Codelco, a pesar de las elevadísimas utilidades obtenidas en el ejercicio 2006, deberá seguir endeudándose en el exterior. Por «primera vez», como subrayó su presidente, José Pablo Arellano, se asignaron recursos por Hacienda destinados al financiamiento de su plan de inversiones, pero en un monto claramente insuficiente. Resulta absolutamente ilógico que se obligue a la […]
Codelco, a pesar de las elevadísimas utilidades obtenidas en el ejercicio 2006, deberá seguir endeudándose en el exterior. Por «primera vez», como subrayó su presidente, José Pablo Arellano, se asignaron recursos por Hacienda destinados al financiamiento de su plan de inversiones, pero en un monto claramente insuficiente. Resulta absolutamente ilógico que se obligue a la empresa estatal a endeudarse, pagando los costos financieros correspondientes, en momentos en que se encuentra generando los más elevados excedentes de su historia y el fisco cuenta con un elevado superávit. Según dio a conocer Arellano en 2006 la empresa estatal produjo excedentes ascendentes a U$S 9.000 millones, «monto similar -agregó- a los que entregó Codelco al Estado en los siete años en que estuve como director de presupuestos» (11/02/07).
En consecuencia, existían condiciones para una política absolutamente diferente, que colocase a la mayor empresa chilena en el lugar que le corresponde, aprovechando el auge producido en los ingresos fiscales, en un alto porcentaje generados por la propia Codelco. El gobierno desperdició, por una política fiscal estrecha, resolver una traba que existe en el funcionamiento de la principal empresa nacional y que es fundamental en la incidencia de sus costos.
El ministro de Hacienda dio a conocer que en el presupuesto de la empresa cuprífera 2007 se incluye la capitalización de U$S 313,5 millones, con cargo a sus utilidades obtenidas el año anterior, cantidad que equivale exactamente a los impuestos devengados por la operación de contrato a futuro realizado con la empresa china Minmetals . Es decir, se le devuelve un impuesto que se le había cobrado, no se recurre en consecuencia a la utilización de los gigantescos excedentes obtenidos. Al mismo tiempo, se constituye un fondo de reserva ascendente a U$S 400 millones, que podrá emplearse total o parcialmente. «Estos recursos -señaló el comunicado- estarán disponibles durante 2007 para financiamiento de proyectos de inversión de Codelco» (13/02/07).
Sin embargo, se subrayó que la capitalización podrá efectuarse «dependiendo del desempeño y la gestión de Codelco». En otras palabras la autorización es con elástico. La condición principal a cumplir es que se avance en la «contención de costos», sin considerar por ejemplo que la obligación de endeudarse en el exterior para financiar sus inversiones los incrementa. Así como también acontece con la exigencia de traspasar todos sus excedentes al fisco, que éste los utiliza para colocarlas en activos financieros con los cuales obtiene intereses. Se habla de contención de costos y no de su reducción, dado el alza de muchos insumos -algunos de ellos regulados por el Estado- y la disminución de la ley de los yacimientos.
En el año 2007, Codelco tiene previsto efectuar inversiones por sobre los U$S 2.000 millones, la cifra más alta de su historia, buscando así aprovechar, aunque sea tardíamente, la coyuntura favorable en el precio iniciado el 2004. Codelco posee en caja y por concepto de amortizaciones una suma similar a la autorización recibida de Hacienda. Ello quiere decir que al igual como en los últimos años deberá endeudarse nuevamente en unos U$S 600 millones. Como consecuencia de esta obligación de obtener financiamiento en los últimos años su endeudamiento creció de unos U$S 1.000 millones a comienzos de la década a más de U$S 5.800 millones al finalizar 2006. El mayor endeudamiento aumenta sus costos en vez de contenerlos, preocupación principal de Hacienda. A septiembre de 2006 los costos totales fueron de U$S 1,13 la libra, mientras que a comienzos de la década se ubicaban en U$S 0,61. En el aumento de los costos influyen muchos hechos que son responsabilidad del Estado y otros que corresponden a tendencias globales que afectan a todas las empresas mineras. Al mismo tiempo existen factores internos.
