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Construyendo un «enemigo a medida»

Fuentes: Rebelión

En la última semana, se conocieron los alcances del acuerdo que firmarán Estados Unidos y Colombia, sobre la instalación de bases militares, que son motivos de preocupación continental. Al mismo tiempo se ha profundizado la conflictividad en la frontera colombiana- venezolana. Para comprender lo que se está desarrollando en nuestro continente debemos establecer algunos hitos […]

En la última semana, se conocieron los alcances del acuerdo que firmarán Estados Unidos y Colombia, sobre la instalación de bases militares, que son motivos de preocupación continental. Al mismo tiempo se ha profundizado la conflictividad en la frontera colombiana- venezolana.

Para comprender lo que se está desarrollando en nuestro continente debemos establecer algunos hitos previos para comprenderlos. Los Estados Unidos con la desaparición (implosión) de la Unión Soviética en 1989, se encontró sin el «enemigo clásico» que había forjado para la cual construyo una serie de doctrinas y estrategias para contenerlo y destruirlo el fin de ese «enemigo» lo encontró sin una política estratégica alternativa para sustituir a ese enemigo y seguir manteniendo su innegable superioridad militar tecnológica.

Sus tanques de ideas (tink thank) comenzaron a gestar los nuevos objetivos estratégicos y de seguridad nacional para mantener su hegemonía y control planetario logrado. De las ideas fuerzas que de allí surgieron, el gobierno de Estados Unidos y su complejo militar e intelectual adopto la opción estratégica que planteo en 1997 lo que se conoce como: «Proyecto para una nueva centuria americana» (PNAC en ingles) , concretamente es: «el siglo XXI, es el siglo americano». Estados Unidos había alcanzado el cenit del poder mundial y dirigía el proceso de globalización asimétrica que impuso, sus planificadores conocedores de la historia que acarrea esa posición nunca estable y con la cual se inicia el proceso de declinación. Establecieron los fundamentos de cómo mantener esa posición y para ello recurrieron a nuevos paradigmas como son: elegir un enemigo, pero fundamentalmente: interferir en el desarrollo de los posibles competidores, incentivando las causas que puedan debilitarlos (divisiones, separatismos, conflictos étnicos, sociales o religiosos, etc.), esta es la teoría que desarrollo el geopolítico polaco-norteamericano Brzezinski (hombre de la trilateral y asesor del presidente Obama), y para concretar estos planes tienen que converger todos los esfuerzos en la creación de un enemigo que reemplace al soviético, y allí el papel del complejo intelectual yanqui fue determinante, ya que fijo sus líneas en la doctrina que desarrollo el prof. de ciencias políticas Samuel Huntington que aporto al nuevo enemigo con su tesis del «choque de civilizaciones». A partir de ello Estados Unidos creo nuevos «enemigos» desplazando al del fenecido del este por el enemigo del sur y luego estableció un listado de estados canallas o eje del mal (Libia, Irán, Corea del Norte, Servia e Irak).

Llamativamente el proceso que se profundiza a partir del 11 de septiembre con el ataque «terrorista» a Nueva York y del que no participan ninguno de los elegidos como eje del mal, pero que si comprometían a varios países «aliados» de USA en este ataque, como lo es Arabia Saudita (los atacantes eran saudíes, así como su jefe Bin Laden) y Paquistán (a través de sus servicios de inteligencia que actúan independiente de quien gobierne en Islamabad, este ultimo pais potencia nuclear regional). Demuestra la certificación de la aplicación de estos nuevos paradigmas.

Como todo plan, el proyecto del SXXI siglo americano, empezó a tener sus contradicciones y problemas que no habían sido contemplados. Y varios fueron y son esos problemas que describiremos rápidamente, el principal fue que por el mismo efecto de la globalización que se impuso, resultaría en el resurgimiento de antiguas potencias: China y Rusia y de nuevas potencias emergentes: Brasil e India, que en la actualidad se los identifica como el BRIC una estructura que no es confiable para los estrategas de Washington, y que les compiten por el control de los recursos a nivel global.

