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Un canto a La Habana, al amor y más

Cinco historias de amor y un bolerón desesperado

Fuentes: Rebelión

Con un cine Yara repleto se realizó el pasado sábado 22, la presentación de Cinco historias de amor y un bolerón desesperado (2024), filme pensado y dirigido por el realizador Arturo Santana (1961). Se trata de una obra de ficción que es a la vez en criterio de su gestor, una búsqueda de sujetos concretos “de la gente”, “de los personajes” que, podían estar en nuestras calles habaneras mientras se rodaban las escenas.

La crítica profesional sobre Cinco historias de amor… aun no la tenemos. Si, con el privilegio de ser uno de los espectadores-participantes en la presentación del Yara, les comento sobre la película y el acontecimiento.

Las historias

Santana nos regala cinco historias de habaneros -de los que nacimos en esta ciudad capital, y de los que procedentes de toda Cuba la sienten y adoran-: 1) Tony en crisis de sentimientos y creación, recupera a su amada por su ternura con un pequeño gatico en desamparo. 2) Annia resiste el acoso y el maltrato, siente una nueva moción, apedrea una ventana, rompe el cristal y abre el camino a su nueva emoción.

3) La doctora Amelia para salvar la vida de Elena, debe apartarse del “protocolo” y correr un riesgo casi mortal para la paciente, y además sobreponerse a una desilusión del pasado. 4) A Renato, solitario actor que extraña a Yenny, le toca a la puerta una hermosa “tunera” en respuesta de su anuncio de hospedaje-alquiler, en ambos triunfa la comunión de soledades y llega el flechazo ¿del amor? 5) Yenny, taxista ¿doctora? consejera amorosa, sueña con la Torre Eiffel y reencontrarse con un amante ¿francés? de paso por la ciudad.

Tony, Annia, Amelia, Renato, amantes habaneros en La Habana, triunfan en sus cariños y ascienden ¿al cielo?”. Yenny los ve desde la ventanilla de avión en que viaja a ¿Paris? Terminan las historias y Santana nos hace saber que Yenny, en tierra extraña, sigue en búsqueda del amor perdido en La Habana.

Una mamá que no se percata del drama de su hija. La joven segunda jefa que disputa el liderazgo de Amelia, y la denuncia por no cumplir lo “normado”. Un jefe que en vez educar la osadía, y felicitar el resultado de vida, reprende y sanciona… No por rápidas, dejan de ser miradas certeras a los entornos humanos que asechan al amor.

La presentación

Modesto y amable, el primer aplauso que solicitó Santana fue para el propio público presente, llegado al teatro en medio de la situación de transporte y dificultades que todos resistimos y vencemos a diario en la capital. El segundo gran aplauso, lo solicitó el director para su equipo de colaboradores, para todos y todas, los que le acompañaron en la dirección y edición, los artistas protagónicos y de reparto, asistentes y demás trabajadores del arte.

A la insistencia del director, con voz de nervios y sinceridades, escuchamos a varios de los hacedores de la película. Sin dudas Santana logró tejer un buen equipo. Preciosa la joven actriz, que, en regalo de su primer cine, nos compartió su premio: ¡que su mamá “!había venido desde el Camagüey!”, para estar allí, con el laurel de sus talentos, desvelos y esfuerzos compartidos.

Valoración

Santana ha declarado que se propuso “crear una poesía visual que reflejara la vida de los habitantes de la capital”. Y precisamente sentí esa poesía de visualidades y sentimientos. Sumo que las reiteradas ovaciones al finalizar la película -la algarabía en fiesta- de más de dos mil personas, confirmaron en el Yara que el artista con su equipo lograron el objetivo propuesto.

Como docente, pienso en esta obra como material formidable – todo arte verdadero lo es- para que me acompañe con su saber, en mis cursos y reflexiones sobre qué entender por cubanidad y cubanía, sus diferencias de concepto y expresión, sus laberintos, desencuentros, tiempos y articulaciones felices.

