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Principales temas de conflicto en el territorio Mapuche chileno

Conflictos públicos, racismo ambiental e injusticia en Chile

Fuentes: mapuexpress - informativo mapuche

INDUSTRIA Y CONFLICTO FORESTAL El actual proceso de globalización comercial, caracterizado por una continua y creciente liberalización de mercados, de procesos de privatización y también de exportación y sobre explotación de recursos naturales, encabezada por grandes compañías y transnacionales, está estrechamente ligada a la situación que deben enfrentar los Pueblos originarios en sus Derechos y […]

INDUSTRIA Y CONFLICTO FORESTAL

El actual proceso de globalización comercial, caracterizado por una continua y creciente liberalización de mercados, de procesos de privatización y también de exportación y sobre explotación de recursos naturales, encabezada por grandes compañías y transnacionales, está estrechamente ligada a la situación que deben enfrentar los Pueblos originarios en sus Derechos y territorialidad y vastos sectores sociales.

En Chile, el fenómeno de la globalización en el sector forestal, ha agudizado aún más los conflictos territoriales entre comunidades Mapuche y compañías forestales, principalmente a causa de los impactos negativos que dicha industria estaría generando a las comunidades con las plantaciones industriales en monocultivos de especies exóticas, a lo que se agregan los problemas históricos acerca de la posesión de las tierras, la presión en los recursos naturales y el explosivo crecimiento del sector forestal en el territorio histórico Mapuche, fijando los límites de sus espacios, y los impactos que esto genera en la calidad de vida de la gente

Chile – en las negociaciones económicas internacionales, impulsadas por el gobierno , ha dado absoluta prioridad a las exportaciones forestales. Autoridades del ejecutivo han señalado que las exportaciones de ese sector que hoy suman unos US$2.500 millones, alcancen los US$6 mil millones al año 2010 y más aún, US$ 10.000 al año 2025, por lo que se requiere doblegar el actual patrimonio de las empresas a unas 5.000.000 total de hectáreas plantadas.1

Como consecuencia de esto, tanto el gobierno como las empresas realizan esfuerzos tendiente a aumentar el patrimonio forestal, intensificando acciones para incorporar especies exóticas en zonas de campesinos chilenos y comunidades mapuche. Voceros de gobierno han reconocido esta nueva estrategia señalando en cuánto a las cifras de forestación, estimó que para el período del Gobierno del Presidente Lagos la tasa de forestación ha venido en descenso, principalmente porque las grandes empresas ya consolidaron su patrimonio, además porque cada vez es más difícil encontrar grandes paños para forestar y que como Gobierno se han planteado el desafío de establecer cada año una mayor superficie de plantaciones en predios de los pequeños productores y campesinos.2

Esta nueva ofensiva por la expansión forestal, que prácticamente se asume como política de Estado a través de la promoción que sectores privados y servicios públicos como INDAP, CONAF e INFOR, coludidamente, hacen de las plantaciones, cubierta por bonificaciones fiscales que otorga la Ley de fomento forestal hacia comunidades campesinas y Mapuche3, puede tensionar aún más las difíciles relaciones entre comunidades, organizaciones Mapuche y compañías forestales, principalmente ante la resistencia de diversos sectores Mapuche y sus reiteradas denuncias por los graves impactos ambientales, culturales y sociales a las reducciones mapuche que colindan con las plantaciones, como asimismo, ante la sequía progresiva de los recursos hídricos las que se han relacionado con la existencia de monocultivos, junto a la contaminación de las aguas y las tierras por el uso indiscriminado de plaguicidas, a lo que se agrega las reiteradas demandas por la falta de tierra productiva, el empobrecimiento y la pérdida de sus recursos naturales, como el Bosque nativo y la desaparición de flora y fauna.