También se sobrevaloro el gran desarrollo tecnológico de su súper complejo militar industrial, y que con ello bastaría para «atemorizar, aterrorizar y aniquilar» a esos enemigos elegidos por su debilidad, la realidad de las durísimas condiciones de los dos conflictos en que esta enfrascado Estados Unidos con resultado final dudoso, para las pretensiones Norteamericanas y de sus aliados, que en la practica no contemplaron las experiencias militares de la guerra de Corea y de Vietnam o de los bombardeos masivos sobre la Europa ocupada en la segunda guerra mundial que no lograron el resultado buscado sino al contrario alimento mas la resistencia de las poblaciones civiles bombardeados.

Hoy la parálisis del pantano Iraquí y las pérdidas territoriales en Afganistán (conocido este como la tumba de los imperios: pues allí fueron derrotados los ingleses y los soviéticos), pone al descubierto las debilidades de la idea de la superioridad basada en el fetiche tecnológico únicamente (que fue muy útil para vencer a ejércitos del tercer mundo), pero que no puede derrotar a poblaciones que consideran al ocupante como un invasor y no un libertador, y que este invasor además comete el error de imponer a gobiernos títeres y corruptos, que solamente se sostienen por la fuerzas de las armas norteamericanas o de la Otan en el caso del Afganistán.

También escapo de toda planificación global, la crisis financiera económica que desarrollo «el sistema» con base en los bancos de Estados Unidos y Europeos, crisis que esta lejos de salir por mas tranquilizadores mensajes que se transmitan por los medios de comunicación masivos que dominan, y que además pone en duda como seguir sosteniendo el impresionante déficit creado para sostener bancos y guerras que están lejos de considerarse victoriosas.

Todo esto nos debe introducir en el análisis de lo que esta ocurriendo en nuestro continente suramericano, a América central y del sur, se nos aplico la globalización asimétrica, con el «Consenso de Washington», con las graves consecuencias socio económicas que conocemos y que para poder llevarla a cabo se impuso un sistema político administrado por una «Vulgata política» (Vulgata entendida por la mediocridad de clases dirigentes sin pensamiento estratégico propio, simples administradores de conflictos que además no pueden resolverlos) y que estas «clases» necesariamente deben aplicar una «democracia de baja intensidad» o sea procedimental pero no participativa ni inclusiva, para mantenerse en el poder, allí debemos encontrar las claves de las crisis políticas recurrentes en América.

A causa de lo descrito, empezaron a desarrollarse bolsones de resistencia que obligaron a varios piases suramericanos a transitar por caminos no «convencionales» y diferenciarse de los que se les había planificado para cada uno de ellos. Esto condujo a la creación de nuevos esquemas y espacios que se opusieron al proyecto homogenizador que ya describimos, estructuras como el: ALBA, MERCOSUR, Grupo Río, UNASUR, Consejo de Defensa Suramericano, Banco del Sur, etc. Fueron y son las consecuencia, de la resistencia a la globalización en nuestra región, evidentemente que dentro de este esquema lo que mas le preocupa a Estados Unidos, es el crecimiento de Brasil que lo pone en el camino de ser un competidor directo en la región de ellos, y de allí las luces amarillas encendidas entre los planificadores del norte.

Y en este marco conceptual debemos empezar a comprender los recientes despliegues militares de USA en Colombia (pais que perfectamente se le podría aplicar la teoría de estado fallido, pais que no controla su espacio y no pude garantizar los derechos y las obligaciones a todos sus ciudadanos). Lamentablemente un pais de la importancia de Colombia arrastrada por su dirigencia política a esta aventura militarista es riesgoso y peligroso, pues por ser el eslabón más débil es utilizado por los planificadores de USA para América del sur, puede ser la herramienta optima para impedir y paralizar los difíciles pasos que se están dando en el continente para unirse y desarrollarse como un Espacio Continental Industrial, que es la tendencia mundial actual, que confronta con un mundo global dominado por USA.

