, ha quedado al desnudo la falacia sobre la cual la concertación y sectores de «Izquierda» centraron su […]
Con el paso de los días, es posible apreciar mejor la situación que se nos viene por delante, con el término de la campaña electoral y la derrota sufrida por la concertación a manos de la otra derecha, ha quedado al desnudo la falacia sobre la cual la concertación y sectores de «Izquierda» centraron su campaña.
Los besos y abrazos, las felicitaciones y reconocimientos mutuos, demuestran que Chile, por el lado de la burguesía y la oligarquía, seguirá igual. Chile seguirá siendo el reino del capitalismo. Seguirá con los TLC, como hasta ahora, seguirá con la represión al pueblo Mapuche, seguirá con las represiones a las manifestaciones sociales. Los empresarios seguirán intentando bajar los sueldos, aplicar la flexibilidad laboral, que ya existe, pero ahora tratarán de «legalizarla». Seguirán atacando a los países que han buscando un camino distinto, de justicia social. Este país continuará alineado al imperio, como lo ha estado durante los últimos 37 años.
La concertación ha cometido suicido, el triunfo de Sebastian Piñera era la «crónica de una muerte anunciada». Después de tratar de intimidarnos por la supuesta responsabilidad, que tendríamos aquellos que votamos nulo, de la llegada del «fascismo» y la dictadura torturadora, que al parecer no llegó, nadie hasta el momento ha llamado a conformar el Frente Antifascista, casi ridículo, y no tan sólo eso, algunos se han declarado expectantes ante las proposiciones de negociación de la derecha que ahora asume el ejecutivo.
No queremos atribuir toda la responsabilidad a la concertación y la antigua derecha de lo que ocurre en el país. Existe una responsabilidad evidente de los revolucionarios, en la fragmentación y dispersión de las fuerzas populares y revolucionarias. La falta de una alternativa que nos lleve a corto o mediano plazo a la construcción de una fuerza democrática popular que lleve adelante los cambios que nuestra patria necesita. Los esfuerzos unitarios son insuficientes para la gran tarea que tenemos por delante.
En Chile existen dos ideas centrales de los que se definen como oposición al próximo gobierno, una de ellas sustentadas por la izquierda concertacionista que llevó de candidato a Jorge Arrate, y la propia concertación, crear un gran acuerdo nacional que restaure a la concertación con otros tintes, que no dan para cambios, en el 2014 y con ello vuelvan a ocupar los puestos y profitar de las prebendas que da el poder. Volver a lo mismo con una cara más amable.
Y la otra idea es la que sustentamos, el MPMR, el MPT, algunas otras fuerzas populares y grupos o revolucionarios en forma individual, es la alternativa independiente que ponga a grandes masas, a gobernar su propio destino, esta es la disyuntiva y desafío que tenemos por delante.
Tenemos la convicción que los años que vienen serán de grandes movilizaciones, algunos tratarán de auspiciar una movilización contenida, mediatizada, acordada. Nosotros tenemos el deber de radicalizar los esfuerzos reivindicativos de los trabajadores, estudiantes y pobladores, y dar el paso superior de la conciencia política de los millones de compatriotas que buscan un futuro mejor, el socialismo anticapitalista y antiburocrático es nuestra meta estratégica, para llegar a ella, necesitamos de conciencias emancipadas y emancipadoras.
Las movilizaciones en las cuales intervengamos deben tener nuestro perfil, se deben diferenciar de aquellos que buscar mantener el «status quo» del sistema imperante en contra de los intereses de nuestro pueblo. Debemos destruir la intención de poner el parlamento como el lugar donde se producirán las negociaciones que «beneficiarían» a nuestro pueblo. El parlamento seguirá siendo la institución desprestigiada al servicio de los poderosos.
Nuestro camino no es fácil, sabemos que será reprimido junto a las movilizaciones de los trabajadores y el movimiento popular, hay que enfrentar la represión con variadas formas de lucha.
Los Rodriguistas, comprometidos con las luchas de nuestros Pueblos, seguiremos aportando a la transformación radical del sistema injusto que domina la humanidad y nuestra patria. Nos encontraremos como siempre en las trincheras de la justicia social junto a los que luchan por un mañana mejor.
¡¡ Aún tenemos patria ciudadanos ¡¡
Dirección Nacional
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez