Digresión obligada es este artículo a la serie Cuba y su crisis económica (1) (2), por cuanto se trata de un tema que requiere inmediatez.
Días atrás se produjo un intento de bloqueo en Facebook al prestigioso y bien posicionado blog Cuba y la Economía, acto ridículo y cobarde contra lo constructivo y revolucionario; el economista Humberto Herrera Carles, fundador y gestor del blog, apuntó, con fina ironía, que «Los cibercombatientes, a falta de ideas, reportan como ofensivo el sitio ‘Cuba y la economia’. Manera rara de actuar. Actúan como el avestruz. Saludos revolucionarios a todos».
Herrera Carles reclamó y el blog fue desbloqueado; pero al mismo tiempo recibió una notificación, según la cual se estaría tratando de hackear el sitio. Según el economista, fue un típico ataque DDoS.
¿Quiénes serían estos cibercombatientes o mejor apuntar ciberclarias?
Pues algo así como una horda de supuestos defensores de la Revolución; la emprenden en las redes sociales contra cualquiera que no sólo se oponga al proyecto socialista cubano, sino además contra partidarios de ese proyecto que, en un debate promovido por el General de Ejército Raúl Castro desde treinta años atrás, expresen criterios divergentes de lo que se considere el discurso oficial.
Aupados por clandestinos y al parecer poderosos promotores de talante burocrático, los participantes en el acoso se escudan en perfiles falsos en X (antes Twitter) o Facebook y ni en sueños difunden nombres o imágenes que permitan identificarles, para así actuar cual bandoleros enmascarados.
¿Cibercombatientes o ciberclarias?
Cibercombatientes no, sino ciberclarias; salvo excepciones, los primeros son personas honestas en su defensa de Cuba y la Revolución, quienes actúan éticamente en las redes sociales, por lo cual vale excusar a Herrera Carles, quien en lógico enojo pudo haber errado en los términos; cualquiera se indigna ante el intento de echarle abajo en Facebook nueve años de esfuerzos y ya con casi seis mil seguidores en dicha red.
Ciberclarias es distinto: el imbatible ,implacable y con frecuencia sarcástico humor criollo, llama así a quienes en el ciberespacio son, por su actuar no ético y acosador, comparables a las clarias: éste es un pez que fue introducido en las represas cubanas para aumentar la producción de carne de pescado, tras las carencias causadas por la virtual extinción de la otrora poderosa flota pesquera de altura, que en sus momentos de esplendor llegó a las cien mil toneladas de capturas anuales, pero que por sobrexplotación de barcos y tripulaciones, más otros factores, quebró ya a fines de los 80 del siglo pasado, lo cual desembocó en ventas y desguaces de barcos, más la pérdida de una renombrada tradición pesquera de lo alto.
Las alternativas fueron la pesca de plataforma y la acuicultura, nunca al nivel de los «años felices»: en lo segundo la introducción de carpas y tilapias pareció un logro, y en busca de más «llegó la claria» hacia los 2000, «pero el remedio fue peor que la enfermedad«: el tambièn llamado pez gato se expandió de manera incontrolada y provocó «serios estragos en la fauna y vegetación acuática, el equilibrio ecológico y la vida doméstica, porque arrasa con tilapias y ranas y puede introducirse en cuevas subterráneas, alcantarillados y tuberías caseras»;
Hace no mucho, el presidente Díaz-Canel llegó a declarar que «tenemos Ley de Pesca y no tenemos pescado».
Desastre, en fin: éste fue hijo del llamado voluntarismo, modo elegante de nombrar a la improvisación y a la coacción del mismo debate que las clarias del ciberespacio intentan frustrar al día de hoy, para así confirmarse lo de «perro huevero, aunque le quemen el hocico», pero a estas alturas reiterada y dolorosa lección que ¿de verdad se ha aprendido?
No por gusto, el científico hindú M. S . Swaminathan, uno de los padres de la legendaria Revolución Verde, dijo al periodista francés Guy Sormand que «la mejor defensa contra el hambre es la libertad de expresión»; cita actual, porque en Cuba ¿hay o no hambre?
Según el Dr. en Ciencias Económicas Juan Carlos Albizu- Campos, «los ingresos necesarios per cápita para tener una vida digna…son treinta y seis mil pesos cubanos, y si se toma la línea de pobreza que está usando Naciones Unidas en el Reporte de desarrollo humano, que es de 3,1 dólares diarios, eso significaría 95 dólares mensuales mínimo. Si lo multiplicamos por 250 pesos, que es lo que vale el dólar en Cuba, – ya casi 270 – tendríamos un salario mínimo de 23 750 pesos. ¿Qué trabajador estatal gana eso?»
