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Cuando tímidamente se vuelve a hablar de paz

Fuentes: Rebelión

La semana que pasó se volvió a hablar de paz en Colombia. En la ciudad de Barrancabermeja se realizó del 13 al 14 de agosto un Encuentro Nacional Por la Paz donde participaron más 10.000 delegados de organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes. Un Encuentro apoyado por el gobierno regional y todas las fuerzas políticas y […]

La semana que pasó se volvió a hablar de paz en Colombia. En la ciudad de Barrancabermeja se realizó del 13 al 14 de agosto un Encuentro Nacional Por la Paz donde participaron más 10.000 delegados de organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes. Un Encuentro apoyado por el gobierno regional y todas las fuerzas políticas y sociales.

A este Encuentro llegó un saludo en video del máximo Comandante de las FARC, Alfonso Cano, donde reitera su disposición a buscar caminos de diálogo para buscar la paz. Esta declaración de la guerrilla fue respondida por el presidente Santos quien expresó que para poder plantearse nuevos diálogos la guerrilla debía de mostrar gestos concretos como la liberación unilateral de los secuestrados, entre otros. Que mientras tanto la puerta de la paz está cerrada y que él tiene la llave bien guardada en el bolsillo.

Por su lado la activista Piedad Córdoba, en nombre del movimiento «Colombianos y colombianas por la Paz» solicitó a las Farc la liberación de los secuestrados y el fin del secuestro como instrumento de lucha política.

Aunque la mayoría de los analistas consultados por la prensa colombiana se mostraron incrédulos y apáticos lo cierto es que hay ciertos pequeños cambios que es necesario valorar. Reconociendo que los analistas consultados por la prensa se han caracterizado por ser enemigos acérrimos de la solución política al conflicto colombiano.

Tres elementos son importantes:

Uno. El presidente Santos ve posible la posibilidad, con sus condiciones, de dialogar. Contrario a la renuencia total que siempre expresó su antecesor quien siempre decía que con terroristas no se negociaba.

Dos. Si bien las FARC mantienen la generalidad de sus planteamientos para el inicio de diálogos plantean la posibilidad de negociar con Santos. Ellos también habían renunciado a cualquier acercamiento negociador con Uribe Vélez.

Tres. Es la primera vez que «Colombianos y colombianas Por la Paz» le reclaman a las FARC la entrega unilateral de los secuestrados y el fin de esta práctica. Y este movimiento ha gozado de respeto y credibilidad de la guerrilla. Lo tuvo en algún momento del propio Uribe y ahora con Santos las relaciones son cordiales y respetuosas.

Pareciera que nada se ha movido pero hay cambios y estos, por pequeños que sean, alientan a seguir presionando a las partes para intentar abrir la ruta de la paz, que como dijo el Encuentro de Barrancabermeja, es el camino.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.