Se ha lanzado a circular por los medios masivos de comunicación en América, la idea de que existe una «carrera armamentista«, una falacia insostenible, los principales organismos mundiales que monitorean el gasto y la inversión en el mundo destacan que el nuestro, es el continente que menos gastos realiza en armamentos. El gasto militar de la región en 2008 (34.070 millones de dólares) equivale al 2,6% del gasto mundial, que encabezó Estados Unidos, con 607.000 millones de dólares deficitarios de su presupuesto. Según el estudio anual del Instituto de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

La pregunta que realmente nos deberíamos hacer los suramericanos, para dejar las cosas bien en claro es: ¿quien en nuestro continente posee?: portaviones nucleares, submarinos nucleares, bases militares en todo el mundo (mas de 850), satélites militares, tiene una historia nefasta de intervenciones y atropellos a la soberanías (incluyendo los apoyos a golpes de estado) en América, y que además cuenta con arsenales de armas de destrucción masivas como: bombas atómicas, biológicas, químicas, etc. La respuesta tiene una sola respuesta: los Estados Unidos de Norteamérica, entonces cual es el peligro o amenaza a su seguridad nacional que puede provenir de nuestra región, la única respuesta lógica es que EE.UU. aplica su teoría en nuestro continente: eligiendo un enemigo débil (Venezuela) y tratar de impedir la consolidación de una potencia emergente (Brasil) que ponga en juego su superioridad actual. Y por ello decimos que se esta construyendo un enemigo a medida, seguramente veremos incrementarse los conflictos internos en el continente y que los mismos puedan llevarnos a causas bellis que terminen militarizando todo conflicto político.

Para ilustrar al lector, analizaremos muy sintéticamente algunos artículos del acuerdo colombo estadounidense, para la instalación de las nuevas bases y así ratificaremos la matriz de lo que venimos sosteniendo. El tratado en cuestión se llama: «Acuerdo complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los Gobiernos de la República de Colombia y de los Estados Unidos de América

Y que demuestra en sus articulados principales la perdida de la escasa soberanía que detenta o que le quedaba al estado «cuasi fallido de Colombia», el acuerdo contiene un preámbulo y XXV artículos, es importante aclarar que la Republica de Colombia ha pedido asistencia militar a Estados Unidos desde 1952, lo cual demuestra la larga situación de inestabilidad que vive dicha republica y que después de 57 años de profundizar esa relación no ha logrado estabilizar la republica. Son cinco las bases de la Fuerza Aérea y la Armada en el país que incorpora el acuerdo: Apiay, Malambo, Palanquero, Cartagena y Bahía de Málaga. Las bases harían parte de la nueva «arquitectura del teatro», como ha llamado el Comando Sur a la extensa red de facilidades y funciones militares en América Latina y el Caribe.

Con el argumento «legal» de la lucha contra el narcotráfico o narcoterrorismo como mejor le gusta decir a los estrategas de estados unidos, se hace el presente acuerdo, base esta, solamente argumental, ya que en 10 años de la aplicación del famoso «Plan Colombia» inaugurado por el presiente Clinton para combatir la producción y venta de cocaína, los resultados podemos afirmar a esta altura que no se lograron, y que la misma se «perdió» ya que los grandes carteles se reorganizaron en minicarteles y la producción se amplio y se diversifico incorporando la heroína y el opio a la «oferta» de los minicarteles colombianos.

Para no agotar al lector nos reduciremos a los artículos más trascendentes del mismo y las consecuencias de los mismos.

