Recomiendo:
0

Comienza un año difícil para gobierno colombiano

Fuentes: Prensa Latina

Tras el largo feriado de Navidad y Año Nuevo, Colombia vuelve hoy a la normalidad, y el gobierno deberá enfrentar dificultades internas y definir su postura sobre diferendos con algunos de sus vecinos. En principio, el retorno de las vacaciones coincide con la toma de posesión de los presidentes de tres naciones vecinas de Colombia, […]

Tras el largo feriado de Navidad y Año Nuevo, Colombia vuelve hoy a la normalidad, y el gobierno deberá enfrentar dificultades internas y definir su postura sobre diferendos con algunos de sus vecinos.

En principio, el retorno de las vacaciones coincide con la toma de posesión de los presidentes de tres naciones vecinas de Colombia, como son Nicaragua, Venezuela y Ecuador.

El mandatario colombiano, Alvaro Uribe, principal aliado de Estados Unidos en América Latina, tendrá que decidir si concurre a los actos de investidura de esos tres homólogos, todos de conocida tendencia de izquierda y contrarios a las políticas de Washington.

Aunque se afirma que Uribe asistirá a la toma de posesión del nicaragüense Daniel Ortega, no se puede olvidar que los dos países sostienen hoy una disputa por el reclamo territorial de la nación centroamericana de varias islas en el Mar Caribe.

Precisamente, fue el gobierno sandinista -encabezado por el propio Ortega- el que en 1980 desconoció el Tratado Bárcenas-Meneses-Esguerra, de 1928, mediante el cual las islas de San Andrés y Providencia, así como varios cayos pasaron a soberanía colombiana.

Para tomar tal decisión, las autoridades alegaron que ese acuerdo se firmó cuando Nicaragua estaba ocupada militarmente por Estados Unidos.

La situación llegó a tal punto que a finales del siglo pasado Nicaragua llevó el caso a la Corte Internacional de La Haya, Holanda, que ya citó a una audiencia para junio venidero para definir el tema.

Además de eso, Managua impuso altos gravámenes a los productos colombianos, lo cual prácticamente eliminó el comercio bilateral.

Con el retorno de Ortega al poder se espera que aumente el interés de Nicaragua por recuperar esos territorios, los cuales Colombia no está dispuesta a ceder.

De ahí la importancia de esta visita de Uribe a Managua mañana miércoles, si es que se produce, para asistir a la toma de posesión de Ortega y sostener el primer intercambio con el presidente nicaragüense.

Pese a las buenas relaciones, planes conjuntos y el creciente comercio bilateral, lo que sí parece segura es la ausencia de Uribe a la toma de posesión de Hugo Chávez para su tercer mandato al frente de los destinos de Venezuela.

Finalmente, el gobernante colombiano tendrá que decidir si viaja o no a Quito a la toma de posesión del presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, el próximo lunes, para tratar de superar la crisis diplomática bilateral generada por las fumigaciones en la frontera.

Desde el 11 de diciembre pasado el gobierno colombiano reanudó las aspersiones aéreas con glifosato en la franja fronteriza, cuando un año antes se comprometió a no hacerlo, ante un pedido de Quito, que alegó los daños del herbicida a la vida humana, animal y vegetal.

A ese panorama internacional, se le suma a Uribe la compleja situación interna por el llamado escándalo de la parapolítica (los nexos de políticos con paramilitares), que este año tendrá su mayor desarrollo, tras ser considerado el suceso del 2006 en el país.