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Colombia, ¡una democracia putrefacta y mezquina!

Fuentes: Rebelión

En Colombia la amnesia política de sus habitantes, hace que renunciemos a ser ciudadanos y pasemos a ser simplemente mercancías del sistema electoral corrupto y asqueante en el marco de la mal llamada “Democracia” donde lo único que hacen es convertirnos en borregos obedientes a un sistema electoral controlado por las élites politiqueras y mafiosas, representadas en dizque partidos políticos tradicionales, que no son otra cosa que verdaderas organizaciones o asociaciones para delinquir, en su mayoría.

La alienación y enajenación orquestada desde un sistema educativo, controlado y manejado por esos mismos que, cada cuatro años nos dicen que “la única forma de salvar la ´Democracia´, es salir a votar masivamente”.  Si, a votar por esos mismos corruptos disfrazados de ovejas que ocultan tras su pelaje la avaricia, la maldad, e inclusive la crueldad. Se convierten de inmediato en enemigos del pueblo que los eligió, promoviendo y aprobando reformas  (como la Reforma Tributaria) alimentan a sus promotores, los bancos y al sector financiero.A eso nos han llevado por más de 160 años. 

Con el voto, legitimamos una “Democracia” parasitaria, heredada por los sátrapas de la oligarquía gamonal; que asesinan las ideas de quienes se atreven a desenmascarar esos corderos con piel de hienas o de quienes aun creyendo en el desprestigiado sistema electoral y confiando en el respeto por la decisión ciudadana, se lanzan como «Fuerzas Alternativas de Centro» en elecciones.

Parafraseando esta frase de Vargas Vila, “Todos los hombres son aptos para perpetuar la especie.  La naturaleza forma y escoge a quienes son dignos de perpetuar la idea.” Aquí en Colombia pareciésemos estar predestinados a perpetuar la idea, de ser cómplices de la democracia más corrupta de América Latina.El mismo Vargas Vila nos dice: “La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo.” ¡Si!, en esas mismas  almas de los detentores del poder en Colombia, no solo albergan corrupción, sino odio y menosprecio por el pueblo que les da con su voto la visa expedita para seguir delinquiendo bajo la “ética” y la “moral” que ellos dicen representar.

Pero lo que quiero llamar la atención con este escrito panfletario emocional y racional, es que ellos profesan su credo basado en la fe de Jesucristo, los mismos que cada miércoles de Ceniza posan en sus frentes la esfinge de una cruz, que lo único que simboliza es la maldad del antiguo imperio romano, donde el mesías de Nazaret quiso persuadir al pueblo con esta célebre frase: «Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios» (Lucas 18:25)… En Colombia es más fácil que un elefante pase por ese mismo ojo de la aguja, que un político honesto entre al reino de la Casa de Nariño.

¿Será que Colombia estará condenada a otros Cien Años de Soledad?, porque de ser así, estaríamos condenados a otros cien años más de seguir pensando y actuando como esclavos, sin ser esclavos. «Qué ironía que en mi amada patria la Paz siga siendo nuestro enemigo violento, y el amor por ella nuestro enemigo sanguinario». Interpreto con estos versos del poeta Porfirio Barba Jacob; !!!Colombia pareciera estar condenada genéticamente a una violencia irracional!!!.

 Termino este escrito, con una breve cita del magnífico ensayo “La Paz del Pueblo Ausente” de nuestro titán de las letras William Ospina: “Aquí nos enseñaron a hacer política sólo con urnas, hay que devolverle la vida a la política”. En mi percepción también digo ¡Señores: al pueblo hay que devolverle su dignidad!