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Colombia con el fantasma del Bogotazo del 9 de abril del 48

Fuentes: Rebelión

Marx, en al tan comentado y enjundioso artículo sobre la reproducción en Francia del 18 Brumario de Luis Bonaparte (1.852) analizando críticamente las condiciones en que se «hace la Historia», escribió, entre muchas otras impresionantes verdades, el siguiente párrafo: » ..Los hombres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo […]

Marx, en al tan comentado y enjundioso artículo sobre la reproducción en Francia del 18 Brumario de Luis Bonaparte (1.852) analizando críticamente las condiciones en que se «hace la Historia», escribió, entre muchas otras impresionantes verdades, el siguiente párrafo:

» ..Los hombres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias que se encuentran directamente, que ya existen y les han sido legadas por el pasado. La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos. Y precisamente cuando estos aparentan dedicarse a transformarse y a trasformar las cosas, a crear algo nunca antes visto, en estas épocas de crisis revolucionarias, es cuando conjuran temerosos en su a los espíritus del pasado, toman prestados sus nombres, sus consignas de guerra, su ropaje, para con ese disfraz de vejez venerable y de lenguaje prestado, representar la nueva escena de la Historia universal».

Claro, antes citando a su maestro sobre la dialéctica, Hegel, había dicho que; «todos los grandes hechos y personajes de la Historia universal aparecen como si dijéramos dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como comedia o farsa». Pero considerando en frio la histórica movilización social y popular ocurrida este 21 de noviembre de 2.019 en Colombia, se puede decir que la excepcionalidad nuestra radica en el gris de la mezcla entre la tragedia y la comedia. Es decir, una verdadera «tragicomedia».  

Lo acontecido estos días de noviembre de 2019, ha puesto al orden del día en la sociedad, como no, una vez más la «lucha por el relato» que no es más que otra forma de reflejar en la conciencia de los hombres la lucha de clases que se está dando en las calles y carreteras del país: Los medios de comunicación del régimen impregnados hasta la médula amarilla de los huesos de las doctrinas contrainsurgentes dominantes en Colombia, (desde 1. 928, hace 91 años, cuando el corrupto gobierno oligárquico del conservador Abadía Méndez cumpliendo órdenes del embajador de los EEUU en Bogotá ordenó al ejército colombiano comandado por el general Cortés Vargas fusilar a varios millares de obreros y trabajadores con sus familias, en el enclave bananero estadounidense de la United Fruit en la llamada zona bananera de Santa Marta) han desarrollado un concienzudo plan informativo para imponer su relato basado en varias fases y con diversas matrices:

Una fase previa a la movilización, donde se intentó por todos los medios mostrar que era algo «espontaneo»; una movilización social emocional, «auto convocada» como lo escribió en la inefable revista semana el aprendiz de Corín Tellado que escribe siguiendo su vendedor estilo literario, una frase corta seguida de un punto; es decir, tratando de ocultar y desconocer las múltiples, diversas y variadas organizaciones obreras, campesinas, étnicas, populares, estudiantiles, académicas, cívicas que han producido innumerables documentos, proclamas y llamamientos convocantes a la marcha, al paro y a la movilización social. Luego, en una segunda fase, infundir el miedo y el terror dentro de la sociedad para justificar una mayor militarización contrainsurgente de la sociedad con el despliegue de patrullas combinadas del ejército, la policía y la fuerza aéreas helicoportada en las ciudades; cierre de todas las fronteras de Colombia; acuartelamiento de la Fuerza Pública; declaratorias de leyes anti alcohol y toques de queda; expulsión de extranjeros (¿castrochavistas?) Militarización contrainsurgente que lleva más de 70 años de implementación, reprimiendo, aterrorizando, masacrando violentamente a la sociedad colombiana con su aparato Estatal y para estatal, al decir de Gramsci de Coerción. ¿Para qué sirven 9 bases del US Army en Colombia? ¿Para qué se ha convertido a Colombia en el Israel de América?