El presidente de Codelco manifestó que con las sumas disponibles por la decisión de Hacienda se «reduce la cantidad de financiamiento externo necesario y, por tanto, fortalece y mejora la posición financiera de la empresa» (15/02/07). La verdad es otra, dado que crece el endeudamiento y en consecuencia los intereses que sin razón, considerando sus excedentes, debe cancelar. El tema de fondo sigue sin abordarse. Codelco no cuenta con una política de inversiones que se proyecte a futuro, se le sigue considerando una empresa de segunda categoría, sin contar con un manejo financiero -a partir de una adecuada definición estatal- autónomo. La reforma de su gobierno corporativo, tan publicitada, deja absolutamente al margen los aspectos financieros. El ministro de Hacienda podrá o no en lo formal ser integrante de su directorio, pero sus atribuciones seguirán siendo excesivas. De otra parte, al limitarse su capacidad de decisión en materia de inversiones se le coloca en desventaja frente a las empresas privadas, lo cual posteriormente se aprovecha para argumentar la necesidad de su privatización.
Como explicación de que se restringiesen los recursos autorizados a Codelco, Arellano señaló que en las negociaciones «consideramos cifras mayores, pero en definitiva Hacienda tiene que conciliar con otros objetivos…» (15/02/07). Es una explicación muy pobre dado el superávit fiscal existente ¿Cómo puede justificarse restringir los recursos de Codelco para inversiones, cuando se tiene acumulados miles de millones de dólares colocados a una rentabilidad claramente inferior a la que entrega la empresa cuprífera? Es una política absolutamente negativa para el país.
Lo más grave, es que el gobierno demuestra nula comprensión de que las inversiones de Codelco deben ser prioritarias. Se requiere una política para su desarrollo, en el marco de ampliar la presencia estatal en la gran minería cuprífera y al presidente de Codelco, así como al ministro de Hacienda, debe exigírseles que actúen con esta visión. Al no hacerlo las pérdidas para Chile son muy elevadas.
Por su parte, como es usual, el gran empresariado planteó ir más lejos. El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio, Alfredo Ovalle, sostuvo que para obtener financiamiento debería abrirse el 20% de su propiedad al mercado, dando un paso así en el proceso de su privatización. ¿No le resulta suficiente al dirigente empresarial las gigantescas utilidades obtenidas por los consorcios privados presentes en la gran minería? ¿Desea que los montos sean aún mayores? Una política nacional exige retener esas ganancias excesivas para el país, como se plantea a nivel mundial frente a los elevados excedentes obtenidos por grandes consorcios transnacionales en los últimos años en el sector de los recursos naturales. La propiedad estatal de Codelco produce este efecto.
En México existe un mecanismo de entrega de excedentes por la mayor empresa pública similar. Petróleos Mexicanos (Pemex) debe traspasar al Estado el total de sus excedentes. En 2006, la empresa contribuyó al financiamiento fiscal en un 40%, aportando unos U$S 70.000 millones. Por este motivo, su nivel de inversión se transformó en insuficiente, reduciéndose su producción, que cayó desde 3,33 millones de barriles diarios en 2005 a 3,26 millones de barriles en 2006. Frente a este estado de cosas el director general de Pemex, Jesus Reyes Heroles, inició un cuestionamiento abierto, planteando al gobierno de Felipe Calderón la disminución de su carga tributaria anual en unos U$S 8.000 a U$S 10.000 millones anuales para destinarlos a inversión.
Codelco y la opinión pública deberían efectuar una exigencia similar. José Pablo Arellano no lo hace. Es necesario producir un debate sobre el tema, a partir del interés nacional. Codelco, la mayor empresa cuprífera a nivel mundial, debe disponer de un mecanismo permanente de financiamiento de sus inversiones. Una observación similar incluso fue realizada por clasificadoras de riesgo. «Hay que tener en cuenta que esta capitalización -indicó refiriéndose al acuerdo de Hacienda, Rodrigo Durán, de Feller Rate- no es una política, es algo puntual» (14/02/07). Pese a ello, Arellano calificó la insuficiente determinación de «un tremendo respaldo a la compañía» (14/02/07).