Si me entretengo con la palabrita “Crecer” es porque concentra toda la capacidad programática de las murgas que en Chile aspiran al poder político, lo que es la prueba irredargüible de lo chanta de su mensaje.
El Diccionario de la RAE es una infinita mina de tesoros. Desde niño – en la biblioteca del Liceo de San Fernando – buscaba el significado de palabras que me atraían tanto o más que las sonrisas de Paulina. Ella fue una efímera ilusión, pero las ansias de conocimiento de los étimos que conforman nuestro idioma me ha sido duradera.
Si buscas la palabra “crecimiento”, la RAE te ofrece dos acepciones, atento el personal:
- Acción y efecto de crecer.
- Aumento del valor intrínseco de la moneda.
Espero que te fuiste de espaldas y quedaste satisfecho: reacciones disímiles pero comprensibles. Tal vez no tanto, visto que desde niño recuerdo que la moneda tenía una irrepresible tendencia a irse en mierda y terminar por no valer ni la pena. De entrada, la moneda no tiene valor intrínseco, sino el que le acuerdan o le dan quienes la crean, la manejan, la manipulan y la manosean.
Un billete de papel, sobre el cual escribes $20 mil, intrínsecamente vale el mismo pedo de culebra que aquel en el que inscribes $100, $1000 o lo que te de la jodida gana. En la historia reciente el peso ya fue sustituido por el Escudo (mil antiguos pesos por un Escudo), Escudo que a poco andar fue sustituido por el Peso (mil escudos por un Peso), lo que lleva la pérdida de valor a un millón de veces, recuérdame de escribirle a la RAE.
Si me entretengo con la palabrita “Crecer” es porque concentra toda la capacidad programática de las murgas que en Chile aspiran al poder político, lo que es la prueba irredargüible de lo chanta de su mensaje.
Una acromegalia gonadal debe haberles ocasionado un trauma desde niños. Estos tíos venden pomada, viven de eso, como el inventor del cuento del tío pero en menos ocurrente. Felipe me comentó, con razón, que no puedes hacer la diferencia entre unos y otros, visto que no hay nada que se parezca tanto a un cretino progresista como un cretino reaccionario.
El primero está destinado a desaparecer, mientras que el otro está en los dolores del parto.
Tiene futuro, o eso parece, algo así como Adolf en septiembre del año 1919, cuando se unió al Deutsche Arbeiterpartei. Un año después el Führer lo rebautizó Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei, Partido Nazi para los amigos, y vimos lo que vimos.
Una publicación ligada a “los hombres de trabajo” (denominación que le dan en Chile al capitalista) hace esfuerzos para introducirnos (es el término que conviene) al Elon Musk chilensis, sácate el sombrero y saluda.
Se trata de un “investigador” que asumió la coordinación del programa económico de un tal Kaiser, con la misión de reducir el impuesto a las empresas de 27% a 15% y de disminuir los ministerios de 25 a sólo 9. ¿Te suena?
El emperador, Kaiser digo (en alemán Kaiser = emperador), estaba terminando su enésima relectura de Mein Kampf cuando se le ocurrió la brillante idea: otras cosas no, pero la historia del III Reich este Kaiser la conoce.
Recordó a Hjalmar Schacht, estafador imperial (durante la Primera Guerra Mundial Schacht fue nombrado administrador económico de los territorios ocupados en Bélgica, y destituido poco después por las autoridades militares: había contactado a su antiguo empleador, el Dresdner Bank, para que recibiera los fondos del gobierno belga decomisados por las fuerzas alemanas…) que ayudó a Adolf Hitler a reunir fondos para sus campañas políticas. En 1932 Schacht organizó una petición de industriales para reclamar el nombramiento de Hitler como canciller. Una vez en el poder, Hitler nombró a Schacht presidente del Reichsbank y luego ministro de Economía en 1934.
Kaiser encontró pues su Hjalmar Schacht, un tal Víctor Espinosa, “investigador” que por el momento sólo ha descubierto cómo entusiasmar a Kaiser.
La publicación arguye que “tiene un perfil académico” lo que no quiere decir mucho o bien lo dice todo: se trata de un weón inexperto. La misma publicación precisa: “Realizó sus estudios de posgrado en España y no ha desempeñado cargos de jerarquía en el Estado ni en el mundo privado. Fue formado por uno de los mentores intelectuales de Milei.”
Para decirlo claramente se trata de un boludo que no le ha trabajado un día a nadie, lo que en Economía no es óbice u obstáculo para ascender a las alturas.
Espinosa reconoce filas en una escuela de pensamiento en la que el trabajo son los demás, visto que estos genios – y sus patrones – sólo piensan. Su tesis de grado se tituló “Ludwig von Mises y el Rol del Economista: Un Enfoque Histórico”.
Ludwig von Mises es el padre putativo de Milei, Musk, Trump y otros talentosos fanáticos del crecimiento del lucro como Milton Friedman y Friedrich Hayek. Lo suyo, de Ludwig von Mises, son los razonamientos pragmáticos:
- si maman son mamíferos… (o mamíferas, si las que maman son ellas…)
- si roen son roedores
- si practican el onanismo son economistas…
Ludwig von Mises pronunció frases para la eternidad, mira ver:
“La economía de mercado no necesita apologistas ni propagandistas. … Si Ud. busca su monumento, mire en torno suyo.”
Ludwig miraba hacia La Dehesa…
Pero el personal mira sobre todo las favelas, las casas callampa, los bidonvilles, las chabolas, las chozas, the huts and shacks, die Strohhütten, трущобы… En suma, mira la miseria generada por el libre mercado de un lado, y la inimaginable concentración de la riqueza en pocas manos del otro.
¿Quieres otra frase de Ludwig von Mises? Hela aquí:
“El sistema de producción capitalista es una democracia económica en la que cada centavo da derecho a un voto. Los consumidores constituyen el pueblo soberano.”
Un consumidor como Elon Musk, poseedor de una fortuna de 38 000 000 000 000 de centavos de dólar, tiene derecho a 38 billones de votos. Por eso está dónde está.
Y, visto que los “consumidores” constituyen el pueblo soberano, boludos como Donald Trump, Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg y otros parecidos… mandan en el bello mundo ideado por Ludwig von Mises y sus epígonos.
He ahí lo que nos espera con el pinche Emperador neonazi, y su “investigador” Víctor Espinosa, prevenido quedas.
Espinosa sueña con el papel de Terminator, para acabar con los impuestos a las empresas, con los ministerios, con los sindicatos, con la legislación laboral, con el salario mínimo, con la Educación Pública, con la Salud Pública, con todo lo que huela a servicio público y, sorpresa, incluso con el Banco Central. No es broma:
Espinosa se ha mostrado partidario de la eliminación del Banco Central. En un programa de streaming planteó que “para eliminar el Banco Central y que no nos obliguen a utilizar el peso hay que cambiar la Constitución. Y se necesitan 4/7. Si tenemos ese quórum, sería maravilloso”.
Espinosa no dice si desea utilizar el reichsmark o algún otro invento suyo. Ya puesto, podría regresar al modo de pago utilizado antaño en el campo chileno: la galleta.
Mientras tanto el progresismo aún no identifica a su próximo traidor, perdón, candidato/a.
En esa estamos.