Desde tempranas horas del lunes 30 de enero del presente año inicio la Gran Marcha Victoriosa del movimiento guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo (FARC-EP) hacia la Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN) ubicada en el Corregimiento La Carmelita en el municipio de Puerto Asís, departamento del Putumayo al sur […]
Desde tempranas horas del lunes 30 de enero del presente año inicio la Gran Marcha Victoriosa del movimiento guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejercito del Pueblo (FARC-EP) hacia la Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN) ubicada en el Corregimiento La Carmelita en el municipio de Puerto Asís, departamento del Putumayo al sur de Colombia. Desde su partida de las más recónditas montañas de Puerto Leguizamo, las que por muchos años habían sido su refugio y soporte, y durante el largo recorrido vía fluvial por el extenso y caudaloso Río Caquetá pudieron sentir todo el calor humano expresado con sonrisas, mensajes de respaldo y saludos a la distancia por el pueblo campesino quienes se aglomeraron a lo largo de las riveras para ver pasar, quizá por última vez, a los verdaderos héroes que durante muchos años se habían convertido en sus protectores y defensores ante la brutalidad y el salvajismo de un Estado que la única presencia que hace en esas zonas tan apartadas es con represión y violencia a través de su aparato militar. Era un momento único e histórico, por eso nadie quería perdérselo. Aunque muy en el fondo de sus corazones, sientan un inmenso vacío que les genera muchas preocupaciones y temores, pues ya no van a contar con ese importante grupo de hombres y mujeres valientes que siempre estuvieron dispuestos a defender sus bienes e intereses. Ahora tendrán que seguir enfrentándose ante el mismo peligroso Estado que, hasta ahora no ha cambiado en nada su perversa y criminal forma de actuar, a pesar de estar en un proceso de paz. Es un reto que tendrán que asumir no solo las comunidades campesinas de esta región sino de toda Colombia.
¡Todo fue alegría y entusiasmo!
Por donde pasaba la caravana de vehículos que transportaba a los combatientes de las FARC-EP se podía observar a la gente contagiarse del ambiente de paz que emanaba desde las ventanillas de los vehículos con saludos y sonrisas. En las diferentes poblaciones de la región se pudo observar aglomerarse a muchos para dar un saludo de bienvenida a la vida civil a la guerrilla, donde se hicieron concentraciones de personas y la caravana tuvo que hacer paradas, fuimos testigos de la euforia que despertaba el estar cerca de los guerrilleros y guerrilleras de las FARC-EP; muchos les saludaban de mano, otros les brindaban un abrazo y la gran mayoría de la gente no perdió la oportunidad para tomarse fotografías. ¡Estábamos lejos de imaginarlo! Pues el aparato mediático al servicio de las oligarquías criminales del país siempre habían mostrado por sus diferentes canales oficiales que la guerrilla de las FARC era un terrible y brutal monstruo asesino al cual había que huirle si se quería salir bien librado. Las estaciones radiales de la Fuerza Pública siempre han hablado y siguen hablando de «proteger a la población civil» de los terroristas de las FARC en fin, han creado y vendido toda una imagen negativa del movimiento guerrillero. La realidad nos mostraba otra cara. Fueron muchos los gestos de cariño, admiración, gratitud, respeto y aprecio que pudimos encontrar en las comunidades de Putumayo; desde la izada de banderas blancas en muchas viviendas y vehículos pasando por la entrega de flores a los guerrilleros y guerrilleras hasta escuchar por más de una hora el himno de las FARC-EP desde un vehículo particular que se encontraba ubicado al pie de un batallón del mercenario ejército colombiano a unos cinco minutos del municipio de Villagarzón donde los trabajadores de este poblado quisieron brindar un saludo al ejercito del pueblo.