Producida la masiva movilización social, viene una tercera fase de enajenamiento e intoxicación de en la conciencia de los espectadores con explicaciones baladíes de sus «spinn doctors» o intoxicadores de opinión pre pago sobre las posibles «causas del injustificado cacerolazo»: Que es un contagio universal, global e inevitable en la psicología de las masas de las movilizaciones sucedidas en otros países; nada que ver con causas internas colombianas pues no hay razón para la movilización y el paro, y mucho menos contextualizarlo dentro de la profunda crisis global del sistema imperialista neoliberal y a la perdida de la hegemonía mundial del Hegemón universal de los EEUU en la economía-mundo. Que es una expansión e infiltración sumamente peligrosa del castro chavismo como lo reconocieron en su charla privada Fachito Santos embajador colombiano en Washington y la «caleña» uribista Claudia Blum que funge de canciller del régimen, para hacer inviable a Colombia mientras esté el actual gobierno venezolano. O es una conspiración del «neo-populismo» colombiano, intentando reproducir el bien conocido populismo de J. E Gaitán que nos llevó al 9 de abril de 1.948, en este caso, aliado con los fariseos seguidores de J.M Santos, enemigos jurados del carismático y eficiente presidente que nos gobierna, etc.

Luego, una cuarta fase, en la que estamos, al parecer copiada de la maniobra engañosa y dilatoria de Piñera en Chile, de llamar al «dialogo nacional a las organizaciones «políticas» (no sociales, ni populares, ni cívicas, ni étnicas, ni estudiantiles, ni obreras, ni campesinas, ni profesorales, ni asociaciones de víctimas, ni de defensores de derechos humanos, ect) porque «se ha escuchado al pueblo colombiano en su reclamo pacífico». El estruendo del reclamo violento del conflicto social armado reciclado; ese no se ha escuchado. Eso es vandalismo puro y duro sobre el cual caerá como siempre todo el peso de la ley, valga decir los fusilamientos in situ de los escuadrones antidisturbios de la policía y el ejército.

Y entonces, viendo la foto divulgada por la prensa proclive, donde están en el palacio presidencial en conversaciones con el gobierno unos destacados dirigentes del Santismo y algunos de los llamados «líderes de la oposición democrática», es cuando viene a la memoria el luctuoso momento poco después del asesinato premeditado de J E Gaitán por el régimen falangista gobernante en Colombia aquel fatídico 9 de abril de 1.948, cuando el presidente conservador Ospina Pérez, oyendo el reclamo de las masas enfurecidas que aún asolaban la ciudad; llamó a palacio presidencial a los capitostes (jefes naturales según ellos) del partido Liberal muchos de ellos opuestos a Gaitán como Carlos Lleras Restrepo, o sospechosos de traición como Plinio Mendoza Neira, o lunáticos conciliadores como Echandía o Araujo; para que a nombre del gaitanismo y en representación suya formaran un efímero gobierno de conciliación nacional. Flor de un día porque al contrario, al no haberse resulto ninguno de los problemas estructurales que reclamaban las masas gaitanistas, previamente satanizadas como «populistas», y desatarse la feroz política de su exterminio, se originó el posterior conflicto social armado colombiano que aún dura, reciclado pero actual.

Porque además de las 4 razones para la movilización y el paro de este 21/N, que da la agencia británica BBC según https://www.las2orillas.co/las-4-razones-de-las-marchas-que-ivan-duque-debera-atender-segun-la-bbc/ y que son 1– El paquetazo de Duque o las reformas neoliberales que están esperando ser tramitadas en el congreso 2 – El Incumplimiento de los acuerdos con los estudiantes de las universidades tanto públicas como privadas sobre financiación de la educación alcanzados después del combativo paro estudiantil de 2018, y, contra la «brutalidad policial del escuadrón antidisturbios de la policía» (ESMAD) 3– El sistemático, abrumador e impune asesinato de más de 400 líderes sociales, defensores de derechos humanos, exguerrilleros amnistiados, y de indígenas, especialmente en las comunidades del Cauca. 4- La implementación del Acuerdo de paz de la Habana; sobre lo cual en nuestro pasado escrito ( ver https://www.radiomacondo.fm/columna/en-colombia-tambien-las-mascotas-se-parecen-a-sus-duenos/ ) adelantamos algunos puntos de vista que me permito volver a repetir:

