En estos días el papel de los mercados derivados en la crisis económica, financiera, social y política desatada en el segundo semestre del año 2007 es incuestionable. Decenas y dece¬nas de ensayos, libros y tratados han abordado ese tema. Los Parlamentarios de los EEUU y de la Unión Europea han lanzado costosas y largas investigaciones […]
En estos días el papel de los mercados derivados en la crisis económica, financiera, social y política desatada en el segundo semestre del año 2007 es incuestionable. Decenas y dece¬nas de ensayos, libros y tratados han abordado ese tema. Los Parlamentarios de los EEUU y de la Unión Europea han lanzado costosas y largas investigaciones con el propósito de poner en evidencia los mecanismos que llevaron al planeta al borde de una catástrofe sin precedentes. El sistema financiero planetario estuvo a punto de hundirse, y los gobiernos de los países del primer mundo tuvie¬ron que poner billones de dólares y de euros a la disposición de la Banca, con el único propósito de impedir un cata¬clismo que nadie predijo, y que nadie tenía posibilidades de controlar.
Si la actividad especulativa – lo que John Maynard Keynes llamó un «casino» – es propia de la irresponsabilidad asumida de la actividad privada, ¿cómo es posible que una empresa pública se haya librado a ella?
Lo que es más, ¿cómo es posible que una empresa de la envergadura de CODELCO ( Corporación Nacional del Cobre) , primer productor de Cobre del mundo, se haya librado a operacio¬nes especulativas sin ningún control, ni interno ni externo, en mercados sin organización ni reglamentación, es decir en un entorno muy asimilable a la piratería o a la mafia?
Para entender las ventas de Cobre en los mercados derivados, es necesario entender lo que es la especulación, y conocer sus instrumentos.
Nicholas Kaldor, en su libro «Especulación y estabilidad financiera» (1939), la define del modo que sigue:
«La especulación puede definirse como la compra (o la venta) de bienes con la intención de reventa (o de recompra) a una fecha ulterior, cuando esa acción está motivada por la esperanza de una modificación del precio en vigor y nopor la ventaja ligada al uso del bien».
Es sabido que hasta un 50% del Cobre producido y vendido en un año dado no es destinado a su utilización en la producción industrial, sino a la constitución de reservas estratégicas y/o a la especulación financiera.
Un volumen significativo de Cobre es almacenado y utilizado como garan¬tía colateral para operaciones finan¬cieras de dudosa legalidad. Que tales operaciones existan ya pone en entredicho los mercados internacionales del producto. Su contribución a la volatilidad de los precios de la materia prima es un verdadero atentado a la estabilidad económica de los Estados productores.
Muchas de esas transacciones de especulación financiera se realizan en mercados totalmente desregulados, sin control de ninguna autoridad nacional, y aún menos de ninguna autoridad internacional inexistente. La jerga de las finanzas las llama operaciones «over the counter» cuando se trata de transacciones entre dos operadores que suelen ni siquiera dejar una traza escrita de sus acuer¬dos. Muchas de estas transacciones forman parte de la amplia gama de operaciones «hors Bilan» (off-balance liabilities, fuera del Balance, es decir que no figuran en el Annual Report o Balance de las empresas).
Algunas instituciones financieras -como la Société Généra¬le- perdieron hasta seis mil millones de dólares en una hora, gracias a la actividad de sus «traders», compraventeros pagados para correr riesgos cuya insensatez desafía la imaginación. Si las apuestas se traducen en un beneficio desmesurado, lo que la jerga financiera designa como «high yield», todo va bien. Por el contrario, cuando un «trader» expone su institución financiera a niveles incontro¬lados, puede hacerla desaparecer en un santiamén. Es lo que casi le ocurrió al banco Société Générale, que en una hora perdió «sólo» seis mil millones de euros después de haber sido expuesto por volúmenes superiores a 50 mil millones.
El estudio de la larga lista de crisis financieras desatadas por esta actividad incontrolada porque sin control, forma parte eminente de las materias estudiadas por los economistas, y sin embargo no se ha traducido en prácticas destinadas a impedir la especulación.