De acuerdo con las cifras oficiales, el último salario medio reportado (2022) fue de 4219; la pensión media para un jubilado sería alrededor de la mitad y muchos ni siquiera 2000, mientras la distribución a precios subsidiados de la llamada canasta básica, hoy, es simbólica y más que insuficiente.
¿Libertad de expresión, hambre en Cuba?
Ciberclarias actuando
Se sabe, se conoce el «método» que las ciberclarias emplean para, por ejemplo, intentar bloquear a un blog como Cuba y la Economía : X y Facebook tienen normas – a veces ridículas pero necesarias – y la violación de las mismas puede ser reportada por cualquiera; la queja es registrada y el sistema actúa a tenor de las reglas; si es procedente según la normativa, o el número de protestas es relevante, sanciona automáticamente, incluso hasta llegar a la expulsión irrevocable, aunque existen vías para reclamar y en este caso alguien atenderá la demanda y quizás se rectifique; por fortuna, tal como ocurrió con Cuba y la Economía.
Así, se lanza una lluvia de reportes o se provoca un sobretráfico DDoS contra el candidato a anulación, y el sistema «hace la tarea», cuyo desenlace tiende a sanción o expulsión irrevocable; a quien escribe le ocurrió en X: expulsión irrevocable e ipsofacto por difundir esta cita de Carlos Marx: «La censura no elimina la lucha entre verdad y falsedad o buena y mala prensa, la hace unilateral, convierte una lucha abierta en una lucha oculta, convierte una lucha de principios en una lucha entre el principio sin poder y el poder sin principios” (3).
Parece disparatado que tal mención hubiera molestado a Elon Musk y sus acólitos o empleados, pero no a quien en una oficina con aire acondicionado se frota las manos mientras dirige los acosos, en tanto se silencian frases tan actuales de Raúl Castro como las siguientes: «Este ha sido en ocasiones el único país del mundo donde no hay discrepancias y discrepancia no es oposición…La mentira hay que perseguirla como al enemigo principal. Igual que al adulón. Téngale más miedo a un adulón que a un agente de la CIA… Hace más de 30 años el Comandante en Jefe al referirse a este tema precisó: ‘Nos casaron con la mentira y nos obligaron a vivir con ella y tal parece que el mundo se hunde cuando oímos la verdad ,como si no valiera la pena que el mundo se hundiera antes de seguir casados con la mentira…’” (2).
¿Por qué el intento de bloqueo o de hackeo contra Cuba y la Economía? Porque es un blog ya referencial para el pensamiento económico criollo, en el cual colaboran o son replicados desde otros medios, economistas -algunos entre los mejores de Cuba – u otros expertos, así como periodistas especializados en Economía, todos en una diversidad al estilo de lo promovido por Raúl Castro; también el blog difunde útiles notas de la prensa cubana sobre la economía criolla. Por supuesto, nada de éso es el gusto de las ciberclarias o de sus ocultos padrinos.
Según las estadísticas ,el sitio, en nueve años de existencia hasta el 2023, acumuló 2 735 499 visitas, de éstas 386 004 en el pasado año y un promedio de 1057 diarias, con un predominio de Cuba y Estados Unidos entre varios países (5) , para así devenir un espacio de difusión y debates que, aún con sus límites, al menos compensa el notorio déficit de opiniones diversas sobre la economía y la sociedad cubanas en medios como Granma, Cubadebate y otros de ese entorno, los cuales, a grosso modo, se limitan a reproducir lo que puede nombrarse como el discurso oficial; por supuesto: para nada tal enunciado es lo único válido; hay disidencias, muchas de firme apuesta por la Patria, la Revolución y el Socialismo, tal cual en su momento Fidel Castro llamó a salvar. Pero ¿están presentes en esos medios?
¿Alguien se atreve a decir que hoy esos valores no están en peligro? ¿Acaso la censura no es prueba al canto, además de un ataque contra lo que tanto Raúl Castro ha promovido desde casi treinta años atrás? ¿Qué defienden las ciberclarias?
¿Cuba y la Economía, hecho aislado ser objeto de un intento de bloqueo o de hackeo ?
El 2023 fue en la otrora llamada Perla de las Antillas campo de batallas públicas entre censores y censurados; ejemplo fue y es el contrapunto entre las autoridades culturales y los cineastas, tras la exhibición televisiva no autorizada del documental La Habana de «Fito»; el intento de linchamiento mediático de Juan Pin Vilar, su director; el renacer de la Asamblea de Cineastas Cubanos, y tal o cual episodio de censura acaecido en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.
