Ni la ignorancia de su existencia, ni el desconocimiento de su itinerario influyeron para que en Colombia casi nadie supiera de la honrosa visita que nos hizo. En este Macondo, para que no se supiera de la llegada del quizás más grande pensador vivo del planeta, lo determinante fue la mala fe. Y también el […]
Ni la ignorancia de su existencia, ni el desconocimiento de su itinerario influyeron para que en Colombia casi nadie supiera de la honrosa visita que nos hizo. En este Macondo, para que no se supiera de la llegada del quizás más grande pensador vivo del planeta, lo determinante fue la mala fe. Y también el aprensión por el tono de sus palabras y el eco de su pensamiento.
Si no hubiera sido por la revista Semana que publicó una entrevista con el lingüista y filósofo norteamericano, nadie se hubiera enterado de su reciente presencia en nuestro país. Claro que se dejaba de registrar a Chomsky, el activista político, porque si el visitante hubiera sido un figurón, agitador de las teorías económicas neoliberales -¿Nobel, tal vez?-, la visita al presidente de la República no se hubiera hecho esperar y de pronto una condecoración tampoco.
Pero veamos quién estuvo y de quién no se habló. Avram Noam Chomsky nació en los Estados Unidos (Filadelfia) el 7 de diciembre de 1928. Es reconocido universalmente como una de las figuras cimeras de la lingüística del siglo XX. Como quiera que su posición política haya sido de abierta crítica a la sociedad capitalista, ejercida en un mundo de cambios vertiginosos, no es fácil definirlo. ¿Del lado socialista? Sí, pero con su «pero». Entonces atengámonos a su autodefinición: un anarcosindicalista con fundamentos socialistas libertarios. Es, en todo caso, un pensador moderno que se opone con rudeza al empirismo filosófico y científico «y al funcionalismo, en favor del racionalismo cartesiano». Ya el New York Times lo llamó «el más importante de los pensadores contemporáneos», y a más de ser una de las figuras intelectuales de notable resonancia en Europa, es por excelencia referido como el símbolo de la izquierda estadounidense. Dada nuestra estrecha mentalidad y nuestro artificial eclecticismo, fue con toda seguridad esta hoja de vida suya la que se tuvo en cuenta para silenciar una visita de tal magnitud. El aluvión mediático que en tantos casos no deja pasar una idiotez sin ubicarla a su antojo en las listas de preferencias sociales e informativas, no vio en la presencia de Noam Chomsky algo que valiera la pena. Y, sin embargo, Semana no dudó en lucirlo como «el ser humano vivo cuyas obras son las más leídas después de la Biblia».
Pero no hay mal que por bien no venga. Baste saber que este hombre de 81 años a quien Francia, Turquía, Rusia, India o China hubieran recibido con alborozo y grandes despliegues mediáticos, pasó por Colombia sin invitación a la Casa de Nariño, ni condecoración del alcalde Moreno, ni visita a la Quinta de Bolívar en compañía de la ministra de Cultura. ¡Ah!, ni fue entrevistado por Yamid Amat o María Isabel Rueda.
Para cuidar que su paso por esta Colombia sorprendente no se quede maliciosamente inédito, he aquí algunas de las atinadas reflexiones que le hizo a Luis Ángel Murcia en el reportaje mencionado:
¿Obama y su Nobel?
«Es muy similar a George Bush. Hizo más de lo que esperábamos en cuanto al expansionismo militar… El Nobel de Paz es un chiste».
¿Colombia?
«Parte de Colombia fue robada por Teodoro Roosevelt con el canal de Panamá. Desde 1990 este país ha sido el mayor recipiente de ayuda militar estadounidense y desde esa misma fecha tiene los mayores récord en violación de Derechos Humanos en el hemisferio. Antes, el récord lo tenía El Salvador quien curiosamente también recibía ayuda militar. Colombia es el único país latinoamericano que apoyó el golpe en Honduras. Invadió a Ecuador…»
¿Guerra preventiva?
«No existe ese concepto, es simplemente una forma de agresión. La guerra en Irak fue tan agresiva y terrible que se asemeja a lo que hicieron los Nazis. Si aplicáramos esa misma regla Bush, Blair y Aznar estarían colgados, pero la fuerza se aplica a los más débiles».
¿Irán?
«Hoy existe una gran fuerza naval y aérea amenazando a Irán y sólo Europa y EE.UU. piensan que eso está bien. El resto del mundo cree que Irán tiene derecho a enriquecer uranio. En Medio Oriente tres países (Israel, Pakistán, India) desarrollaron armas nucleares con la asistencia de EE.UU. y no han firmado ningún tratado».
¿Terrorismo?
«Estados Unidos es el mayor terrorista del mundo. No se puede pensar en algún país que haya causado más daño que él. Para EE.UU. terrorismo es lo que usted nos hace a nosotros y no lo que nosotros le hacemos a usted».
¿América Latina?
«Nixon dijo: Si no podemos controlar a América Latina, ¿cómo podremos controlar al mundo?».
Pensándolo bien, razones de peso sí tuvieron para hacerse los desentendidos.
(*) Germán Uribe es escritor colombiano.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.