Uno de los problemas más candentes que aqueja al Pueblo Mapuche tiene que ver con los impactos territoriales que enfrentan las comunidades a causa de la expansión forestal. De conformidad con la información ofrecida al Relator Especial para Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, Rodolfo Stavenhagen en su misión a Chile, por varios dirigentes mapuche y por especialistas, y de sus propias observaciones, esta situación presenta los siguientes problemas principales:4

-las tierras en propiedad de los mapuche son extremadamente escasas y están sobre explotadas;

-como un efecto del desarrollo de las plantaciones forestales el suelo en que se encuentran las tierras de los mapuche han perdido sus fuentes de agua (para consumo y para riego);

-ha disminuido o desaparecido la fauna silvestre (que hizo parte de su dieta) y la vegetación del sotobosque (tradicionalmente utilizada con fines rituales, medicinales y alimenticios);

-el uso de herbicidas (para la plantación y crecimiento de nuevas especies forestales) y de plaguicidas (para el mantenimiento de los nuevos bosques),

mediante fumigación aérea y otras prácticas fitosanitarias, afecta de varias maneras a la salud y a los cultivos;

-las actividades de extracción forestal de bosques maduros provoca contaminación de los lagos, ríos y cursos de agua, con perdidas importantes de su potencial ictiológico (pesca).

Desde el punto de vista ambiental, diversos son los impactos atribuibles a las plantaciones industriales de pino y eucaliptus en Chile, como la pérdida de los recursos hídricos; cursos de agua se afectados por sedimentación, cambios de caudal, disminución de oxígeno disuelto y contaminación con agroquímicos.

También, se ha señalado que los suelos de las plantaciones se han afectados por erosión, compactación, deslizamientos y pérdidas de fertilidad, con pérdida de fósforo, nitrógeno y fosfato 5. Actividades forestales tales como la construcción y utilización de caminos de madereo, las cortas a tala rasa, la construcción de canchas de acopio para apilar los troncos cortados, el volteo y desramado, el madereo y la quema de desechos se denuncian como agentes erosivos de gran importancia en los suelos.

Para el movimiento mundial por los bosques tropicales, WRM, Tal modelo de plantaciones genera una serie de impactos negativos, tales como la deforestación, el agotamiento de los recursos hídricos, la erosión del suelo, la desaparición de las plantas y animales locales. Todos esos impactos repercuten en la vida y medios de subsistencia de las poblaciones locales, derivando en graves problemas sociales, económicos y culturales. Los bosques normalmente aportan agua y abono para los cultivos agrícolas, forraje para el ganado, así como hortalizas, carne, miel, fruta, hongos, fibras, leña, materiales de construcción y medicinas para las comunidades locales y en muchos casos constituyen además una fuente de valores espirituales. La desaparición del bosque resulta en impactos negativos sobre la alimentación, la salud, la vivienda y los ingresos de la gente que allí habita.

BASURALES EN COMUNIDADES MAPUCHE Y CAMPESINOS CHILENOS POBRES, REGIÓN DE LA ARAUCANÍA (CHILE)

Las miles de toneladas de basura que genera la llamada IX Región (región de la araucanía) mensualmente, implican múltiples impactos a su territorialidad tanto ambiental, social, cultural, sanitario y económico en las familias mapuche. Surge así un nuevo foco de conflicto, que llama la atención sobre otra forma de intervención en la vida de las comunidades, y que para las comunidades es una nueva expresión de la discriminación: el racismo ambiental, el que también afecta a varias familias de campesinos chilenos pobres.

Para las familias la basura llega principalmente a las escasas tierras que ocupan o reclaman, y se sitúan cerca o encima de sus centros ceremoniales, cementerios y escuelas. Los antecedentes que existen permiten apreciar y entender los efectos que la basura y la instalación de nuevos vertederos provocan en las comunidades mapuches.

En esta región, existen unos 19 vertederos están ubicados en comunidades mapuche, que representa un 70 % aproximado del total de recintos. Los demás basurales se ubican en sectores de campesinos chilenos pobres, lo que demuestra la forma de discriminación.

De las 16 mil toneladas que produce la Región, más de 11 mil toneladas van a parar a sectores cuyos vertederos están al interior o colindantes con comunidades mapuche

Las propias comunidades han insistido en señalar la gravedad que enfrentan en sus territorios, denunciando la contaminación ambiental a causa de los vertederos, especialmente de las aguas; la alteración de los sistemas de vida; el empobrecimiento y la violación al patrimonio cultural en varios lugares, además, se puede constatar que la totalidad de los vertederos emplazados en territorio mapuche, se encuentran en malas condiciones de infraestructura y carecen de una regulación y supervisión que es inadecuada por parte de los organismos técnicos.

Asimismo, los basurales han implicado cambios en la vida de las familias, y algunas de ellas han hecho de la basura una forma de subsistencia y dependencia. También la marginación del lugar y las escasas posibilidades de desarrollo de los sectores aledaños, obligan a las familias y jóvenes en especial a emigrar y buscar nuevas posibilidades en otros lugares.