Esa controversia habría mostrado el carácter unilateral de la mencionada prensa, por cuanto la misma aún reporta fielmente el lado oficial pero silencia el de los cineastas, obligados por esa circunstancia a recurrir a redes sociales como Facebook, lo cual estaría en contradicción con una ética periodística reconocida en numerosos códigos sobre el particular, si bien en el de los periodistas cubanos no aparece explícito, más un detalle: ¿el público no tiene el derecho a toda la información?
De paso, ese código no sólo se hace obsoleto ante nuevas realidades como la descrita, sino que el mismo prohíbe una publicidad comercial ya autorizada y en acción, se dice que aún con carácter experimental, mientras que medios como Cubadebate la incluyen a más y mejor.
Nada, por supuesto, contra la publicidad, excepto que debió existir desde mucho antes, habida cuenta de que en la ética internacional de los medios de prensa hay normas claras sobre el particular.
En fin, criollas incongruencias… que no hacen perder de vista que los episodios de censura injustificada son oro molido para la prensa opuesta al proyecto socialista.
También, aunque en la esfera pública no hay tanta información, puede presumirse que el XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) no se distinguió por lo que pudiera llamarse apologética vulgar, mientras la aprobada en mayo del 2023 Ley de Comunicación Social va para ocho meses sin haberse publicado en la Gaceta Oficial y por ende aún no está vigente. Se dice que se pretende concluir su Reglamento y publicar al unísono: ¿ocho meses para un Reglamento? ¿Tanta demora en instrumentos jurídicos que son el punto de partida para liquidar injustificadas censuras en el entorno mediático criollo?
«Duda de todo», divisa preferida de Carlos Marx; si en Cuba hay contrapuntos por tales o cuales filmes -se dice que alrededor de 200 no se han exhibido-; la Ley de Comunicación Social no acaba de ser el punto de partida de una íntegra libertad socialista de prensa, más otros asuntillos que deben de «andar por ahí»: no sería descabellado sospechar que el aparentemente aislado intento de tapabocas a Cuba y la Economía pudiera ser parte de algo mayor, porque ¡vaya casualidad!: el dígase anatema coincide con el anuncio gubernamental sobre la implementación de un llamado plan de estabilización macroeconómica, destinado a por lo menos paliar la incuestionable crisis del modelo vigente en la tierra de José Martí, y dado ese trance por factores externos harto conocidos, o por lo que el mismo gobierno llama «errores y distorsiones»; obvio que no del Espíritu Santo, sino de las más altas instancias criollas.
Cabe esperar, y ya está pasando, que en Cuba y la Economía se publiquen ejercicios de economistas, expertos y periodistas cuyas opiniones, aún dentro de la Revolución y la vigente Constitución criolla, no sean coincidentes en todo o en parte con el discurso oficial, por lo cual amerita interrogar: ¿quién o quiénes pretenden imponer un discurso único, al más infeliz y anacrónico estilo totalitario, en un país cuyo acceso a Internet ya abarca al 68% de la población y por tanto ha crecido en forma exponencial el acceso a las corrientes de información, vengan de donde vengan?
Hechos tercos: hay motivos de suspicacia; más cuando lo ocurrido a Cuba y la Economía sugiere la existencia de una amenaza más allá de un hecho puntual, sin perjuicio de lo que para Herrera Carles representa el ataque a su blog -nueve años en Facebook que estuvieron en riesgo de perderse- , y para un país donde esa red es un medio de información importante para los ciudadanos.
Ojalá , en estas luchas cubanas por la libertad de expresión y prensa , no sea Cuba y la Economía un «mártir de la causa».
Rosa Luxemburgo, la comunista más lúcida de la Historia, avisa: «Sin elecciones generales, sin una irrestricta libertad de prensa y de reunión, sin un debate libre, la vida muere en toda institución pública, se convierte en una apariencia de vida, y solo la burocracia permanece como elemento activo. La vida pública se adormece gradualmente, y el Gobierno queda en manos de unas pocas docenas de líderes de partido que poseen una energía inagotable y una experiencia ilimitada. En realidad no dirigen esas docenas de líderes, sino que lo hacen unos cuantos cabecillas, y de vez en cuando se invita a una élite de la clase obrera a las reuniones, para que aplaudan los discursos de los dirigentes y aprueben unánimemente las mociones propuestas. En el fondo, pues, se trata de un asunto de camarillas. Es una dictadura, pero no la dictadura del proletariado, sino la de un puñado de políticos, es decir, una dictadura en el sentido burgués, en el sentido de los jacobinos…»
Cualquier parecido, ¿es coincidencia?
Notas y enlaces:
1-2.- Ver hipervínculos con esos números.
5- https://cubayeconomia.blogspot.com/2024/01/estadisticas-del-blog-2023-bienvenido.html
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