La matriz de CIMM T & S es el Centro de Investigación Minero Metalúrgico, CIMM, un centro de investigación cuprífero que nació a fines del gobierno de Frei Montalva. Su creación fue iniciativa del entonces, ministro Sergio Molina, en el contexto de la «Chilenización» del metal rojo (51 % propiedad estatal, 1969). CIMM surgió como […]
La matriz de CIMM T & S es el Centro de Investigación Minero Metalúrgico, CIMM, un centro de investigación cuprífero que nació a fines del gobierno de Frei Montalva. Su creación fue iniciativa del entonces, ministro Sergio Molina, en el contexto de la «Chilenización» del metal rojo (51 % propiedad estatal, 1969). CIMM surgió como una corporación de derecho privado con fuerte respaldo estatal, con el objetivo de realizar investigación tecnológica al servicio de la explotación cuprífera del país. Durante el gobierno de la Unidad Popular cobró mayor fortaleza ante la nacionalización del cobre. El consejo de la empresa hasta la decisión y durante el proceso de venta, está conformado por personas ligadas al gobierno central, más el Instituto Chileno Minero.
EL ORIGEN DEL CIMM T & S CIMM T & S se transformó en una Sociedad Anónima en 1997, y el presidente del directorio fue Ernesto Tironi (hermano de Eugenio).
En esa época, Ramón López, quien era presidente del Sindicato de Santiago porque la Federación todavía no era una realidad, explica que «ya entonces el objetivo de Tironi era vender la empresa. Pero mucha gente que se formó en el CIMM histórico, pasó a CIMM T & S. Se trata de una columna de técnicos y profesionales con gran sentido de identidad y equipo que se resistieron a la venta.» De este modo, se vive un nuevo impulso de la empresa. Llega a haber 2.400 trabajadores. Es la época dorada de CIMM T & S. Se realizan servicios a las mineras Escondida, Collahuasi, Codelco, Andina, Pelambres, El Teniente, y otras. Bajo esa administración se alcanzaron utilidades significativas.
UNICO OBJETIVO: VENDER RÁPIDO Y CONTRA LOS BENEFICIOS E INTERESES DE LOS TRABAJADORES
Ramón López, ex presidente de la FENATRACIMM, recientemente removido de su cargo y convertido en un director sindical más por oponerse a los procedimientos de la privatización, cuenta lo que podría ser calificado de un verdadero «manual» de cómo vender propiedad estatal del cobre en Chile bajo un gobierno civil.
-¿Quién es Felipe Montt, número uno de la dirección de CIMM T & S? «Cuando supe de la incorporación de Felipe Montt como presidente del directorio de la empresa, busqué antecedentes que lo perfilan como un franco «liquidador», especialista en venta y compra de empresas como el Scotiabank, Telefónica y por estar ligado al llamado «robo del siglo» o «caso Chispas». Hacia fines de la dictadura, como Endesa (ENERSI) quería ampliarse, se asoció con Endesa España que pretendía -y bien le ha ido- controlar la electricidad en Chile. En el directorio de Endesa, Felipe Montt representó las acciones de una AFP, que correspondían al 32% de la firma, entonces estatal. En ese contexto, en 1997 ocurrió que José Yuraszeck (ex militante de Patria y Libertad) junto a sus ex socios en Enersis, Marcos Zylberberg, Luis Fernando Mackenna, Marcelo Brito, Arsenio Molina y Eduardo Gardella, y Carlos Cáceres fueron acusados de fraude por la venta del paquete controlador del holding eléctrico a Endesa España. A raíz de esta acusación, los socios estratégicos se vieron obligados a pagar unos US$ 75 millones en multas. Básicamente, el fallo sostiene que los ejecutivos usaron sus cargos directivos en beneficio propio «infringiendo la transparencia del mercado de valores y ocultando información a los restantes directores y accionistas de las citadas compañías», según la Superintendencia de Valores y Seguros.»
-¿Qué hizo usted como máximo representante sindical cuando conoció el historial de Montt? «Como presidente de la FENATRACIMM convoqué a los trabajadores y tomé contacto con el presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), Cristian Cuevas, antes de las Fiestas Patrias de 2010 para que nos apoyara y porque somos parte de la CTC. Como la empresa se encontraba en proceso de negociaciones colectivas, todos pensábamos que luego de ellas vendría la privatización. Así fue.»