En Colombia el fracaso del Acuerdo de paz de la Habana tiene varias aristas estructurales que echan por tierra la retórica del consejero Guarín, similar a Duque:

a) La perfidia de la clase dominante de santistas y uribistas (ambos de derecha y cipayos) que unos de manera hipócrita simularon la paz para «conejiarla» o engañarla y otros, más abiertamente, volvieron trizas ese maldito papel, castrando lo que el académico Jairo Estrada llama ilusoriamente las «potencialidades de Acuerdo de paz» para habilitar, o crear, o desarrollar condiciones, que desatasen, o generasen, o desencadenasen mejores condiciones que hiciesen posible la superación de la violencia política.

aa)A lo cual se deben agregar la imposición del gobierno de los EEUU al colombiano, para que implemente a como dé lugar no el Acuerdo de paz con las Farc sino la War on Drugs o guerra contra las drogas, como lo confirma el señor consejero presidencial para la Seguridad Nacional Guarín, al reducir todo el complejísimo problema del reciclamiento del conflicto social y armado colombiano a la simpleza del título de la mencionada entrevista: «El problema no eran las Farc, era la coca«. ( ver https://www.elespectador.com/noticias/judicial/el-problema-no-eran-las-farc-era-la-coca-consejero-presidencial-de-seguridad-articulo-891506 ) «En el norte del Cauca, si uno saca la mano por la ventana del carro blindado con escoltas del ejercito que me trasportó, a lado y lado recoge hojas de coca y marihuana»(sic)

b) La caudalosa cascada de errores garrafales (nunca aceptados) de la dirigencia del partido político «la Rosa» surgido del Acuerdo de paz que desestructuró la fuerza político-militar de las Farc en varias otras estructuras y redujo su representación política a 5 mil votos; creando una obvia desproporción entre las curules que actualmente tiene en el parlamento colombiano con su miserable representación real en la sociedad.

c) La base económica con sus dos problemas fundamentales: Primero, la estructura de la tenencia y uso de la tierra consustancial a la naturaleza política del Poder dominante en Colombia que, según los estudiosos del problema agrario colombiano al comparar el censo agropecuario del 2.014 con la muestra agropecuaria de 1.954; muestran cómo de una población total de 13, 8 millones de colombianos se ha pasado a 45,5 millones de habitantes. Se ha aumentado la superficie ocupada de 27 millones de hectáreas a 68 mill/has. Se ha reducido la superficie cultivada de 6 mill/ has, a 5,7 mill/has. Se ha aumentado la superficie de pastos de 13 mill/has, a 34,4 mill/ has. El número de cabezas de ganado ha pasado de 11 mill / cabezas de ganado a 26 mill/ cabezas ganado. De 8.093 explotaciones agrícolas de más de 500 hectáreas y que controlaban 11 mill / has, se ha pasado a 9.500 fincas que controlan 47, 2 mill/has. Y de 503.000 explotaciones de menos de 5 cinco /has, que controlaban 1´millon has, se ha disminuido a 368.000 minifundios con una superficie de 2,1 mill/has. Emanación del Poder que llevó a JM Santos a que en los diálogos de la Habana mientras se discutía el punto sobre la Reforma Rural, a expedir la ley 1776/2.016 que creaba las «zonas de interés del desarrollo rural económico y social (ZIDRES) para impedir el acceso de campesinos pobres y colonos a la tierra ociosa o baldía.

Segundo, el otro asunto estructural y que JM Santos se negó a discutir desde el inicio de las conversaciones de paz fue el conocido concepto de «modelo económico» (sic) que mezcla en la práctica dos modelos económicos mediante un pacto mafioso-financiero-extractivista: i) de ganaderos, terratenientes, mafiosos y gamonales políticos que ven en el Acuerdo de paz un obstáculo para mantener la captura de rentas obtenidas mediante el despojo hecho por los paramilitares oficiales, el narcotráfico y la ganadería extensiva como se demuestra en el párrafo anterior. ii) el gran capital financiero trasnacional interesado en orientar la lógica Neoliberal de la acumulación de capital por el despojo en los territorios en función del extractivismo, el mono cultivo y las economías de enclave, y el desarrollo de grandes proyectos minero-energéticos de acuerdo con la tendencia internacional de las «commodities».

