Este año tanto secundarios como universitarios hemos dado pasos históricos para el movimiento estudiantil, hemos sido capaces no tan solo de debatir entre los diversos actores y poner en la mesa que la educación es un derecho y que esta debe ser de excelencia, gratuita y al servicio de la sociedad, sino que hemos cuestionado […]
Este año tanto secundarios como universitarios hemos dado pasos históricos para el movimiento estudiantil, hemos sido capaces no tan solo de debatir entre los diversos actores y poner en la mesa que la educación es un derecho y que esta debe ser de excelencia, gratuita y al servicio de la sociedad, sino que hemos cuestionado profundamente el sistema en que vivimos.
La necesidad de cambios estructurales ha sido tema central en este proceso y no hemos temido decir que creemos que este Estado debe tomar parte protagónica en la educación de chilenos y chilenas en todos sus niveles, que es necesario tanto la renacionalización de nuestros recursos naturales como una reforma tributaria para sostener los cuatro pilares fundamentales de la sociedad: salud, vivienda, tra
Este movimiento ha tomado poco a poco cuerpo a través de hitos fundamentales que nos han llenado de esperanza y han fortalecido nuestras convicciones, las tomas que se han desplegado a largo de Chile con mucho esfuerzo de nuestros compañeros, la marchas tan emblemáticas como fue la realizada en Santiago con los Trabajadores subcontratistas del Cobre que tenía como consigna » Renacionalización del Cobre: para un trabajo digno y una Educación gratuita » , los caminantes que desde la Serena marcharon hasta Santiago para emplazar al Gobierno, los múltiples Pasacalles y tantas otras actividades en las que hemos dialogado y nos hemos nutrido de las experiencias de nuestra gente, no es coincidencia que aunque lo quieran ocultar, hoy este movimiento tenga un amplio espectro de aceptación social.
Pero no ha sido fácil, sabemos que el Gobierno, temeroso de escuchar la voz del pueblo, aferrado a su proyecto privatizador y precarizador no solo nos ha cerrado sus puertas, sino que ha desplegado todas sus fuerzas represivas contra nosotros, la Derecha, que no ha sido capaz de dar soluciones al descontento popular responde con amenazas, hostigamiento y represión.
Para acallarnos despliegan todos sus tentáculos desde la violencia institucionalizada: vemos Liceos y Universidades que son abruptamente desalojados, destruidos en gran parte tras la irrupción de las fuerzas policiales.
Vemos como muchos compañeros salen heridos gravemente en las marchas o son detenidos de manera ilegal, siendo insultados, menoscabados y golpeados, peligrando incluso su vida dentro de los recintos policiales.
Sabemos que amenazan de muerte a nuestros dirigentes o que hostigan a sus familias.
Nos encontramos en un país donde el Estado de Derecho se ha debilitado y la clase política en su conjunto -Gobierno y oposición- no cede, da vuelta la cara y espera que las fuerzas represivas nos debiliten, nos cansen, nos mutilen.
Pero no estamos solos, el Movimiento Estudiantil con su legítima lucha, ha ganado gran adhesión entre la gente, y eso solo ha sido fruto del trabajo, la consecuencia y de un discurso claro y sensato que sólo pide más igualdad para Chile, mas igualdad para nuestras familias.
Hoy debemos ser más compañeros que nunca, debemos cubrirnos espalda con espalda, desplegar nuestros equipos de seguridad en las tomas y en las marchas, cuidarnos, porque los necesitamos a todos y a cada uno de ustedes para hacernos escuchar, para hacer que se oiga en todas las calles la voz del pueblo, para llevar a todos los rincones el eco de nuestra demanda: la educación debe ser recuperada para todos .
Con o sin represión estaremos en nuestros espacios y en las calles, porque nuestras demandas son justas y necesarias, y porque es hoy o nunca: por nuestras familias, nosotros y los que vendrán, no demos ni un paso atrás.
Carolina Zapata Salazar: Miembro Colectivo Universitario Estudiantes Movilizados y Miembro del Taller de Historia Política Universidad de Valparaíso, Chile
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