LA HABANA, 14 dic (IPS) – Tras agotarse las instancias judiciales ordinarias de apelación en Estados Unidos, el gobierno de Cuba acentúa la campaña que busca obtener el indulto del presidente Barack Obama para cinco agentes cubanos encarcelados en ese país desde hace más de una década. «Se necesita una presión de la opinión pública […]
LA HABANA, 14 dic (IPS) – Tras agotarse las instancias judiciales ordinarias de apelación en Estados Unidos, el gobierno de Cuba acentúa la campaña que busca obtener el indulto del presidente Barack Obama para cinco agentes cubanos encarcelados en ese país desde hace más de una década.
«Se necesita una presión de la opinión pública para que Obama sea receptivo y firme la libertad de nuestros familiares, cuyo único delito fue tratar de evitar acciones terroristas contra nuestro país», dijo a IPS Adriana Pérez, esposa de Gerardo Hernández, sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión.
La mujer reconoció que una decisión del gobernante estadounidense en ese sentido podría ser más difícil, luego que su Partido Demócrata perdió la mayoría parlamentaria en los comicios de noviembre. «Pero conserva sus prerrogativas constitucionales y podría conceder el indulto para que nuestros familiares regresen a casa», consideró.
En su opinión, con un gesto así, Obama haría honor al premio Nobel de la Paz que recibió en 2009 y también se convertiría en el primer presidente de la potencia del Norte en tender un puente de amistad entre los dos pueblos, al terminar con «12 años de injusticia».
Pérez añadió que el proceso legal en torno al caso no hará posible la libertad de «los Cinco», como se les identifica nacional e internacionalmente, «a pesar de que hay suficientes pruebas de inocencia». «La administración de Obama ha sido menos agresiva (…..).Confiamos en que pueda ser más receptiva a nuestro reclamo», estimó.
Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 y acusados de conspiración para cometer espionaje, y uno de ellos (Hernández) de conspirar para cometer asesinato.
Un jurado de Miami los halló culpables de todos los cargos en 2001. La Habana decidió apelar ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, tras un fallo de la Corte de Apelaciones de Atlanta que ratificó las sentencias para Hernández, condenado a doble cadena perpetua y 15 años, y para René González, de 15 años de prisión.
A la vez, esa Corte devolvió al tribunal federal de Miami, para revisión de sus sentencias, los casos de Labañino (condenado a cadena perpetua más 18 años), Fernando González (19 años) y Guerrero (cadena perpetua más 10 años).
En 2009 la jueza Joan Lenard, la misma que impuso las condenas iniciales en 2001, tras un juicio de siete meses, determinó nuevas sentencias: 30 años de prisión para Labañino, 17 años y nueve meses para Fernando González y a 21 años y 10 meses para Guerrero.
En junio fue presentado un recurso de apelación extraordinario a favor de Hernández, aunque Pérez no se mostró esperanzada al respecto. «Es un proceso legal que no nos da garantía de lograr la libertad para nuestros compañeros, a pesar de que hay suficientes pruebas de inocencia», comentó.
Tampoco el gobierno de Cuba es optimista en cuanto a esa instancia. Para el presidente del parlamento de la isla, Ricardo Alarcón, resulta «poco esperanzador» un procedimiento en el cual «por una sola vez, un preso tiene la posibilidad de solicitar a la misma jueza que lo condenó en primera instancia que anule el juicio y reconozca su inocencia».
«Los cinco han cumplido ya 12 años de prisión, más tiempo que cualquiera de los peores terroristas que han sido encarcelados en Estados Unidos, pero además sin razón, porque no hubo espionaje, según reconoció la Corte de Apelaciones, ni hubo asesinato, como admitió el pasado gobierno de George W. Bush», dijo Alarcón a periodistas.
El único cargo aceptado por los encausados fue no haberse inscrito como agentes extranjeros. «Estar presos 12 años por esa razón es una barbaridad», remató el líder parlamentario, tras exponer el caso al término de un foro de organizaciones de la sociedad civil cubana por la liberación de los cinco realizado el viernes.
Los asistentes a esa cita, que se hizo coincidir con el Día Internacional de los Derechos Humanos, exhortaron a unirse a la campaña de solidaridad con los cinco mediante mensajes a la Casa Blanca para que Obama haga «uso de sus facultades» y decrete la libertad de los cubanos.
En apoyo de esta causa, el escritor, académico y documentalista estadounidense Saul Landau presentó en La Habana su documental «Que el verdadero terrorista se ponga de pie», en el cual se expone medio siglo de hostilidad hacia Cuba mediante abundante documentación y entrevistas, entre otros, a exiliados adversos al gobierno de este país.
Alarcón soslayó referirse a la posibilidad de canjear a los cubanos por Alan Gross, un estadounidense que el 3 de este mes cumplió un año preso en La Habana, pero aún sin cargos judiciales concretos en su contra. «Son dos casos separados», afirmó.
«En su momento supongo que se le instruirá de cargos», afirmó, y acusó a Gross de violar la soberanía nacional y cometer delitos que en Estados Unidos son muy castigados. «Su caso será tratado conforme a nuestras leyes de manera adecuada, respetando todos los procedimientos», señaló.
Gross es un contratista vinculado a la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos, que según autoridades cubanas tiene entre sus principales iniciativas financiar a grupos de la disidencia de este país. En ese sentido, acusan al hombre de introducir equipos de comunicación satelital para opositores, lo que Washington rechaza. Una reciente declaración del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos insistió en que Gross viajó a Cuba para ayudar a miembros de la comunidad judía de este país a conectarse con otras comunidades de ese país en todo el mundo, y consideró su arresto como un impedimento importante para el avance del diálogo entre ambos países.