Aún faltaba la llegada al destino final, el recibimiento que le hicieran las comunidades de Puerto Asís al movimiento guerrillero no pudo ser mejor, cientos de personas en motocicletas y vehículos les esperaban en un pequeño poblado llamado Santana, ubicado a unos quince minutos del casco urbano de Puerto Asís (donde curiosamente también existe un batallón del ejército colombiano) para acompañarlos. Al llegar al conocido kilometro dos del municipio de Puerto Asís nos encontramos otro importante número de personas con camisetas blancas donde se podía leer «Renace la Esperanza» quienes recibieron con flores a los guerrilleros y guerrilleras; desde un vehículo de una empresa privada se podía escuchar una grabación donde les daban un emotivo y sincero saludo de bienvenida a todos los combatientes de las FARC-EP. Curiosamente a pocos pasos del lugar, existe también un batallón. En la medida en que la caravana se adentraba al centro poblado de Puerto Asís esta se hacía más grande y aun después de llegar a la orilla del Río Putumayo donde a través de unos planchones pasarían los vehículos con los integrantes de la guerrilla al caserío denominado Puerto Vega, continuaban llegando más personas en sus motocicletas y vehículos a saludar y acompañar la Gran Marcha Victoriosa del Pueblo en Armas en su tránsito a la vida civil. Una vez se bajaron de los vehículos para subir a los planchones en forma ordenada pasaron a saludar a la multitud de personas que con ansiedad les esperaban, ya sea para regalarles una flor, para abrazarles, para estrecharles la mano o para tomarse fotografías. Se vivía un verdadero ambiente de paz, alegría y tranquilidad a pesar de los guerrilleros llevar sus fusiles; no se vio ni el más mínimo asomo de temor por parte de las comunidades tampoco se presentó reproche o insulto alguno, por el contrario, la alegría en sus rostros y los aplausos de despedida eran una clara muestra de admiración y gratitud a ese puñado de hombres y mujeres valientes que durante muchos años han empuñado las armas para defender a su pueblo y que hoy decididamente están dispuestos a dejarlas para continuar en su propósito de construir una nueva nación.
Ya en el Corregimiento de La Carmelita, fue mayor la sorpresa para el movimiento guerrillero, un gran número de niños y niñas acompañados por sus padres y madres les esperaba adelante para expresarles a través de carteles y sonrisas toda su admiración. Desde el mediodía se habían concentrado para esperarles y ya el reloj daba las 19:00 horas y ahí estaban todos; hombres, mujeres, ancianos y niños firmes con la ilusión de ver, saludar y dar la bienvenida a los guerrilleros y guerrilleras de las FARC-EP. Como el protocolo de seguridad en cabeza del Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) no les permitía descender de los vehículos fueron avanzando lentamente ante los aplausos y sonrisas de las comunidades que a medida que avanzaban caminaban acompañando y saludándoles a través de las ventanillas de los vehículos mientras que otro gran número de personas en sus motocicletas acompañaban la caravana hasta el punto en que la multitud no permitió el paso de los vehículos lo cual llevo a que descendieran de estos, en ese momento la gente empezó a aglomerarse en torno a ellos para abrazarlos y expresarles su cariño, la intención de no dejar avanzar los vehículos por parte de la multitud obedecía al interés de escuchar de voz de la guerrilla un saludo para toda la gente presente que desde las más apartadas veredas de Puerto Asís y otros
municipios habían llegado y esperado tanto para ese momento, es así como a través de un altavoz portátil, el Comandante Ramiro Duran se dirige a la inmensa muchedumbre para agradecer en nombre de los frentes 32, 48, 49 y unidades que integran el Bloque Sur de las FARC-EP incluida su comandancia. En su corta intervención se vio reflejada la emoción de sentirse respaldados por un pueblo que aún no ha perdido la esperanza y que sigue creyendo en el proyecto político emancipador y libertario de la que ha sido considerada una de las guerrillas más antigua del continente. Después de dicho acto continuo la caravana acompañada por la multitud hacia la zona delimitada para estancia de la guerrillerada por seis meses, tal como lo dice el Acuerdo General. Este importante día pasara a la historia de esta hermosa región selvática y seguramente, de toda Colombia como el momento en que la guerrilla de las FARC-EP marchó por selvas, ríos y carreteras para cumplir con su compromiso de paz a pesar del incumplimiento del Gobierno Nacional.
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