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Colombia antes de Gaitán

Fuentes: Revista Insurrección

El 9 de abril ha sido nombrado como el Día de las víctimas, para hacer honor a la memoria y enfrentar el Memoricidio, que pretenden consumar con la historia oficial, destinada a producir indigestión a las nuevas generaciones, forzadas a «tragar entero». Orwell bien decía, que «quien controla el pasado controla el futuro»; por esto, […]

El 9 de abril ha sido nombrado como el Día de las víctimas, para hacer honor a la memoria y enfrentar el Memoricidio, que pretenden consumar con la historia oficial, destinada a producir indigestión a las nuevas generaciones, forzadas a «tragar entero». Orwell bien decía, que «quien controla el pasado controla el futuro»; por esto, es de primera prioridad descifrar visiones sobre el pasado, como aporte a un mejor futuro para las siguientes generaciones colombianas.

Hace 69 años, un 9 de abril, las clases dominantes asesinaron a un líder, que convocó a la sociedad colombiana a hacer cambios de fondo a favor de las mayorías; para perpetrar este magnicidio acudieron a una operación encubierta, encargaron el asesinato a un sicario, quien fue despedazado por la multitud encolerizada e ingenua, que borró así las huellas, que conducían a los determinadores del crimen. La tenebrosa CIA reconoció que al líder tuvieron que eliminarlo, por ser «amigo del agregado cultural de la Embajada soviética en Bogotá». También, el general Marshall, el vocero del imperio proclamó el día del magnicidio, en Bogotá, durante la Conferencia Panamericana, que «los comunistas quedaban por fuera de ley», fue el nacimiento de la Guerra Fría. Para ellos era indispensable que muriera el líder del cambio democrático, para que naciera una época de guerra; Cruzada que aún prosiguen en Colombia. El líder: Jorge Eliécer Gaitán Ayala, la guerra: el anti comunismo, la fecha: 9 de abril de 1948. La CIA también confesó que la alianza siniestra que ejecutó el magnicidio, estuvo formada por dirigentes de los 2 partidos tradicionales -liberal y conservador-, de Colombia y la Agencia de espías del imperio -la CIA-, que apenas tenía un año de fundada.

El asesinato del líder mezcló dos doctrinas bélicas, la del imperio norteamericano y la criolla, aplicada por el régimen dominante en Colombia, desde hace 7 décadas, hasta ahora.

José María Villarreal: testigo de una época

Rocío Londoño y Medófilo Medina, profesores de la Universidad Nacional de Colombia, entrevistaron a J. M. Villarreal (1910-1999), Gobernador de Boyacá en 1948 y diplomático conservador, testigo desde 1930, de medio siglo de conflicto partidista en Colombia [*]. De su relato, extraigo las características del régimen que dio muerte a Gaitán, para compararlo con el estado en que hoy se encuentra el aparato de dominación de la elite.

La doctrina del régimen se sostiene en que las convicciones propias son verdaderas, mientras que las del contrario son erradas. Dice Villarreal, que antes de 1930 ?el país estaba como arrepentido de haber malgastado tan tristemente el siglo anterior en guerras civiles. Mientras otros países de América Latina lograban algún avance en su desarrollo, en esas guerras nosotros destruíamos lo que habían dejado los españoles. Eso se debió principalmente a errores políticos, al federalismo, a la Constitución de Río Negro del año 1863″.

Otro componente del conflicto, que señala Don Chepe, es que «los políticos estaban urgidos de controlar la totalidad del poder», para usufructuar el aparato burocrático estatal.

Diez modalidades de combate

Describe el Gobernador Villarreal, que el conflicto entre facciones se desarrolló por medio de variadas formas, como:

el uso de policía y ejército al servicio de los partidos
usar pandillas extraestatales para ejecutar represión ilegal del adversario
quemar casas de colaboradores de las guerrillas
matar líderes contrarios con operaciones encubiertas
la prensa deforma y sataniza la realidad del contrario
hacer fraude en las elecciones e impedir votar al contrario
la iglesia coloca como obligación la legítima defensa
la iglesia nombra a los candidatos conservadores2
los directorios de los partidos nombran a sus candidatos, método llamado del «bolígrafo»
a los líderes que buscaron pactar y componer se les llamó «desteñidos».

El final del conflicto

Para pacificar al último reducto guerrillero, viajó Don Chepe al páramo de Sumapaz en 1957, para hacer pactos con Juan de la Cruz Varela (1902-1984). Recuerda que éste, «sacó un memorando sumamente exigente que no se podía ni discutir. Había que incorporar su gente al ejército, darles tierra a los que quisieran volver al campo y además dinero para la vaca y el caballo. Peticiones excesivas, una cosa imposible».

La historia de esa época finaliza con la presencia de Juan de la Cruz Varela, ejerciendo de suplente de Alfonso López Michelsen (1913-2007), en la Cámara de representantes en 1960.

El conflicto colombiano tendrá un final de la mano de un liderazgo, que nos lleve a ser Nueva Nación y que resuelva la crisis de régimen y de Estado que sufre el sistema. Hay que recordar que por crisis de Estado, Gramsci entendía a la Crisis Orgánica, que se da porque la clase dominante ha perdido su autoridad como clase dirigente, y solo se ha reducido a ser dominante.

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[*] ¡Eso también explica la muerte de Gaitán!, Entrevista con José María Villarreal. Rocío Londoño y Medófilo Medina, Revista Análisis Político N° 38, septiembre/noviembre de 1999.