«El delincuente produce, asimismo, toda la policía y la administración de justicia penal: esbirros, jueces, verdugos, juzgados, etc., y, a su vez, todas estas diferentes ramas de industria que representan otras tantas categorías de la división social del trabajo; desarrollan diferentes capacidades del espíritu humano, crean nuevas necesidades y nuevos modos de satisfacción…» Carlos Marx. […]
«El delincuente produce, asimismo, toda la policía y la administración de justicia penal: esbirros, jueces, verdugos, juzgados, etc., y, a su vez, todas estas diferentes ramas de industria que representan otras tantas categorías de la división social del trabajo; desarrollan diferentes capacidades del espíritu humano, crean nuevas necesidades y nuevos modos de satisfacción…» Carlos Marx. Concepción apologética de la productividad de todas las profesiones.
Siete campesinos son masacrados (15 quedan heridos) cuando la Policía Nacional dispara contra ellos indiscriminadamente en Tumaco, una región que tiene más coca que Bolivia. Los campesinos hacían un cerco humanitario en defensa de sus plantes de coca, exigiendo el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, esperando el proceso de sustitución que ya habían suscrito en acuerdos locales firmados por el Gobierno y ellos. A los pocos días, la comisión humanitaria compuesta por ONU y OEA también es atacada por la policía en el mismo lugar, posteriormente es asesinado un dirigente campesino que se había acabado de reunir con la delegación del Estado colombiano y por último son masacrados 6 ex combatientes de las FARC. En cuestión de 15 días se concretaron en Colombia los miedos que se venían acrecentando este último año con los asesinatos de los 81 líderes sociales, la violencia extendida de las erradicaciones forzadas sobre los campesinos y campesinas, y los pronunciamientos amenazantes de los Estados Unidos sobre los cultivos de coca que ponen la implementación de los acuerdos de paz en vilo al relanzar «la lucha contra las drogas».