Intervención del presidente del Partido Comunista y candidato a diputado por el Distrito 28, Guillermo Teillier, en al acto de conmemoración del triunfo del NO realizado en el Teatro Municipal de San Miguel, el 5 de octubre. En primer lugar, quisiera saludar a los jóvenes que nos dan esta magnífica oportunidad. Yo creo que son […]
Intervención del presidente del Partido Comunista y candidato a diputado por el Distrito 28, Guillermo Teillier, en al acto de conmemoración del triunfo del NO realizado en el Teatro Municipal de San Miguel, el 5 de octubre.
En primer lugar, quisiera saludar a los jóvenes que nos dan esta magnífica oportunidad. Yo creo que son ellos los que se merecen los mejores aplausos, porque si ésta es la nueva unidad del futuro de Chile, qué bueno que sean los jóvenes los que la encabecen, los que la asumen en sus manos.
Y ojala esto cunda entre los jóvenes, pues qué diferencia hay entre estos jóvenes, muchos de los cuales lucharon contra la dictadura y otros son herederos directos de quienes lucharon; qué diferencia de estos jóvenes con un joven que va de candidato a diputado por la derecha en este distrito, me refiero a José Uriarte, que anda sacando una propaganda donde dice que él no acepta que lleguen los comunistas al parlamento. Y lo anda diciendo en todas partes. Según él, es uno de los elegidos entre los cien mejores jóvenes de Chile, o algo así.
Es tal el rechazo que ha provocado, que hasta su compañero de lista, Pedro Browne, me llamó por teléfono para pedirme disculpas diciendo que él de ninguna manera estaba de acuerdo con este tipo de actitud, y mucho menos todavía con esa campaña, muy parecida a la que se hacía en los tiempos de la dictadura. Así es que hoy, la juventud de todos los partidos de la Concertación y del Juntos Podemos se merecen todo nuestro apoyo y nuestra felicitación.
En la prensa esta semana leí por lo menos siete artículos en contra del pacto instrumental, y nos dan harto duro a todos los partidos que estamos en éste. Dicen que vinimos aquí obligados, y yo creo que es la desesperación de la derecha porque ven que este pacto está empezando a caminar, está caminando bien y va a lograr grandes resultados.
Les puedo decir que de ninguna manera me siento aquí como un «convidado de piedra», porque todos los que estamos acá luchamos con decisión contra la dictadura, todos de distinta forma, pero todos contribuimos al triunfo del No. Todos, y nos reunimos para recordar la alegría por ese triunfo, y para tener una mirada de futuro partiendo del recuerdo.
Porque yo creo que cuando nosotros votamos por el No, y también votamos por Patricio Alwyn, votamos por un programa de profundas transformaciones para Chile. Y creo que tras la crisis o ruptura en las cúpulas de algunos partidos hoy día, como trasfondo, está el olvido de ese programa. Y me parece a mí que si pudiéramos tomar un compromiso de convergencia hacia adelante es retomar los puntos de ese programa, porque de una u otra manera nos interpreta a todos.
Han pasado 20 años, es verdad, las cosas han cambiado, pero lo que nosotros queremos no ha cambiado. Queremos una sociedad más justa, queremos una nueva Constitución, queremos derechos para los trabajadores.
Yo les voy a decir que me he sentido muy emocionado durante el transcurso de este acto, porque creo que no es menor lo que estamos haciendo, ni todo lo que ha costado llegar hasta este momento. Yo decía hablaré con el corazón o con la razón… Los entendidos dicen que hay que hablar con los dos, pero yo agregaría que tenemos que hablar también con el estómago, con la dignidad de la gente, con la solidaridad, porque si por algo estamos luchando para terminar con la exclusión es para lograr una nueva mayoría en el parlamento. Espero que podamos doblar en varios distritos y desde luego en éste, para poder legislar para la mayoría.
Les voy a decir que yo no niego ninguno de los avances que se han producido en este país en estos 21 años, no tengo temor a reconocer cuando las cosas se hacen en beneficio del pueblo. Cómo no voy a reconocer por ejemplo la gran parte de las obras que ha hecho la presidenta Michelle Bachelet, a la que nosotros contribuimos a elegir con nuestros votos en la segunda vuelta.
Cuando uno oye a la gente en las comunas, en los distritos, uno se da cuenta que aprecian a la presidenta por su política social, o por su política internacional, que ha dejado muy bien parado a nuestro país en aspectos que son muy sensibles, y ella ha puesto mucho empeño para terminar con la exclusión.
Pero sabemos que no se ha terminado con la exclusión porque un señor llamado Sebastián Piñera se comprometió a aprobar una reforma al sistema electoral, le mintió al país y a nosotros en nuestra cara, y después cuando llegó la hora de los «quiubo» les ordenó a sus parlamentarios que votaran en contra.
Pero también hay que decir que cuando uno recorre las poblaciones, se da cuenta que hay falencias. Y creo que cuando estamos hablando de terminar con la exclusión tenemos que pensar en esas personas, que creo que son las que tienen que verse beneficiadas en primer lugar. Por ejemplo, a las personas de la tercera edad, que reclaman que se elimine el 7% de salud, y creo que todos los que estamos aquí tenemos que comprometernos con eso, es un clamor. Sé que es difícil, pero nuestro país tiene los recursos para plantearse un cambio como ése. Ellos tienen problemas con el transporte, con la salud en los consultorios, con los remedios; van a pedir hora, los atienden en unos cuantos meses, luego tienen que ir a buscar los remedios y no están. Yo creo que eso hay que escucharlo, por eso digo que hablemos con el corazón y con el estómago.
Otro tema es la delincuencia, que sabemos que está asociada a la falta de trabajo, a la falta de oportunidades para los jóvenes. Las tasas de cesantía son muy altas. Y no digo que sea un problema el Estado, de la Concertación, de este gobierno o del que venga, sino que es un problema de toda la sociedad, porque hasta ahora no hemos podido actuar en conjunto para solucionarlo. Estoy seguro que si tuviéramos una sociedad más participativa, y todos nos pusiéramos de acuerdo, seríamos capaces de solucionar temas tan difíciles como la delincuencia. Si yo les pudiera dar un mensaje desde aquí a todos ustedes sería ése: que nosotros estamos con la disposición de apoyar a la Concertación, de llegar a la convergencia y a los acuerdos necesarios para cumplir estos objetivos, y mucho mejor todavía si lo podemos hacer desde el parlamento.
Agradezco a los presidentes de los partidos de la Concertación, a los dirigentes del Juntos Podemos, agradezco el saludo que a través de su representante mandó Eduardo Frei, y también a nuestro candidato, Jorge Arrate. Y quiero decir que la exclusión va más allá de las elecciones parlamentarias. Ojala que todas aquellas fuerzas que dicen estar por terminar con la exclusión, tengan la madurez suficiente para que en el momento que sea determinante nos pongamos de acuerdo para evitar que la derecha triunfe.
No estamos para pavimentarle el camino a la derecha para que llegue de nuevo al gobierno. Tenemos que meternos eso en la cabeza y trabajar, con nuestras respectivas candidaturas, con la fuerza, con la convicción de que no sólo vamos a mantener el tránsito a la democracia, sino que la vamos a perfeccionar, vamos a terminar con la exclusión, y sabremos darle un triunfo democrático a Chile en diciembre cuando votemos en las elecciones parlamentarias y presidenciales.
Con esta convicción, con este deseo profundo de mi corazón, y con el pensamiento de que estamos logrando un hecho histórico, yo les digo a ustedes, como decía nuestra querida compañera Gladys Marín: ¡unidos, mil veces venceremos!