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Colombia: ¿paramilitarización o derechización?

Fuentes: Rebelión

El Tiempo acaba de publicar un amplio informe sobre el avance del paramilitarismo en el país. Es apenas la punta del iceberg, afirma el diario. Desatando la alarma. Esta claro que para El Tiempo se trata de una paramilitarización, donde hasta el verbo hubo que inventarlo, no existía en el vocabulario de los medios. No […]

El Tiempo acaba de publicar un amplio informe sobre el avance del paramilitarismo en el país. Es apenas la punta del iceberg, afirma el diario. Desatando la alarma. Esta claro que para El Tiempo se trata de una paramilitarización, donde hasta el verbo hubo que inventarlo, no existía en el vocabulario de los medios. No obstante el verbo derechizar no hay que inventarlo, ya existía. En el informe se afirma que con 49 frentes, hacen presencia en 26 de los 32 departamentos del país y en 382 de los 1.098 municipios. Las regiones en que hacen presencia son: Córdoba, Guajira, Magdalena, Cúcuta, Medellín, Cesar. Han pasado de 3.000 hombres que tenían en 1995 a 13.500 hoy. Es tan profundo y extendido el problema que ha llevado a muchos académicos, especialistas, ONGs, políticos y hasta la embajada de Estados Unidos a poner el grito en el cielo por el grado escandaloso en que se ha expandido este problema. Estamos viendo la punta del iceberg, dice el informe, donde habla el vocero del gobierno, se expone el mapa político y militar, la paternidad de los «narcos» en su fundación hace 20 años, las cifras del horror de la última década y los fundadores. Como es obvio, El Tiempo omite lo fundamental en el tema del narcoparamilitarismo.

¿Qué es lo fundamental del narcoparamilitarismo en Colombia?

1. Que el actual presidente de Colombia fue uno de los principales responsables de la creación y patrocinio de ejércitos paralelos al estado, las «cooperativas de vigilantes» para que ejecutaran a todo sospechoso de ser comunista o simpatizante de la guerrilla. Alvaro Uribe junto a terratenientes, ganaderos, narcos, comerciantes y políticos fue su impulsor y fundador durante los 90s siendo gobernador de Antioquia cuando era aliado del cartel de Medellín y de Pablo Escobar. Aquellos ejércitos paralelos integrados por civiles a sueldo, mercenarios, fueron la base de lo que hoy conocemos como narcoparamilitarismo. De esa época surge su amistad con los Castaño, Mancuso y los demás cabezas del narcoparamilitarismo, compinches con los cuales pretende negociar la «paz» hoy. Al crear estos grupos narcoparamilitares, la idea era que el estado se quitara de encima la responsabilidad de actuar dentro del «estado de derecho» y así evitarse tener que dar explicaciones por las denuncias que le hacen Amnistía Internacional, Cruz Roja, ONGs, etc, de violador de los derechos humanos. Violaciones que viene cometiendo el ejército y los aparatos de seguridad institucionales desde hace décadas.

2. Que es una estrategia contrainsurgente con los componentes típicos de la doctrina anticomunista. La oligarquía la lleva a cabo a través de sus aparatos de seguridad cubiertos o encubiertos siguiendo los manuales de guerras de baja intensidad que Estados Unidos ha llevado a cabo en el continente latinoamericano. En Colombia esta estrategia tuvo su origen en los años 30s utilizada en de eliminación de la oposición y se llamó los Chulavitas y los Pájaros. Tácticas de represión policial «paralelas» que usaron los distintos gobiernos desde Laureano Gómez hasta Alvaro Uribe. Su versión reciente ampliada al continente se llamó Plan Cóndor que empezó con el golpe de estado de Pinochet contra el presidente Salvador Allende el 11 de Septiembre de 1.973 y que siguió aplicándose a lo largo del continente dejando una inmensa estela de muertos, desaparecidos, encarcelados y refugiados políticos. Pasando por las estrategias contrarrevolucionarias que empleó en Nicaragua (la contra) y los escuadrones de la muerte en El Salvador y Guatemala que se cobraron la vida de cientos de miles de personas. ¿Objetivo? Reprimir los movimientos de oposición, tanto democráticos como socialistas y comunistas que existían en todo el continente.

