Con una polémica se inició la cumbre organizada por el Frente en el cine Lido. Francisco Esteche, líder de la organización Quebracho de Argentina, fue impedido de entrar al país. «Tenía antecedentes de desórdenes causados en Chile», dijo el ministro del Interior, Belisario Velasco. Durante varias semanas la derecha intentó sin éxito que la cumbre […]
Con una polémica se inició la cumbre organizada por el Frente en el cine Lido. Francisco Esteche, líder de la organización Quebracho de Argentina, fue impedido de entrar al país. «Tenía antecedentes de desórdenes causados en Chile», dijo el ministro del Interior, Belisario Velasco.
Durante varias semanas la derecha intentó sin éxito que la cumbre de movimientos revolucionarios de Latinoamérica, organizada por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, no se realizara en nuestro país.
Finalmente ayer, sin la presencia de Francisco Esteche, líder de la organización Quebracho de Argentina, y con cerca de 800 personas en el cine Lido de la capital, se dio el vamos a la cita. El encuentro seguirá hoy con las ponencias de los distintos grupos y culminará mañana cuando se difundan las resoluciones que emerjan de la discusión.
Durante el discurso de inauguración, Jorge Gálvez, vocero del FPMR, criticó duramente a la Alianza y al ministro del Interior, Belisario Velasco, a quien acusó de utilizar -previo al encuentro- técnicas de espionaje que recodaban su pasado en la subsecretaría del ramo, a inicios de los ´90, cuando tenía a su cargo el organismo de seguridad pública conocida como «La Oficina».
Según Galvez, Velasco habría hecho seguimientos y habría extremado las dificultades para que los activistas de grupos afines al Frente en la región no pudieran ingresar al país, sólo para demostrar el adecuado funcionamiento de los aparatos de seguridad. Y aseguró que en esa línea se entiende la prohibición de que Esteche entrara al país, medida que calificó de política y no jurídica.
Sin embargo, Velasco en horas de la mañana esbozó otra versión. Para el ministro, la prohibición se basó en que el líder trasandino «tenía antecedentes de desórdenes causados en Chile, por los cuáles había sido expulsado».
Lo que sí reconoció el secretario de Estado fue que Investigaciones tenía órdenes de extremar las revisiones en los pasos fronterizos, mientras Carabineros resguardaría la seguridad en las afueras del recinto sede de la cumbre.
«El Gobierno no tiene las atribuciones constitucionales ni legales para prohibir una reunión privada dentro de un teatro también privado, aunque sí tenemos las atribuciones para tomar las medidas correspondientes», indicó.
La versión de Esteche
Esteche, por su parte, declaro a agencia UPI que la comitiva de Quebracho se disponía a ingresar a territorio nacional cuando «nos separan de la fila de Migraciones, nos lleva la gente de Policía Internacional a un lugar que tienen ahí destacado, supongo que para estas cuestiones, y nos notifican que tenemos, por la resolución 6624, firmada por (Michelle) Bachelet y el ministro del Interior de Chile, prohibición de ingreso al territorio chileno».
Ante el impasse, el dirigente ligado al movimiento piquetero pretende que el Estado argentino tome medidas. Por ello adelantó que pediría una reunión con el canciller trasandino, Jorge Taiana, buscando que éste exija explicaciones a La Moneda por negarle el ingreso.
«Por lo menos cuando fue secretario de Derechos Humanos en la provincia de Buenos Aires siempre tuvo la deferencia de recibirnos. Entendemos que ahora también nos va a recibir, y vamos a plantear que el gobierno argentino presente por lo menos un pedido de explicaciones respecto de qué se trata esta arbitraria y discrecional disposición que el gobierno chileno, que obviamente está en su derecho de decidir quien entra o no a su territorio, pero por lo menos una explicación», explicó Esteche.
Según cree, el Gobierno habría cedido a las presiones de la derecha desde que se conoció la realización de esta reunión, sector que incluso pretendió que se declarara ilegal la cumbre, ya que «no tengo ningún tipo de antecedente penal, existen imputaciones en mi país, no procesamientos, que nos pretenden endilgar algunas cuestiones políticas, pero de todas maneras yo puedo salir libremente, de hecho yo ya tenía firmada la visa de salida».
Bajo esa perspectiva, el dirigente cuestionó la calidad democrática en Chile, aunque puntualizó que su diferencia es sólo con el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y en ningún caso con el pueblo chileno. «Lo cual es lamentable viendo la historia personal que tiene la Presidenta de Chile, pero evidentemente las intenciones de la derecha pinochetista eran ilegalizar este encuentro, cosa que no lograron, pero sí lograron que por lo menos una docena de dirigentes políticos latinoamericanos no pudiéramos ingresar a Chile», acusó.