-¿Cuáles fueron los fundamentos de la privatización? «El argumento de la gerencia para privatizar CIMM T & S es que la empresa tiene muchas perspectivas de crecimiento, pero no hay capital para enfrentarlas y el Estado no piensa ponerlo. Felipe Montt dijo que la rentabilidad era súper baja, por tanto no había plata. Hoy la corporación vende US$66 millones de dólares anuales y tendría posibilidades de llegar a los US$100 millones de dólares anuales. ¿Por qué se privatiza una entidad de administración estatal que no sólo obtiene buenas utilidades, sino que tiene muy buenas proyecciones? Ese es el típico fundamento que se ha utilizado para enajenar toda la propiedad estatal desde el régimen militar. Pero pasa que muchos dirigentes sindicales plantean que es muy difícil sostener la no privatización en las faenas porque los trabajadores no tendrían ‘sentido de pertenencia’ con la empresa porque se labora mediante licitaciones que nunca superan los cinco años. No existe conciencia entre la mayoría de los trabajadores, ni en los mismos dirigentes sindicales de mantener en el Estado la compañía.»
EL ACUERDO MARCO (A.M.)
-¿Qué hicieron para defender a los trabajadores de los efectos de la privatización? «En una reunión con Cristian Cuevas, después de las celebraciones de septiembre, decidimos formular un Acuerdo Marco (A.M.) del lado de los trabajadores, para no esperar sentados la ofensiva privatizadora. Este acuerdo lo firmó también el Sindicato de Profesionales. Sin embargo, cuando teníamos casi listo el Acuerdo Marco, la empresa nos llamó el 7 de octubre donde se nos comunicó la enajenación de CIMM T & S. A la misma hora que Felipe Montt nos informaba a los dirigentes sindicales, en todas las locaciones de la compañía se convocó a los trabajadores para decirles lo mismo. Fue una estrategia de información paralela.»
-¿De qué se trata el Acuerdo Marco? «Nuestro Acuerdo Marco señalaba es sus partes más importantes que a los trabajadores se les entregara un bono anual por concepto de gratificaciones; la implementación de un tarifado de acuerdo a los cargos; y la extensión de los beneficios conquistados en las negociaciones colectivas para los nuevos trabajadores después de la propia venta de la empresa. Otros aspectos del A.M. tenían que ver con seguros de salud, infraestructura, capacitación. Le agregamos un bono de venta o transferencia de $6 mil millones de pesos (US$12 millones de dólares) a repartir entre todos los trabajadores. Es decir, $3 millones de pesos por funcionario (US$6 mil dólares). Eso lo acordamos como directorio sindical, sin que Montt lo conociera todavía. Además, los dirigentes convinimos establecer condiciones a quienes compraran CIMM T & S relativas a la estabilidad laboral. De hecho la ley resguarda estas propuestas cuando se enajena propiedad pública. Mi temor era que los nuevos propietarios podían lanzar a la calle a la mitad de los trabajadores en el curso de tres años y producir una rotación laboral con salarios mucho más bajos. Por eso pusimos en el A.M. un tarifado, esto es, que cualquier tipo de nuevo contrato debía ser bajo las mismas condiciones, beneficios, sueldos y cargos que existían antes.»
-¿Le presentaron el A.M. a Montt? «Cuando le expusimos estos puntos, Felipe Montt dijo que ellos significaban bajar el precio de la empresa. Ahí nos percatamos, como un balde de agua fría, que los tiempos y las condiciones de la venta las impondría Montt.»
