El cambio empieza a registrarse con fuerza a 14 años de la celebración por primera vez en este país insular caribeño del Día Internacional contra la homofobia y la transfobia, el 17 de mayo de 2007.
A casi tres años de que el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reconociera públicamente estar de acuerdo con el matrimonio entre personas del mismo género, la defensa de los derechos sexuales como derechos humanos se visualiza como parte de la política del Estado a nivel sin precedentes en esta isla del Caribe.
“Yo estoy de acuerdo”, respondió de manera directa el mandatario a la cadena de televisión latinoamericana TeleSur en septiembre de 2018. Ahora, en este mes de mayo, Díaz-Canel sorprendió con dos mensajes en su cuenta Twitter: “Cuba está comprometida con la garantía de #TodosLosDerechosParaTodasLasPersonas” y “donde exista amor hay una familia”.
Los mensajes del también primer secretario del gubernamental Partido Comunista de Cuba (PCC) se acompañaron de declaraciones de otros altos funcionarios de gobierno, la colocación de la bandera multicolor en instalaciones públicas y de una presencia sistemática del tema en los medios de comunicación estatales, tanto de alcance nacional como local.
Para Manuel Vázquez, jurista y subdirector del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), entidad estatal con un recorrido de décadas en la defensa de los derechos de la diversidad sexual y de género, se trata de un mensaje que “está lanzando esta ciudad (la Habana), el país, el Estado y el gobierno, en función de una Cuba inclusiva”.
El cambio empieza a registrarse con fuerza a 14 años de la celebración por primera vez en este país insular caribeño del Día Internacional contra la homofobia y la transfobia, el 17 de mayo de 2007.
En Cuba “los principales avances están vinculados a la visibilidad de las personas LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales), desde una perspectiva de derechos sexuales y humanos”, dijo a IPS la escritora y activista Teresa de Jesús Fernández, coordinadora de la Red Nacional de Mujeres Lesbianas y Bisexuales.
Además de desmontar prejuicios sociales y despatologizar las orientaciones sexuales e identidades de género, “significa estar presentes en espacios públicos, reivindicar derechos, romper brechas de inequidad en una cultura de ideología patriarcal y lesbofóbica”, añadió la líder de la red que está presente en todas las provincias del país.
Fernández y representantes de la Red Transcuba fueron invitados en abril a un intercambio con Teresa Amarelle-Boué, integrante del Consejo de Estado y secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas, organización no gubernamental que impulsa el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres.
Coincidiendo con la celebración desde el 1 y hasta el 30 de mayo de las 14 Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, el Servicio de Orientación Jurídica del Cenesex atendió un caso de discriminación a una pareja de mujeres lesbianas en un espacio público de la oriental ciudad de Santiago de Cuba.
“Aún existe mucha resistencia vinculada a los estigmas, imaginarios y estereotipos que persisten sobre la población LGBTI y que la creación de leyes que garanticen y respalden nuestros derechos ciudadanos y nuestra dignidad humana podrían ayudar a vencer”, reconoció Fernández en un diálogo por WhatsApp.
El hito más importante de la historia reciente se produjo en 2019 cuando entró en vigor la nueva Constitución de la República de Cuba, que prohíbe toda forma de discriminación por orientación sexual e identidad de género, reconoce los derechos sexuales de la población y el derecho de todas las personas a formar una familia.
Cuba eliminó en 1997 la referencia a la homosexualidad como agravante de un delito en el Código Penal. En 2013 el Código del Trabajo prohibió la discriminación por orientación sexual y, en 2017, el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 incluyó como principio la no discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Entre otras conquistas destaca la realización gratuita desde 2007 de cirugías de readecuación genital a las personas trans. Sin embargo, no se ha avanzado en el reconocimiento del derecho de estas personas a cambiar su sexo en el carnet de identidad, sin necesidad de someterse a una cirugía y a un trámite judicial.
Los desafíos de cara a la aprobación de un nuevo Código de las Familias incluyen, además del reconocimiento del matrimonio igualitario, la ampliación a la comunidad LGBTI del derecho de adopción de niñas y niños y del acceso a las técnicas de reproducción humana asistida, un antiguo reclamo de las mujeres lesbianas.
En ese contexto, la celebración desde 2008 de jornadas anuales contra la homofobia y la transfobia en Cuba “ha atraído a defensores de distintas latitudes y marcado la ruta para quienes tenemos interés de una vez por todas de romper los diques que impiden vivir en armonía entre todos los seres humanos”, dijo a IPS la mexicana Gloria Careaga.
Coordinadora de la Fundación Arcoíris por el Respeto a la Diversidad Sexual A.C. de México, Careaga participa en los espacios de debate de las 14 Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, que este año se realizan de manera virtual, por las condiciones impuestas por la pandemia de la covid-19.
Los paneles reúnen a especialistas de diferentes sectores, comunicadores, activistas y líderes religiosos y ecuménicos en el debate de temas como familias diversas, comunicación inclusiva, sexualidades e identidades de género no heteronormativas, derechos sexuales y fundamentalismos religiosos.
Las autoridades religiosas “tienen derecho a la autonomía en la administración de sus asuntos”, pero también “la responsabilidad de garantizar que la religión y la tradición no se utilicen para promover la discriminación de las personas por su orientación sexual e identidad de género”, alertaron expertos de Naciones Unidas el pasado 17 de mayo.
Mientras en Cuba algunas iglesias apelan a sentimientos nacionalistas para defender sus posiciones antiderechos, otras se declaran abiertamente inclusivas y participan en los debates públicos que se suceden sistemáticamente desde la consulta popular que antecedió al referéndum constitucional en 2019.
“Desde nuestra espiritualidad cristiana y ecuménica, nos sumamos a la lucha por el matrimonio igualitario en Cuba y un Código de Familias plural e inclusivo”, afirma el primero de los mensajes de la campaña “+amor, +derechos” del Movimiento Estudiantil Cristiano de Cuba (MEC-C).
La propuesta del Código de las Familias se presentará en julio a la sesión ordinaria del parlamento, anunció el 4 de mayo la diputada Mariela Castro Espín, directora de Cenesex. A partir de ese momento se prevé un proceso de consulta popular, referéndum y el impulso de acciones de sensibilización y educación desde diversos sectores.
“No siempre tendremos todos los consensos, no siempre tenemos unanimidad porque es un asunto que pasa por la ideología, por la percepción del mundo de cada sujeto y va a haber contradicciones antagónicas con determinados sectores o grupos sociales”, reconoció a IPS el periodista y activista gay Francisco Rodríguez Cruz.
Autor del blog Paquito el de Cuba, Rodríguez alerta que las leyes son solo el inicio. “nos toca implementar todas esas garantías y derechos que están ahora protegidos constitucionalmente, conseguir que pasen a ser parte del imaginario popular, de la aceptación, o del respeto de toda la ciudadanía”, remarcó.
Fuente: https://www.ipscuba.net/genero/cuba-promueve-la-inclusion-lgbti-como-politica-de-estado/