Hoy en día ni el G7, ni el G20, ni el BPI (Banco de Pagos Internacionales), el banco de los bancos, cuya sede está en Berna, Suiza) ni nadie, ha logrado ponerle un bozal a la frenética actividad especulativa de la «comunidad financiera» planetaria.
Es el momento de replantear la cues¬tión: ¿Qué hacía Codelco participando activamente en esos mercados especulativos y tramposos?
La pregunta es pertinente sobre todo si se toman en cuenta los plazos y los volúmenes: entre las operaciones de Codelco existe una de 2005 por 69.900 toneladas, con liquidación a 2010, y otra de 150.000 toneladas con liquidación a 2010. Sólo esta operación arrojó una pér¬dida de US$ 681.149.000
¡Seiscientos ochenta y un millones de dólares!
En un mercado volátil… ¿qué interés tiene para una empresa como Codelco comprometer su producción a largo plazo? En un mercado estable… ¿qué interés tienen para Codelco las ventas a futuro?
Cuando el resultado se traduce, para la empresa y el país, en pérdidas que se cifran en miles de millones de dólares lo menos que nosotros, ciuda¬danos chilenos, podemos exigir, es que se determinen cuidadosamente los mecanismos y las responsabilidades.
De ahí que Julián Alcayaga, presidente de la ONG Recuperemos el Cobre de Chile, haya hecho una denuncia ante la Comisión Investigadora de la Cámara «Sobre los contratos, operaciones a futuro y forwards realizados por CODELCO entre los años 2005 y 2007», presidida por el diputado Luis Lemus.
En su propia presentación del 21 de julio a la Comisión Investigadora (página nº8), Oscar Landerretche, presidente del Directorio de CODELCO, reconoce que entre los tipos de operaciones efectuadas, se cuentan las «Estructuradas dentro de la Bolsa de Metales» (mercado organizado y reglamentado), y las «No estructuradas y establecidas ad-hoc por los participantes de la operación, fuera de las Bolsas (over the counter)», o sea las que se dan fuera de todo control, interno o externo, y que según toda verosimilitud se prestaron para enjuagues.
Porque cuando se pierde en un mercado especulativo, hay necesariamente una contraparte que gana. De ahí que resultaría incomprensible no hacer todo lo posible para conocer la identidad de los ganadores. Las operaciones especulativas, realizadas incluso y sobre todo con el concurso de bancos de primera línea, suelen esconder estafas de dimensiones inimaginables.
El caso Madoff, sin ir más lejos, muestra que un simple corredor bursátil puede hacer desaparecer 60 mil millones de dólares, ¡el equivalente del presupuesto del Estado de Chile!, con la activa participación de la «comunidad financiera».
Hasta un estudiante de primer año de economía sabe que entre las operaciones financieras especulativas están las que permiten apostar a la baja de los precios, baja que terminan por provocar artificialmente como una triste profecía auto-cumplida. Y simétricamente, cuando hay buenas razones de pensar que los precios irán al alza, se puede pactar compras a plazo a un precio bajo, para favorecer a un compinche cuando el aumento de los precios se materialice.
Estas operaciones «over the counter» suelen pactarse a corto plazo (incluso a muy corto plazo, de horas a un par de días), de ahí que los plazos de las ventas a futuro de Codelco – ¡cinco años! – con resultados tan catastróficos, sean una incógnita digna de atención.
Como queda expuesto en estas líneas, no sólo los plazos, sino también el volumen merecen una acuciosa investigación. Ningún operador financiero menor podría exponerse en tales volúmenes y tales dimensiones financieras sin que fuese advertido al menos por sus pares, la banca, e incluso los principales actores de los mercados centrales (New York, Londres…).
Estos arreglines sólo pueden resultar incomprensibles para personas totalmente ignorantes de las reglas y las tretas de los mercados financieros. Tal parece que los altos ejecutivos de CODELCO y del ministerio de Minería se contaban entre ellos.
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Algunas verdades sobre el Cobre bien dichas por Jorge Lavandero en un video breve y claro. Para verlo, pincha aquí:
https://go.madmimi.com/redirects/1407073533-668615777b29ae7546681a8615dbbf3a-bc54f37?pa=24251318797