Articulo VII del Status de los integrantes de las bases:

«Colombia otorgará al personal de los Estados Unidos y a las personas a cargo los privilegios, exenciones e inmunidades otorgadas al personal administrativo y técnico de una misión diplomática, bajo la Convención de Viena.(…) personal de los Estados Unidos y sus personas a cargo, que sean sospechosos de una actividad criminal en Colombia y los entregarán a las autoridades diplomáticas o militares apropiadas de los Estados Unidos en el menor tiempo posible.(…)

Articulo IX : Documentación para entrar, salir o viajar

El (….) personal registrará sus entradas y salidas del territorio colombiano, con la debida documentación de identidad (militar o civil) expedida por los Estados Unidos, sin la necesidad de presentar pasaporte o visa. El personal civil y las personas a cargo que no sean titulares de pasaporte de los Estados Unidos podrán ingresar con visa de cortesía.(….) Colombia facilitarán los procedimientos de migración para la entrada y salida sin demora de Colombia del personal de los Estados Unidos, las personas a cargo, los contratistas de los Estados Unidos, los empleados de los contratistas de los Estados Unidos y los observadores aéreos que entren o salgan de Colombia para llevar a cabo actividades en el marco del presente Acuerdo

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Articulo X Importación, exportación, adquisición y utilización de bienes y fondos

(….) presentarán las declaraciones de aduanas de los bienes importados o exportados para las actividades que se lleven a cabo en el marco del presente Acuerdo, los cuales obtendrán el levante automático, en virtud del cual no serán objeto de inspección

Articulo XII Contrataciones

(….)Los Estados Unidos podrán adjudicar contratos a cualquier oferente y llevar a cabo obras de construcción y otros servicios con su propio personal. De conformidad con la política de los Estados Unidos de que el procedimiento de solicitud de contrato sea abierto.

Artículo XIV Facilitación administrativa

(….) en el marco del presente Acuerdo, recibirán de las autoridades colombianas toda la colaboración necesaria con respecto a la tramitación sin demora de todos los procedimientos administrativos.

Artículo XVI Seguridad

(….)Las Partes Operativas desarrollarán protocolos y establecerán responsabilidades para la seguridad, acceso y uso de las instalaciones, y equipos para los cuales los Estados Unidos requieren medidas de seguridad especiales.

Artículo XVII Licencias de conducción, matrículas, seguros de vehículos y licencias profesionales

(….)las autoridades colombianas aceptarán la validez, sin exámenes ni cobros, de las licencias o permisos de conducción de vehículos, buques o aeronaves expedidos por las autoridades competentes de los Estados Unidos al personal de los Estados Unidos, los contratistas de los Estados Unidos y los empleados de los contratistas de los Estados Unidos, que se encuentren temporalmente presentes en Colombia.

Artículo XXII Facilitación de los observadores aéreos

(…) las autoridades de los Estados Unidos facilitarán la estadía de los observadores aéreos de terceros países en las instalaciones y ubicaciones convenidas

Como podemos apreciar en la simple lectura de estos párrafos de algunos de los artículos del mencionado acuerdo, la «libertad» que disponen los efectivos norteamericanos no solo es amplísima, sino que incorpora a militares, contratistas y civiles norteamericanos que operan en las bases. Aquí debemos abrir un interrogante, desde la gestión Bush, Estados Unidos procedió también a una especie de «privatización» de la guerra, contando el pentágono con fabulosas cifras para pagar a esta nueva versión guerrera de los perros de la guerra o sea los mercenarios, que ahora operan como «contratistas de seguridad» como la famosa empresa «BlackWater» quien ya anuncio su decisión de expandir en Latinoamérica sus servicios y negocios, estos «expertos en seguridad» tiene amplia libertad de operaciones ya que no tienen que ceñirse a las leyes ni siquiera de los estados unidos, recordemos su accionar en Irak donde las denuncias de torturas y asesinatos acompañan permanentemente a esta «empresa».

Otro tema no menor es el ingreso de materiales y salida de los mismos de Colombia sin las «inspecciones» de las autoridades aduaneras (¿ocurrirá como durante la guerra de Vietnam que los aviones Hércules que regresaban a estados unidos transportaban toneladas de heroína y opio del sudoeste asiático?).