LA NEGOCIACIÓN IMPOSIBLE
-¿Qué pasos siguieron? «Para discutir todas estas cuestiones, queríamos que se instalara una Mesa de Trabajo o de Negociación. Y le hicimos entrega del A.M. a Montt antes de la primera quincena de octubre de 2010. Entonces formamos un equipo de trabajo compuesto por la FENATRACIMM, El Sindicato de Profesionales y la CTC dirigida por Cristian Cuevas. De hecho, él (Cuevas) colocó en el equipo a dos periodistas y un abogado. Allí diseñamos una estrategia cuya primera fase consistía en instalar el conflicto en la opinión pública. Como el factor comunicacional era muy importante, se plantearon tareas concretas al respecto: Tomar contacto con la Federación de Trabajadores del Norte, que agrupa a tres sindicatos, realizar asambleas, entregar una carta en La Moneda con publicidad; entregar otra al Ministerio de Minería; realizar una conferencia de prensa en forma; publicar un número especial de nuestra revista Enfoque Sindical. Asimismo, establecer una fuerte alianza con los profesionales de la empresa, tomar contacto con diputados y senadores de las comisiones de Minería, e incluso con las empresas que querían comprar CIMM T & S, como la transnacional canadiense SGS. Los objetivos principales eran difundir nuestro Acuerdo Marco y provocar la constitución de la Mesa de Negociaciones o Trabajo. Por su parte, el abogado acopiaría antecedentes sobre las prácticas antisindicales de CIMM T & S.»
-¿Qué frutos tuvieron las medidas acordadas? «Rápidamente la estrategia comunicacional comienza a fallar. La CTC empieza a relativizar las tareas resueltas. Yo les pido a los periodistas que puso Cristian Cuevas que para la revista entrevisten a América Hidalgo (joven dirigente de Rancagua) y a José Mardones (PC y dirigente de Chuquicamata). Sólo entrevistaron a este último. Asimismo, a Luciano Huerta, que era tanto tesorero de la FENATRACIMM, como de la CTC, se le encomienda la labor de reunir los recursos para financiar la campaña. Se determina cobrar mil pesos por trabajador para estos fines (dos dólares). Pero Luciano no hace bien su labor. Su gestión no esta a la altura de los acontecimientos. Su pega se centra más en la CTC.»
-¿Y otros dirigentes? «Por otra parte, el secretario de la Federación de CIMM T & S, Miguel Santana, brilla por su ausencia en este proceso. Además, Santana se declara abiertamente amigo del gerente de Recursos Humanos de la empresa, Hugo Cataldo, que quiere privatizar. Extrañamente, la negociación sindical que condujo Santana en Andina fue una de las peores para los trabajadores en relación a las demás negociaciones que tuvo la empresa (8 en total). Hugo Cataldo (gerente de RRHH) ya había resumido su filosofía, diciendo que «Yo te ayudo si eres amigo mío. De lo contrario eres mi enemigo». Felipe Montt ante las denuncias de que Hugo Cataldo había hecho capacitaciones a una empresa de la competencia siendo director de Educación y Gestión de una empresa ligada a CIMM T & S, nunca se manifestó incómodo. En otro plano, estábamos muy molestos con el gerente general de la empresa, Yanko González, porque como trabajadores hicimos mucho para ayudarlo a llegar allí. Mientras fue gerente general interino hubo buena sintonía con nosotros. Eso cambió cuando fue ratificado como gerente general de planta. Yanko González nunca generó un proyecto de desarrollo de la corporación con los trabajadores, y ese era el compromiso que nos llevó a apoyarlo (con movilizaciones incluidas). Nos sentimos traicionados.»
-Pero la planificación que hicieron ustedes no terminaba en lo puramente comunicacional… «La segunda fase de la estrategia para defender el Acuerdo Marco era que si los trabajadores no se movilizaban, por lo menos lo haríamos los dirigentes sindicales. Al respecto, nosotros confiábamos mucho en la CTC y particularmente en Cristian Cuevas. A tal punto, que se le pidió a él que encabezara las negociaciones con la empresa, que él llegara a Felipe Montt para establecer la Mesa de Trabajo. Sólo sabemos que se reunió con Yanko González, pero nunca hubo informe alguno sobre eso. Paralelamente, los periodistas de la CTC no publicaron por negligencia el Enfoque Sindical que contenía nuestro Acuerdo Marco. Empezaron a ocurrir cosas extrañas. Tuvimos que sacar nosotros mismos la revista. Tampoco se hace la conferencia de prensa comprometida. Asimismo, nos reunimos con los diputados Marco Espinoza y Guillermo Teillier, a quienes les entregamos los antecedentes y ellos enviaron un oficio al ministro de Minería. Lo mismo ocurrió con el presidente del Partido Radical Social Demócrata, José Antonio Gómez, quien también mandó un oficio. Pero no pasó nada. Entonces le pedimos a los dirigentes Luciano Huerta y José Mardones que hicieran un seguimiento del trámite. Tampoco se hace esa labor.»