3. Defender los intereses políticos y económicos de la clases dominante colombiana y de sus aliados principales: Estados Unidos. Eso explica la ayuda económica que reciben de terratenientes, industriales, grandes propietarios, ganaderos, compañías petroleras, empresas transnacionales y del congreso de Estados Unidos.

4. Que el ejército colombiano es el guía, instructor y coordinador del programa paramilitar. Coordina sus operaciones contrainsurgentes, los apoya, hace patrullajes conjuntos. Es parte de su estrategia militar para combatir a su enemigo interno, las guerrillas.

5. Que las estrategias contrainsurgentes sólo han cambiado de nombre a lo largo de los años. Pero su contenido es el mismo: eliminar la oposición interna que amenace los intereses económicos y políticos de la clase dominante y los de Estados Unidos en el país y la región. Primero se le llamó Plan Lazo, estrategia anticomunista para combatir y destruir la incipiente guerrilla campesina de los 60s, la de Marquetalia. Este plan era parte de la Alianza para el Progreso. Después se le llamó estrategia de lucha antinarcóticos como parte del programa Santa Fé I y II, una estrategia para América Latina. Luego estrategia contra la narcoguerrilla o Plan Colombia e Iniciativa Regional Andina. Hace apenas unos tres años lucha contra el narcoterrorismo y hoy simple y llanamente estrategia «antiterrorista» en el marco de la estrategia de expansión del imperialismo estadounidense en el mundo. Todas ellas acompañadas de alianzas comerciales ALCA, y TLC. Siendo la invasión y ocupación de Irak la expresión más vulgar de dicha estrategia «antiterrorista».
Enumero algunas de las cosas fundamentales que El Tiempo olímpicamente omite. Aquí le ayudamos a ampliar el informe. La lista podría ser más larga, si nos pusiéramos a hacer un análisis histórico-social de las luchas populares en Colombia.
Finalmente, El Tiempo, uno de los principales Medios de Alineación Masiva del país no tiene por qué explicarnos y contarnos el cómo y el por qué de unas estrategias de las que ellos han sido y son parte como defensores de un statu quo que retroalimenta la familia Santos, la dueña del Tiempo. Pues están vinculados a los círculos de decisión y del poder. Y no es conveniente que el diseño de la estrategia de engañar, decir verdades a medias y pretender presentar informes y estudios sobre la realidad del paramilitarismo en el país sea desnudada a tal punto que tengan que rectificar. Los Medios de Alineación Masiva de Colombia como de Venezuela no se detienen en pequeñeces u omisiones. Lo importante para El Tiempo es seguir cubriendo con un manto de impunidad «noticioso» la brutal crisis del país. Una nación que, aplicando la racionalidad de la derecha, utilizando y combinando todas las formas legales e ilegales para diezmar la izquierda a través de los Pájaros, Chulavitas, narcoparamilitares, ejército, DAS, redes de informantes, fiscalía, juzgados, etc, ha hecho de la política y de las instituciones del estado una forma permanente de la guerra por todos los medios. ¿Y qué se puede vislumbrar de tal paisaje, de tal estilo de política? No es raro, por lo tanto, que tanto las ideas como los objetivos de la derecha terminen expandiéndose como mancha de petróleo(sangre) por todo el país. ¿Sí? No sabemos si tanto, como sugiere el informe de El Tiempo. Pero lo que si sabemos es que a pesar de los golpes, la izquierda no ha sido derrotada. Como sabemos que la izquierda tiene un mundo posible por construir y la derecha uno por defender, decadente, ensangrentado y caótico. Los Medios de Alineación Masiva como El Tiempo, también son un arma de combate de la burguesía y el imperialismo. Los medios de información alternativos tenemos que convertirnos en el arma de combate por otra sociedad y mundo posibles, por el socialismo.