En nota anterior señale que el tema colombiano era supremamente complejo como dicen en Colombia. Que no avalaba el asunto de los secuestrados o rehenes y que, una primera explicación del actual enredo, había que buscarla en el proceso mediante el cual se había llegado a una situación sin sentido, con un conjunto de rehenes […]
En nota anterior señale que el tema colombiano era supremamente complejo como dicen en Colombia. Que no avalaba el asunto de los secuestrados o rehenes y que, una primera explicación del actual enredo, había que buscarla en el proceso mediante el cual se había llegado a una situación sin sentido, con un conjunto de rehenes que sin deberla ni temerla, sirven de justificación a las FARC para subrayar lo pésimo de las condiciones en cárceles de Colombia, y a Uribe y sus aliados para hacer lo que sea y justificar la negativa al diálogo para buscar la salida política que el país necesita.
En el recorrido que lleva a esta situación existe la negativa del gobierno para reconocer la vigencia en Colombia del derecho humanitario internacional , tal y como lo establece las Naciones Unidas. A partir de ahí, el secuestro como una medida de presión para que el gobierno acepte el derecho humanitario y de manera especial los protocolos adicionales que hablan de los conflictos armados internos.
A la negativa gubernamental nuevas presiones y en un abrir y cerrar de ojos, el tema de los rehenes se convierte en el punto focal y a partir de entonces, se vive en el error y se convierte el tema de los rehenes un tema central en el conflicto. Sin duda alguna, se trata de un error mayúsculo pero tiene su explicación en esa negativa a reconocer los protocolos de la ONU.
Y por supuesto, hay en ello la incapacidad militar de las FARC para dar pasos más sólidos en el conflicto interno y modificar en su favor la correlación de fuerzas . Con lo cual los protocolos de la ONU serían más próximos de obtener. Es un escenario perverso pero que con el asunto de los rehenes se complica aun más. Pero no solo hay incapacidad de las FARC.
El gobierno colombiano , con Uribe o sin Uribe, se volverá viejo y no podrá derrotar militarmente a las guerrillas colombianas, y ello con el uso de tropa por decenas de miles, con helicópteros, aviación, inteligencia, apoyo gringo o de quien sea, tortura, genocidio, etcétera. Sean las FARC o el ELN. Es por ello que la salida tiene que ser política, negociada, pactada , o como se le denomine, pero seguro, nunca será militar. No hablo al tanteo, es parte de la experiencia regional y mundial.
Admitamos que hay una entrega incondicional por parte de la guerrilla de todos los rehenes y seguro que el conflicto continúa igual o más fuerte que antes. Sin rehenes habrá la tentativa de arrasar las guerrillas de las FARC y ello dará como resultado un escalamiento del conflicto. Y entonces estaremos ante el riesgo de internacionalización real.
Es el escenario que se puede prever y es algo que está en los mejores sueños de los artífices de la contrainsurgencia colombiana, y sobre todo, de sus asesores guerreristas. Pero también es indispensable que las FARC analicen con seriedad el ánimo de la sociedad colombiana. No se puede en ninguna variable, hacer caso omiso de las crecientes expresiones de cansancio de la guerra y de desaprobación de la misma.
Coincido de manera plena con el compañero Fidel Castro cuando señala que no se trata en ningún caso de deponer las armas y en ello tiene absoluta razón. Antes hubo intentos y los resultados son el asesinato de 5000 miembros de Unión Patriótica , y antes, el asesinato de toda la dirigencia histórica del M19 , entre quienes estaba Jaime Bateman.
La información de que hubo en el último affaire de los rehenes un rescate millonario, solo nos dice del nivel de incertidumbre que existe en el conflicto de ese país, y en otra perspectiva, de la incredulidad que generan desde hace mucho los militares colombianos . Que haya habido o no un rescate, no altera los datos estratégicos del conflicto armado en Colombia.
Por lo demás, la urgente búsqueda de un acuerdo político es algo en que podemos coincidir quienes tenemos un nivel de preocupación por el caso de Colombia y la suerte compartida del continente latinoamericano. Callar en este momento me parece que contribuye poco a la salida política del conflicto en ese país hermano. Mientras otras cosas ocurren, cambio y fuera.
Miguel Angel Sandoval que fue uno de los fundadores del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), uno de los grupos que integraban la guerrilla guatemalteca Unidad Revolucionaria Nacional de Guatemala. Fue miembro de la comisión internacional que negoció el cese de las hostilidades en Guatemala.