-¿Y la Mesa de Trabajo? «Finalmente, Montt no aceptó la Mesa de Trabajo, y empleó la maniobra de citar a todos en Antofagasta a fines de octubre. Nosotros no asistimos porque lo que solicitábamos era una Mesa de Trabajo. La reunión convocada por Montt tuvo como fin exponer latamente su proyecto, para informar, no para negociar con los trabajadores. Él buscaba la condescendencia de los dirigentes, pero fracasó. Por otro lado, Montt no respondió formalmente a nuestro A.M., entregado vía correo electrónico y por mano de algunos profesionales. Después se realizó una nueva reunión en Santiago, donde la FETRACIMM, por primera vez presenta un proyecto propio. Aquí también ocurre algo extraño. Al presidente de los profesionales asociados a la FETRACIMM lo remueven del cargo de presidente, debido al acercamiento a nosotros, la FENATRACIMM, para hacer la unidad y enfrentar juntos el proceso privatizador. En la ocasión, Montt expuso otra vez su proyecto. Los trabajadores hicimos lo propio y él quedó de respondernos en una semana. No cumplió con el plazo, y contestó después en una reunión en Iquique que va a dar un bono de traspaso. No asumió la extensión de beneficios ni el tarifado, y dijo que si los nuevos propietarios echan personas se les «castigará» con una multa de un 40% adicional en las indemnizaciones, pero sólo los primeros 6 meses de la eventual nueva administración, e irá decreciendo durante 18 meses hasta llegar a cero. También prometió dinero a los sindicatos para paliar una deuda que tiene el sindicato de Chuquicamata con la empresa (cuyo origen desconocemos), donde está el dirigente José Mardones. Luego nosotros realizamos una contraoferta basada en nuestras propuestas originales. Entonces Montt aceptó que el bono de venta fuera pagado el 50% ahora, y la mitad restante al año siguiente, pero con sus propios montos. Nosotros replicamos denunciando la mezquindad, insuficiencia y poca transparencia de su oferta, entre otras cosas, por las primas que él se llevará por la privatización.»
-¿Y los profesionales de CIMM T & S? «Nosotros habíamos tenido un buen entendimiento con el Sindicato de Profesionales de CIMM T&S, con quienes estábamos unidos. Sin embargo, los intentos de dividirnos siempre estuvieron presentes.» -¿Y de qué modo informan sobre estos acontecimientos? «Todo esto los denunciamos en la revista Enfoque Sindical antes de ser distribuida. El secretario de nuestra Federación, Miguel Santana -que ahora está a cargo de llevar dinero a la CTC a través de una OTEC (venta de capacitaciones)- se manifiesta en desacuerdo con denunciar a Felipe Montt. Paralelamente, José Mardones me pide también que quite el artículo dedicado a Felipe Montt donde se habla sobre la deuda del Sindicato de Chuquicamata. Nosotros empezamos a realizar asambleas porque sólo nos queda la herramienta histórica de la movilización, a la cual también se niegan Miguel Santana y José Mardones con pobres argumentos. Entonces se produce un encuentro en Calama de la CTC a fines de noviembre, a la cual asistimos, donde nuevamente se plantean contra las denuncias a Montt y la realización de movilizaciones. Yo les digo que sólo se puede negociar movilizados. Ahí se descubre la «máquina» y el montaje al servicio de la venta bajo las condiciones de la empresa. Ya tenían todo arreglado y a puerta cerrada. Luego hay una reunión en Santiago el 1 de diciembre, donde la CTC paga el viaje en avión a dirigentes que no habían participado en ninguna parte de este proceso. Ahí «me hacen la cama», y mediante una votación concertada me sacan de la presidencia de la Federación, quedando sólo como director sindical. Y mientras me remueven, la empresa actúa ‘de hecho’, enviando cartas certificadas a los trabajadores donde les informa los montos del bono de venta. Es decir, el negocio ya estaba cocinado a espalda de los trabajadores. Únicamente quedaba quitarme del medio. Al parecer, la CTC ya no tiene nada que ver con los principios que la originaron. Se prestó para dividirnos en un momento que debíamos estar más unidos que nunca. Yo no estoy dispuesto a ser una extensión de los intereses de la gerencia de Recursos Humanos.»
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