Esta semana el Consejo de Providencia aprobó la construcción de un memorial en honor a las víctimas del caso degollados: Manuel Guerrero, Santiago Nattino y José Manuel Parada, quiénes fueron asesinados en 1985 por agentes de la dictadura. El memorial se aprobó a pesar de la oposición de concejales de la derecha. El […]
Esta semana el Consejo de Providencia aprobó la construcción de un memorial en honor a las víctimas del caso degollados: Manuel Guerrero, Santiago Nattino y José Manuel Parada, quiénes fueron asesinados en 1985 por agentes de la dictadura. El memorial se aprobó a pesar de la oposición de concejales de la derecha.
El Consejo de Providencia se reunió el día de ayer para votar sobre la aprobación del presupuesto para la construcción del memorial en homenaje a los tres militantes comunistas asesinados degollados en marzo del año 1985, por agentes de la dictadura encabezada por Pinochet.
La votación se realizó con cinco votos a favor y tres en contra, de concejales militantes de la derecha (RN y UDI) o cercanos a esos partidos: Pilar Cruz, Iván Noguera y Pedro Lizana. El memorial se construirá en la esquina de las calles Los Leones con El Vergel, donde fueron secuestrados José Manuel Parada y Manuel Guerrero.
Según la cuestionada alcaldesa de Providencia, Jose Errázuriz, la votación es «un canto a la vida» en homenaje a los tres profesionales asesinados por la dictadura. La concejala Pilar Cruz, de Renovación Nacional, intentó justificar su votación indicando que se tenía que hacer en otro lugar (a dos cuadras al menos del lugar original) para no «molestar a los vecinos». Iván Noguera también votó en contra. Se trata de un militante de la UDI, que también se oponía a cambiar el nombre de la Avenida 11 de septiembre, ya que para él fue una fecha histórica. Estuvo además casado con una hija del dictador. Algo similar ocurre con Jorge Lizana, también cercano a la derecha y que sigue reivindicando a Labbé, ex alcalde y acusado por víctimas de la dictadura de tortura.
Caso Degollados
Los tres profesionales fueron detenidos por la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMCAR). Esteban Nattino era pintor y pertenecía a la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH), Manuel Guerrero era profesor y dirigente también de la AGECH y José Manuel Parada era sociólogo y funcionario de la Vicaría de la Solidaridad.
El 28 de marzo de 1985 Nattino fue detenido en Apoquindo con Badajoz, un día después fueron detenidos Parada y Guerreo en Providencia, afuera del Colegio Latinoamericano. Fueron torturados y degollados, apareciendo sus cuerpos el 30 de marzo en el camino a Quilicura. Fue otro más de los brutales crímenes de la dictadura, apoyada por la derecha y defendida hasta la actualidad por muchos militantes de la Alianza.
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