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Cuba denuncia despliegue militar de EE. UU. en el Caribe como intento de dominación

Fuentes: Rebelión

La Habana califica la movilización de Washington como agresión y advierte que busca reactivar la Doctrina Monroe.

El Gobierno cubano calificó el despliegue militar estadounidense en el sur del Caribe como una “agresiva demostración de fuerza” que amenaza la soberanía y la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos. Así lo expresó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en un comunicado publicado este jueves (28).

El comunicado señala que la medida de la Casa Blanca “ignora el compromiso de los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños de proclamar a la región como Zona de Paz”. Asimismo, califica de “pretexto absurdo y carente de fundamento” las acusaciones que el gobierno de Donald Trump realiza contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien vincula con el narcotráfico.

Las declaraciones de La Habana se producen tras el reciente despliegue militar ordenado por el gobierno de Donald Trump en el sur del mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela. Bajo la supuesta excusa de “combatir el narcotráfico”, se trata de la mayor movilización militar en la región en décadas, que involucra tres buques destructores y alrededor de 4.500 soldados.

Esta acción coincide con las acusaciones de la Casa Blanca contra el presidente Nicolás Maduro, a quien —sin presentar evidencias— señala como líder del “Cártel de los Soles”, organización que el pasado 25 de julio el Departamento de Estado de EE. UU. clasificó como “grupo terrorista internacional”.

A través de un comunicado del Minrex, el gobierno cubano recordó que, incluso en el último informe elaborado por la propia Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) —presentado este año— no se menciona al gobierno venezolano “entre los autores o facilitadores de operaciones de tráfico de drogas”.

La Habana denuncia que Washington recurre nuevamente a la mentira “para justificar la violencia y el despojo”, enmarcando el despliegue militar en un renovado intento de imponer la Doctrina Monroe. Al mismo tiempo, advierte que falacias de este tipo ya fueron utilizadas en el pasado para justificar guerras, citando como ejemplo la invasión a Irak bajo el argumento de las supuestas armas de destrucción masiva, que provocó “la muerte de cientos de miles de ciudadanos y el desplazamiento forzoso de una cifra similar”.

“El mayor mercado de estupefacientes en la región y posiblemente en el mundo”

El pasado 7 de agosto, en medio de la severa crisis que atravesaba el gobierno de Trump por la aparición de fotos que lo vinculaban con el escándalo Epstein, el Departamento de Estado de Estados Unidos —dirigido por el ultraderechista Marco Rubio— anunció que duplicaría la recompensa por “información que conduzca al arresto de Maduro”, elevándola a 50 millones de dólares y acusándolo, sin presentar pruebas, de ser “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.

Frente a las acusaciones contra el gobierno venezolano, La Habana señaló en su comunicado que, citando el Informe Global de Drogas 2025, emitido por la Oficina de Naciones Unidas para el Control de la Droga y el Delito, “Estados Unidos constituye el mayor mercado de estupefacientes en la región y posiblemente en el mundo”.

El comunicado indica que “es un hecho bien conocido” que en Estados Unidos se concentran “las mayores redes de estímulo al consumo, garantía de distribución, facilitación del tráfico, cobro y atesoramiento de las cuantiosas sumas de ganancia”, las cuales además se blanquean en su economía “con relativa impunidad, sin que exista un esfuerzo serio y efectivo del gobierno para impedirlo”.

Asimismo, la isla caribeña afirma que las enormes ganancias derivadas del narcotráfico en Estados Unidos “incitan a la creación y operación de redes de tráfico de drogas en América Latina y el Caribe”, mientras que la industria de armas de ese país —“con sus privilegios descontrolados para la comercialización”— alimenta el poder de fuego de las organizaciones criminales de la región. La Habana advierte que la falta de atención del gobierno estadounidense a las causas internas que generan estos flagelos “sólo agudizará su impacto regional”.

En contraste, Cuba reitera su compromiso con una “lucha honesta y eficaz contra el tráfico ilícito de drogas”, así como con la defensa de la soberanía nacional y la estabilidad de América Latina y el Caribe.

Del mismo modo, el comunicado “denuncia con igual firmeza” la posible pretensión de utilizar los flujos migratorios irregulares para “convertir las aguas del mar Caribe en zona de guerra”, advirtiendo que “nadie con un mínimo de sentido común y de honestidad concibe que la envergadura de los efectivos, la técnica militar, los medios navales, incluyendo submarinos nucleares, y el potencial de fuego” desplegados por Estados Unidos tenga relación con el combate al narcotráfico, el crimen organizado o los flujos migratorios.

La declaración concluye con un llamado a denunciar la “fuerza imperialista”, retomando las palabras del presidente Miguel Díaz-Canel en la reciente cumbre extraordinaria del ALBA-TCP, celebrada el 20 de agosto, donde advirtió que estas maniobras buscan reactivar la Doctrina Monroe y ponen en riesgo la paz regional.

*) Texto originalmente publicado en Brasil de Fato

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.