Otra característica de este acuerdo que oportunamente fueron rechazados por Brasil y Argentina para realizar maniobras conjuntas de sus fuerzas armadas en sus territorios con Estados Unidos es el carácter de «personal diplomático» que se les otorga a los participantes del acuerdo y por esa razón cualquier acción criminal de esos efectivos no puede ser juzgado en territorio colombiano y no se les puede aplicar las leyes penales de Colombia sino juzgados por las leyes y tribunales norteamericanos (recordemos los «juicios» en Estados Unidos a los torturadores de Abu Gahabi -Irak-, que concluyeron sin condena a los culpables y que estos fueran descubiertas por las fotos de los celulares que se enviaban los responsables y no por las investigaciones de las autoridades del penal en cuestión)

Es evidente que Colombia entro definitivamente en la era del «realismo periférico» que desarrollo el argentino Carlos Escude, (nueva teoría de la dependencia a favor del primer mundo) autor de las nefastas «relaciones carnales» en la década Menemista, a Colombia también la teoría de Estado Fallido le encaja perfectamente.

Pero queremos profundizar más los nuevos riesgos que acompañan a este acuerdo firmado por 10 años y prorrogable por otros 10. Pues estamos en presencia de un plan estratégico del Pentágono y del Comando sur que supera a cualquier administración gubernamental estadounidense (las cuales duran 4 años).

En el propio sitio de la Cancilleria de Colombia se publico que a partir de ahora los aviones de USA podrán usar todos los aeropuertos civiles de Colombia, esto también lo aseguro el Sr. Uribe a la prensa. Barranquilla, San Andrés y Cartagena (Caribe, norte), Bogotá (centro), Cali (sur), Medellín (noroeste) y Bucaramanga (este). Habrá personal extranjero en tierra en estos aeropuertos (para abastecer de combustible y en algunos casos revisión técnica).

Y, un documento oficial de la fuerza aérea norteamericana nos indica las verdaderas intenciones de las bases en Colombia, este informe es clarísimo: pues indica que la utilización de las bases no son solo para combatir el narcotráfico en el territorio colombiano, y que ese punto es secundario, ya que considera que la base de Palanquero: «garantiza la oportunidad para conducir operaciones de espectro completo por toda América del Sur«. Esto hecha por tierra las declaraciones del Sr. Presidente Uribe que su acuerdo con Estados Unidos no afectaría a sus vecinos.

El documento en cuestión dice taxativamente:… Estableciendo una Localidad de Cooperación en Seguridad (CSL) en Palanquero apoyará la Estrategia de Postura del Teatro del Comando Combatiente (COCOM) y demostrará nuestro compromiso con la relación con Colombia. El desarrollo de este CSL nos da una oportunidad única para las operaciones de espectro completo en una sub-región crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante de las insurgencias terroristas financiadas por el narcotráfico, los gobiernos anti-estadounidenses, la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales… »

Es evidente que si se tienen que preocupar los vecinos, ya que están, como venimos sosteniendo construyendo un «enemigo» que a la postre no le resulte difícil destruir pero fundamentalmente el punto mayor de esta estrategia es impedir el desarrollo y el despegue de Brasil, llevándole situaciones de instabilidad en su frontera y también si es preciso agudizar los conflictos internos de la misma. Reciente mente un ex ministro de defensa de Colombia amenazaba a su pais vecino que tras la firma del tratado con Estados Unidos diciendo: los días de Chávez están contados. También en las últimas horas se conocieron declaraciones de la cancilleria brasilera, de que Brasil debe modificar los acuerdos con EE.UU. por la implementación de las bases.

