El gobierno colombiano decidió hoy romper el acuerdo que tenía con Ecuador desde diciembre del año pasado de no fumigar con glifosato en una franja de 10 kilómetros a partir de la frontera común. En un comunicado, los ministerios colombianos de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional recuerdan que en diciembre de 2005, en atención […]
El gobierno colombiano decidió hoy romper el acuerdo que tenía con Ecuador desde diciembre del año pasado de no fumigar con glifosato en una franja de 10 kilómetros a partir de la frontera común.
En un comunicado, los ministerios colombianos de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional recuerdan que en diciembre de 2005, en atención a la solicitud de Ecuador, Bogotá decidió suspender temporalmente las labores de aspersión en la zona fronteriza.
«Teniendo en cuenta que esta suspensión temporal cumple ya un año, y que ha resultado en un sustancial incremento en dicha franja de los cultivos ilícitos, a través de los cuales se financia el narcoterrorismo, el gobierno de Colombia ha tomado la decisión de reiniciar las labores de aspersión en esa zona», apunta el texto.
Asegura que cuentan con argumentos científicos y técnicos respecto de los efectos inocuos en la salud humana y el medio ambiente de la mezcla utilizada por el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos Mediante Aspersión Aérea con Glifosato.
El comunicado refiere que dichos argumentos están sustentados en múltiples estudios nacionales e internacionales, entre los que se destaca el publicado por la Comisión Interamericana contra el Abuso de Drogas, en abril de 2005.
Indica que en noviembre pasado se inició la segunda fase de ese estudio, el cual incluirá reportes científicos sobre el impacto en la salud humana con análisis de riesgo genético tóxico y el alcance de la deriva por la aspersión, entre otros asuntos.
Al anunciar este lunes el reinicio de las fumigaciones aéreas en los departamento de Nariño y Putumayo, el director de la Policía Antinarcóticos, general Jorge Barón, aseguró que respetarían la petición de Ecuador de no fumigar en una franja de 10 kilómetros.
Estadísticas de la policía antinarcóticos afirman que la suspensión de las fumigaciones en la zona fronteriza en enero pasado, permitió a los narcotraficantes incrementar el área cultivada de coca.
Cálculos policiales señalan que esos cultivos crecieron en Nariño de dos mil 500 hectáreas en diciembre de 2005 a tres mil 450 en septiembre pasado, y en Putumayo, de tres mil 496 a seis mil 750 hectáreas en el mismo lapso.
Informaciones procedentes de Quito reflejan que el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, se opone a una eventual reanudación de las fumigaciones aéreas.
«Nosotros vamos a ser muy firmes en eso. Entendemos el problema que tiene Colombia, pero tendrán que erradicar la coca a pie», señaló Correa en entrevista con el diario ecuatoriano El Comercio.
Y añadió que «(las autoridades colombianas) no pueden hacer aspersión en avionetas, ya que eso pasa al lado ecuatoriano con perjuicio para nuestros cultivos».