Derivado de lo anterior: iii) la implementación de las finanzas públicas en función del rentismo financiero-extractivista Neoliberal que llevó al gobierno de Duque a profundizar la desfinanciación del Acuerdo de paz de la Habana (vía disciplina fiscal y focalización del gasto público) heredadas de su antecesor JM Santos; como lo demuestran todos los estudios serios realizados sobre el Presupuesto General de la Nación 2.019 y los documentos de planeación nacional y que desfinancian el Acuerdo de paz.

Por último, la actitud refractaria de los sectores alternativos, en lucha contra este modelo neoliberal de explotación y acumulación de capital descrito, que no desean entender que se debe ir más allá de aceptar el hecho de que Colombia ha sido convertida por el imperialismo estadounidense en el Israel de Nuestramérica. Que se debe profundizar en el análisis sobre lo que la anterior frase significa en la geoestrategia actual del Imperialismo global en su intento por revertir la crisis generalizada en la cual se encuentra. Que se debe ir a la naturaleza íntima y a las características específicas, incluida la historia política del Estado colombiano construido por el bloque de poder contrainsurgente (BPCi) a lo largo de más de 70 años de conflicto social armado, como un Estado contrainsurgente que incluso hoy día está desbordando sus propias fronteras para actuar, vía paramilitarismo oficial, o mediante agencias estadounidenses de mercenarios, o incluso directamente con misiones de la Fuerza Pública de Colombia en otros países hermanos como Venezuela, Centroamérica y ahora en Bolivia.

Y así, podemos llegar a la esencia contradictoria de la coyuntura continental geoestratégica que vivimos en el continente y de la cual Colombia no es ninguna excepción. 1– – La contradicción principal hoy en Nuestramerica (lo están demostrando los acontecimientos de masas que se están viviendo en todo el continente) es entre el Pueblo Trabajador, o mejor la gente del común que vive de su trabajo, en cada una de esas naciones y que está enfrentado en las calles de todo el continente a una oligarquía cipaya y lacaya del Imperialismo con su sistema de explotación y depredación Neoliberal en crisis generalizada. En Colombia la herramienta imperialista de dominación y de mantenimiento del sistema Neoliberal de explotación, es la pretextada War on Drugs o guerra contra las drogas expresada de forma florida por el consejero Guarín en la entrevista mencionada. 2– la lucha de masas que se está librando en los más diversos escenarios de nuestro continente, con avances y retrocesos como son todas las luchas de clases, ha vuelto a poner tres problemas básicos al orden del día para la discusión: a) El asunto del Estado, como lo define Gramsci: relación social de Hegemonía + Coerción. b) La revolución continental y las vías de esta revolución. c) La lucha de masas (ojo siempre de masas) en todas sus expresiones.

Ahora bien, ¿podrá el estrecho «diálogo político nacional» (pero sin las organizaciones reales de la sociedad civil) propuesto por el apurado presidente Duque en estos momentos de «efervescencia y calor» mencionados por Acevedo y Gómez en 1.810, resolver los problemas estructurales (ojo estructurales) aquí planteados? O, por el contrario, será necesario volver a poner sobre la mesa de dicho diálogo social amplio, la necesidad de una Asamblea Constituyente Amplia y Democrática que no solo discuta con los verdaderos representantes de la movilización social (no con politiqueros y liquidadores oportunistas que pretenden pelechar de la situación) los problemas que están afectando a la población y que motivaron su movilizaron, sino que además encuentre una verdadera Solución Política al conflicto social y armado reciclado: con cada una de las organizaciones que permanecen en armas enfrentadas al Estado contrainsurgente como el ELN, los distintos grupos las Farc-EP en armas o rearmados; al EPL, etc. ¡Es lo mínimo esperado!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.