Esto nos debe preocupar a todos los latinoamericanos, ya que el argumento de la lucha contra el narcotráfico como vemos es pueril (estados unidos con el 5% de la población mundial consume el 60% de la producción mundial de drogas y podemos apreciar el escaso éxito en la lucha contra la misma en ese pais)

Y como oportunamente ya se afirmo, el Comando sur con sede en Florida que este año aumento su presencia continental con la reactivación de la IV Flota, actúa como el procónsul imperial con amplísimas facultades que se exceden a sus aspectos militares, y por ello los objetivos declarados sobre la Base de Palanquero, nos debe poner en estado de alerta, ya que el mismo documento de la fuerza aérea norteamericana explicita sus funciones:… » también incrementará nuestra capacidad para conducir operaciones de Inteligencia, Espionaje y Reconocimiento (ISR), mejorará el alcance global, apoyará los requisitos de logística, mejorará las relaciones con socios, mejorará la cooperación de teatros de seguridad y aumentará nuestras capacidades de realizar una guerra expedita. »

En un mundo en fuertes luchas por imponer el multilateralismo contra el unipolarismo estadounidense, se entiende estos pasos adoptados por la Republica Imperial, para asegurarse su supremacía global, ya que ve peligrar seriamente su hegemonía y mucho más después de su descalabro económico financiero. EE.UU. va perdiendo terreno en lo económico con la presencia de China en Suramérica que ya lo desplazo como socio comercial principal de Brasil, mas las fuertes inversiones Chinas que esta realizando en varios países del continente, otra preocupación mas de los estrategas del norte es la aparición del otro miembro del BRIC, Rusia en el continente, y por ello los medios de comunicación afines a la republica imperial lo presentan como el proveedor de armas de los gobiernos anti-norteamericanos, cuando en realidad Rusia es un jugador económico y geopolítico en nuestro continente, y todo ello le deteriora el poder que tradicionalmente tubo en la región.

De allí su preocupación y su accionar para frenar o revertir estos acontecimientos que lo debilitan. Y también es un recocimiento de nuestra importancia como sudamericanos en el nuevo orden mundial a establecerse, en especial Argentina y Brasil (el eje o núcleo duro de América del sur), que están destinados a ser la cabeza visible del continente con medidas y estrategias convenientes para frenar esta ofensiva imperial y resistir los embates del mismo, sin caer en las provocaciones que seguramente se desarrollaran a partir de nuestras debilidades y contradicciones, seria también muy ingenuo olvidar las lecciones de la historia que nos indica que cuando los imperios declinan su poder es cuando mas agresivos y destructores se vuelven, El periodista Enrique lacolla escribió sobre esta actitud de USA: Todos los movimientos del Imperio después de la caída del Muro apuntan a una exacerbación de sus rasgos más rapaces. No sólo en el plano económico sino también el militar. Los atentados del 11/S suministraron el pretexto ideal (¿demasiado ideal, quizá?) para desatar una fuerza bélica largamente retenida: las invasiones a Irak y Afganistán, la desestabilización de áreas claves como los países del Asia central para sustraerlos del influjo ruso, la agitación en el Tibet, los oscuros manejos en Pakistán, los síntomas de una reactivación de las ingerencias norteamericanas en América latina, parecen estar dirigidos al sostén de un poder global más allá de cualquiera de sus propias problemas internos y a cercar y si es necesario destruir a los adversarios que pueden disputarle el control de las reservas naturales del planeta, factor determinante para la consolidación o la precarización de un poder hegemónico.

La respuesta de los países Iberoamericanos debe ser profundizar las alianzas e integración del continente, ya que nuestra fortaleza fundamental esta en el control de nuestros recursos naturales renovables y no renovables y plantarnos como un nuevo espacio continental industrial como los que se están consolidando en el mundo, como son el caso del: Nafta, UE, Grupo de Shangai, etc., para nosotros solo una insoburdinación fundante continental nos permitirá ser parte de la historia del siglo XXI, la historia nos vuelve a poner a poner ante una decisión irreversible como hace 200 años cuando decidimos dejar de ser colonia europea.