Las historias por las que nos conduce Santana, otorgan el merecido lugar que les pertenece a las intimidades, los sentimientos y los amores. En Cinco historias… late la alerta y está antídoto contra el dogma y las unilateralidades de “lo políticamente correcto” en arte y sociedad. Lo muy serio se afirma con la seriedad del desenfado, la imagen cultivada y precisa de los cuerpos, el humor y la mejor sonrisa, los placeres y sentidos de la música de y en una ciudad que es escenario y también protagonista.

Testimonio

Me dediqué a buscar entre la multitud que asistió al Yara, los rostros de una muchachada a la que pertenece Arturo Santana. Y allí estaban en masa, apoyando a su condiscípulo, en abrazos y palmadas, orgullosos y en enjambre. Eran los “de la Lenin”. Y es que esta presentación lo fue también de aquellos jovencitos que estudiaron y tejieron amistades imperecederas y sueños realizables en la Escuela Vocacional Vladimir Ilich Lenin de finales la década del setenta.

Entre tanta alegría, en perspectiva histórica, pensé en el creador de La Lenin, en sus desvelos -que tuve el privilegio de escuchar y realizar- para que la Escuela vocacional enfocada en ciencia, fuera también expresión de la cultura artística nacional, lo fuera en sus murales, donde estaba la huella de los maestros de la plástica, en la música, en las proyecciones cinematográficas, en la promoción de un masivo ejercicio de educación artística. Pensé en Fidel. Y también en Celia Sánchez Manduley, quien le incorporó al proyecto fidelista de la vocacional su inteligencia y ternura.

Declaración

Arturo Santana anunció que esta película, junto a “Habana selfies” (2019), es parte de una trilogía de cariños a La Habana. La tercera ya tiene título: “Cinco maneras de odiar a tu amante”; y afirma que la tiene en proceso de desarrollo. Bien, la esperamos.

“Te amo Habana porque persistes. La Habana necesita mucho amor”, proclamó desde el Yara Arturo Santana. Coincido y agradezco.

Buen momento

Cinco historias de amor… no resulta ser una excepción. Se afirma en el buen momento que vive el cine cubano, con múltiples proyectos en desarrollo, en seria búsqueda por cautivar tanto a la audiencia local como a la internacional.

Inicio con la proyección de Cinco historias de amor… la primera Muestra y Concurso de Cine Nacional, iniciativa preciosa delInstituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica (ICAIC). Se informó que ya hay inscritas más de quince realizaciones audiovisuales, listas para concursar en varias de las especialidades. Estas producciones en conjunto, subrayan la riqueza y diversidad del cine cubano contemporáneo, ofrecen una amplia gama de géneros. historias y talentos. La muestra sale de la capital para recorrer la isla grande, y dar a borbotones belleza y sentidos de identidad.

Como bien se afirma, Cinco historias de amor… ha sido una aventura cinematográfica producida por el ICAIC y la Productora Audiovisual “i4 Films”, un proyecto cubano de cine independiente. La alianza confirma la superación de mentalidades y esquemas burocráticos que frenaban el despliegue de la industria cultural.

Desde el 2019 la productora i4 Films, es expresión del talento y la profesionalidad creada y acumulada por la Revolución. Nació como debe ser: en resiliencia y búsquedas genuinas, en interés de desarrollar la cultura patria en tiempos de bloqueo, carencias financieras y materiales.

Cinco historias de amor… , la muestra, el concurso de cine nacional y la alianza con productores independientes, nos dan noticia de las realidades del hoy en la industria y la producción cinematográfica cubana. Respuesta convincente de los cineastas, el Ministerio de Cultura y el ICAIC a quienes no hace mucho intentaron crearnos en este sector de la vanguardia cultural, una quinta columna contrarrevolucionaria.

La historia acompaña. En vísperas del Centenario del nacimiento del Comandante en Jefe Fidel, antecede en este 2025 el centenario de Alfredo Guevara, compañero del líder de la Revolución en la Universidad, en el congreso estudiantil antimperialista y el Bogotazo, en la Revolución política y cultural, fundador del ICAIC.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.