El mismo día que Marcel nació, 15 de diciembre, Cuba reportaba 83 nuevos casos del nuevo coronavirus y un total de 9671 personas se habían contagiado en el país de covid-19, desde el inicio de la epidemia.
Para entonces, la nación caribeña vivía su primera ola de la pandemia causada por el SARS-CoV-2 y esta cifra de diagnósticos confirmados en una sola jornada era preocupante. Así lo reconoce su mamá, la joven de 32 años Dianet Doimeadiós, quien vivió toda su gestación en medio del confinamiento impuesto por el virus.
Luego de cuatro años en el programa de reproducción asistida intentando un embarazo, este llegó en marzo de 2020, cuando también llegó la Covid-19 a la nación del Caribe. «Pasé los nueve meses prácticamente en casa y me sentía segura, porque La Habana estaba cerrada, con muchas medidas restrictivas. No descuidé nunca el uso del nasobuco (mascarilla) y otros medios de protección, como la desinfección de superficies y el distanciamiento», dijo a SEMlac.
«Ahora tengo más temor, no solo por mí sino por mi bebé, porque han aumentado los contagios considerablemente», comentó Doimeadiós.
Desde mediados de enero de 2021, el número de casos confirmados cada día es superior a los 500. A fines de febrero se mantienen ingresados con el virus, en los hospitales cubanos, más de 4.000 personas y la cifra de positivos, en el transcurso de toda la epidemia, supera los 49.100 enfermos.
Con su bebé de dos meses en brazos, Dianet se siente afortunada de que la covid-19 no ha pasado de ser, para ella y su familia, una alerta a mantener medidas de protección ante la evidente dispersión del virus y el riesgo que ello representa.
Pero esta no ha sido la historia de las más de 200 mujeres que durante su gestación se han infectado con el SARS-CoV-2 en Cuba. Las autoridades sanitarias han alertado que, aun cuando en términos globales la cifra no es elevada y la evolución ha sido favorable, es preocupante la tendencia al aumento de los contagios en ese grupo de población, evidenciado en 2021 respecto al año anterior.
Estadísticas ofrecidas por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) indican que, hasta el 31 de diciembre de 2020, se habían diagnosticado 110 embarazadas y paridas con la enfermedad en el país. Sin embargo, al cierre de enero de este año hubo 120 gestantes positivas en solo un mes y 69 por ciento de ellas tuvo como fuente de infección el contacto con casos positivos.
Ello evidencia, insisten los expertos, que no frenar la propagación del virus depende también del comportamiento al interior de los hogares, donde las mujeres se convierten en centro de contacto familiar y, por tanto, quedan expuestas si no se cumple con las medidas preventivas.
Gestantes, también vulnerables
Especialistas han advertido que tanto las embarazadas como las puérperas constituyen una población vulnerable, no solo es proclive a enfermar, sino a desarrollar complicaciones.
En declaraciones al medio digital Cubadebate, la doctora Mercedes Piloto, especialista del Programa Materno Infantil del Minsap y presidenta de la Sociedad científica cubana para el desarrollo de la familia, aseveró que tales riesgos están presentes en las gestantes «no solo debido al virus y a su capacidad de infectar, sino también por las modificaciones que ocurren normalmente, tanto a la anatomía como a la fisiología, mientras la mujer está embarazada».
«El sistema inmune, que es el encargado de las defensas, tiene disminuida su actividad en esta etapa. El aparato respiratorio igualmente, en tanto la función respiratoria sufre cambios. De ahí que son más vulnerables a enfermar», explicó la experta.
Una advertencia al respecto formuló la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante las conclusiones de varios estudios, en septiembre de 2020. De acuerdo con el organismo internacional, varias investigaciones evidenciaban que las embarazadas tienen menos probabilidades de presentar síntomas que las no embarazadas si se infectan con la covid-19, como fiebre o dolores musculares. En cambio, son más susceptibles de necesitar cuidados intensivos en caso de enfermedad grave.
Asimismo, la OMS alertaba que las gestantes con covid-19 tienen más probabilidades de dar a luz prematuramente y muchos de sus bebés necesitaban ser ingresados en una unidad de cuidados neonatales.