Los basurales, en su mayoría, llevan más de 10 años funcionando, sin cumplir todas las exigencias sanitarias y ambientales. La contaminación que ya se ha provocado es irreversible en algunos lugares y su sólo perfeccionamiento en el control e infraestructura, no garantiza la seguridad e integridad de las familias que están expuestas. Ante esto, la posición de las familias es absolutamente legítima: «Erradicar los basurales, terminar con los graves impactos y el racismo ambiental», pero, a pesar de las múltiples peticiones, acciones y denuncias que en estos últimos años las comunidades y organizaciones Mapuche han realizado ante las autoridades, no ha existido ningún cambio sustancial ni voluntad para revertirlo, y los problemas continúan para cientos de familias Mapuche.

BORDE COSTERO, INDUSTRIA Y LEGISLACIÓN PESQUERA

Sobre el acceso y protección del Borde costero, se ha venido sostenido que para el caso de los Mapuche lafkenche el mar es un espacio mágico, religioso y productivo por lo que la alteración de uno de ellos, repercute necesariamente en el otro, como un gran sistema integrado. La afirmación guarda relación con la amenaza que para los Mapuche Lafkenche implica la posibilidad de que sean grandes consorcios los que manejen el borde costero, acabando con una de los elementos ancestrales y constitutivos de su cultura.

Para los Mapuche Lafkenche los recursos marinos tienen una multiplicidad de funciones, tales como el uso medicinal, agroecológico, artesanal y simbólico. Por tanto separar el elemento humano del componente de entorno implica no sólo el término del intercambio socioeconómico y cultural con otras familias, sino también la destrucción de toda una cultura, por cuanto se estaría acabando con la propia cosmovisión Lafkenche.

Sobre la tramitación de la Ley de Pesca por parte del gobierno chileno, desde el mes de marzo en curso, es un tema que afecta directamente a las comunidades lafkenche y atenta contra su identidad cultural, espiritual y sobrevivencia económica. La Ley de Pesca ha dejado fuera del acceso a los recursos marinos a los pueblos indígenas que por su tradicional e histórica forma de organización no podían inscribirse para explotar las riquezas del mar. Ante esto, los lafkenche recibieron el desaire del propio presidente Lagos al no acudir al encuentro que había sido fijado en Trawua Trawua en marzo pasado, negándose un compromiso que consistía en recibir una propuesta en relación al conflicto borde costero y Ley de pesca, que tenía programado entregar al gobierno, dicha propuesta para modificar la Ley de Pesca, y poder acceder legalmente a participar del uso y acceso a los recursos marinos.

Por otra parte, un grave problema son los sistemas de pesca industrial como los mayores agentes de depredación. La pesca de arrastre y por descarte, las salmoneras, la contaminación marina por petróleo, mercurio y contaminantes orgánicos persistentes va en continuo aumento, afectando a los ecosistemas marítimos y a la humanidad. Se suma a esto, la polución que la industria turística genera a través de los cruceros o transatlánticos y los riesgos del transporte nuclear.

No se trata de resguardar solo equilibrios ecológicos, sino de garantizar de manera sustentable la explotación de los recursos marinos por su contribución a la oferta alimentaria.

Hoy, ni siquiera hay una legislación pesquera acorde con el libre mercado, que garantice una leal competencia, sino que se protege a quienes depredan, en lugar de apoyar a quienes pueden hacer una explotación sostenible y contribuir a resolver las deficiencias alimentarias.

La legislación en Chile favorece a la industria pesquera en forma absoluta y en particular a dos grupos económicos: Angelini y Del Río. Ellos son grandes responsables de la crisis y miseria que viven los pescadores. De no haber entrado la industria pesquera de la manera que lo hizo

ETNOBOTÁNICA Y PATENTACIÓN DE PLANTAS MEDICINALES Y CONOCIMIENTOS COLECTIVOS DE MEDICINA ANCESTRAL.

La patentación de los procesos de síntesis de los compuestos derivados de las plantas medicinales en esta región, como ya ocurrió en varios casos, podría conllevar graves efectos para el sector en Chile, al obligar a productores y exportadores a pagar elevadas sumas a las compañías o laboratorios patentadores en el marco de las operaciones de exportación.