En caso de que las gestantes presentaran afecciones crónicas de base, como diabetes, hipertensión o sobrepeso, aumentaban las probabilidades de sufrir complicaciones graves de salud debido a la covid-19.
Protocolos de atención materno-infantil ante la pandemia
Estadísticas registradas por la Organización Panamericana de la Salud apuntan que, en septiembre de 2020, en 14 países de la región de las Américas se habían diagnosticado con el nuevo coronavirus 60.458 embarazadas. De ellas, 458 fallecieron a causa de la infección.
En Cuba la atención materno-infantil se ha mantenido activa durante la pandemia, aun cuando se redujeron otros servicios asistenciales no urgentes y que podían ser desplazados en el tiempo.
«No me faltó una sola consulta. Mi embarazo fue de riesgo relevante, por lo que tuve cita con la doctora de la familia todas las semanas y cada 15 días en la consulta de riesgo del hospital. Me hicieron todos los exámenes, complementarios, ultrasonidos. La pandemia detuvo muchas cosas, pero no la atención a las embarazadas», comenta Dianet Doimeadiós.
Agregó la joven que tanto el policlínico como el consultorio médico de su área de salud, en el municipio Boyeros, fueron estrictos en que en el día de consultas de embarazadas solo acudiesen las gestantes a la institución sanitaria.
«Cuidaban la distancia, el uso de mascarilla, las normas higiénicas. En ese momento, cuando se necesita acompañamiento, no podía tener por ejemplo el de mi esposo o mis familiares, o algo tan lindo para compartir como los ultrasonidos, pues en el cubículo solo se permitía la presencia del especialista y yo. Esta es una experiencia que casi siempre vive el padre, o la abuela, pero era una norma de seguridad para no poner en riesgo el embarazo», señaló.
A los controles establecidos en la atención primaria de salud para cada embarazada se han sumado las acciones para la atención a pacientes obstétricas y puérperas, en el caso de que se contagien con el virus, contempladas en el protocolo nacional para la prevención, atención y seguimiento de los pacientes con SARS-CoV-2.
Según han explicado autoridades sanitarias en la reuniones del grupo temporal de carácter gubernamental para el manejo de la epidemia, que preside el presidente cubano, en los centros habilitados para los casos sospechosos y enfermos de la covid-19 se han designado camas y creado las condiciones para las gestantes.
Una experiencia que vivió Daniela Medina, una joven que el pasado 8 de febrero fue madre y compartió su testimonio en el foro de comentarios del sitio digital Cubadebate.
«…Quiero agradecer a los colegas del hospital militar Doctor Luis Díaz Soto, que trabajan incansablemente en cada una de sus especialidades, sobre todo a los ginecólogos, quienes junto con las enfermeras de salón de parto me brindaron el mejor trato q pudieron ofrecerme, y que con mucho amor y paciencia me ayudaron a traer al mundo a mi bebé este 8 de febrero. Quiero agradecer al equipo de neonatología, que en estos momentos garantiza el cuidado a mi bebé, que yo por ser positiva a la covid-19 no puedo brindarle. Esta situación me entristece, pero sé que es parte de un protocolo para su propia seguridad…», escribió Medina en la página web.
Infancia: otra alerta
El aumento de infecciones por coronavirus en lactantes menores de un año de vida es otra de las tendencias que preocupa a las autoridades cubanas de salud en la nueva ola.
Si bien en 2020 solo se reportaron 58 menores de un año contagiados con el SARS-CoV-2, esta se elevó a 84 infantes en este grupo de edad, cifra entre el primero y 15 de febrero de 2021, según informó en conferencia televisiva el doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Minsap.
Desde el 21 de marzo de 2020, cuando Cuba reportó el primer paciente pediátrico positivo a la covid-19, hasta el 31 de enero de 2021, el país acumulaba 2.882 menores de edad diagnosticados con el virus.
Al cierre del viernes 26 de febrero de 2021 ya suman 5.465 niños, jóvenes y adolescentes que han sido diagnosticados en Cuba con la covid-19, de los que 734 se mantienen ingresados activos en los hospitales, dijo Durán García.