En la actualidad, a estas regiones en el sur, acuden investigadores, principalmente extranjeros a través de organismos no gubernamentales interesados en hacer investigación etnobotánica. Sin embargo, los resultados de sus estudios no son dados a conocer a las comunidades Mapuche. Sus resultados son entregados a los financiadores, que normalmente son fundaciones internacionales interesadas en obtener el conocimiento que tienen las comunidades sobre los recursos que aquí existen.

Compañías o laboratorios que se apropian ilegalmente de estos recursos comúnmente vinculadas a la actividad agropecuaria o farmacéutica, o ambas- introducen manipulaciones genéticas a los recursos obtenidos y obtienen patentes que «justifican» derechos de explotación monopólicos. El material genético existente constituye para las compañías o laboratorios la materia prima central en sus proyectos. En sus investigaciones de prospección biológica frecuentemente obtienen esta información a partir del conocimiento de comunidades, entonces, ante esto, estamos ante el legítimo derecho de la duda y la acción

Estos hechos, abren el debate sobre la incapacidad de los regímenes de patentes en reconocer y salvaguardar el conocimiento tradicional y las innovaciones de las comunidades, que carecen de recursos económicos para ganar y defender este tipo de procesos como medida de protección de sus recursos, como ha ocurrido a diferentes otros Pueblos originarios y comunidades rurales.

Existen una serie de normas e instrumentos internacionales en este sentido que para nada ha sido considerado, como son la Declaración de Río de Janeiro, el Plan de Acción (Programa 21) y el Convenio sobre la diversidad biológica, aprobados en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro, Brasil, donde se pone de relieve la necesidad de que los gobiernos y las organizaciones intergubernamentales protejan los métodos de conservación tradicional y los conocimientos de los pueblos indígenas. En el artículo 8 j) del Convenio sobre la diversidad biológica se enuncian las obligaciones jurídicas de los Estados Partes de respetar, preservar y mantener los conocimientos, innovaciones y prácticas de los pueblos indígenas en relación con la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad. En este Convenio se reconoce también el derecho de los pueblos indígenas a compartir los beneficios económicos y sociales que se derivan de la aplicación más amplia de sus conocimientos y prácticas tradicionales.

Asimismo, en la segunda Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la diversidad biológica, los participantes se comprometieron a estudiar la relación existente entre los objetivos del Convenio y el Acuerdo de la OMC (organización mundial del comercio). En colaboración con la OMC y los pueblos indígenas, los Estados examinarán si es posible, y de qué modo es posible, que los derechos de propiedad intelectual preserven y protejan la propiedad intelectual indígena y si se comparten equitativamente los beneficios que se derivan de la utilización de las prácticas y conocimientos tradicionales, sin embargo, para Chile, en esta materia, ha sido nula su aplicación.

Recopilación: Alfredo Seguel, agrupación Konapewman, Temuco.

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Notas:

1- Anuncios del Ministro de agricultura Jaime Campos al participar en el seminario «Implicancias de los Acuerdos de Libre Comercio en el Sector Forestal», organizado por el Instituto Forestal, INFOR -30/10/2003 (agencia de noticias Minagri)

2- Los lineamientos estratégicos de CONAF para el período 2000 – 2006, señalan la incorporación de la actividad forestal en los sistemas productivos de los pequeños propietarios forestales mediante modalidad de Crédito de Enlace con INDAP; mediante modalidad Gestión Subsidiaria Participativa; mediante modalidad en Mediería con grandes empresas forestales; o mediante crédito Banco Estado. Conaf estima que en Chile existe unas 2.000.000 hectáreas de pequeños propietarios para la e aptitud forestal.

3- Decreto Ley Nº 701. Bonificación que incentiva la forestación creada desde la dictadura militar desde el año 1974. Indap: Insitituto nacional de desarrollo agropecuario; Conaf, Corporación nacional forestal; Infor, Instituto Forestal.

4- Informe de la Misión a Chile del Relator de Derechos Indígenas de la ONU. 2003 – 2004.

5- Impacto Plantaciones Forestales Pinus Radiata El Caso del Sector Rukañanco comuna de Contulmo. centro de desarrollo, medio ambiente y cultura mapuche-lafkenche.- Francoise Laigneau, Félix Gallet y Gacile Andrieux 1999.- http://www.mapuexpress.net/publicaciones/pino-rucananco.htm