Entre el 3 y 11 de noviembre pasado, el Estado venezolano realizó la operación «Sierra XVII 2005». Se trató de un operativo conjunto entre la Fuerza Armada Nacional (FAN), el ministerio de Interior y Justicia y otros organismos, para la erradicación de plantaciones y laboratorios para el procesamiento de droga, ubicados en la frontera con […]
Entre el 3 y 11 de noviembre pasado, el Estado venezolano realizó la operación «Sierra XVII 2005». Se trató de un operativo conjunto entre la Fuerza Armada Nacional (FAN), el ministerio de Interior y Justicia y otros organismos, para la erradicación de plantaciones y laboratorios para el procesamiento de droga, ubicados en la frontera con Colombia.
En este operativo se erradicaron 110 hectáreas de amapola, 15 hectáreas de marihuana y 80 hectáreas de la planta de coca. Aproximadamente, el gobierno venezolano barrió con unas 269.738 plantas de coca y más de 10 laboratorios para el procesamiento de droga.
Todo esto ocurre como parte de una serie de acciones coordinadas que la fuerza armada de nuestro país viene realizando a lo largo del año, y en las que se han atestado severos golpes a las mafias de la droga. Muy a pesar de los intentos fallidos de Estados Unidos por asegurar que el gobierno bolivariano no combate la siembra, elaboración y tráfico de drogas.
Pero como algunos (caso administración Bush) tienen la costumbre de ver una paja en el ojo ajeno y no la viga del propio, leímos hace un par de semanas, la edición número 62 de la revista colombiana Gatopardo (una publicación que nadie puede tildar de pro-chavista, todo lo contrario), un trabajo periodístico titulado «La Súper Coca», escrito por un periodista estadounidense de nombre Joshua Davis, quien es colaborador, no de «aporrea», no de «rebelión», sino de las revistas «GQ» y «Wired».
El texto, comienza con un sumario que dice: «El periodista estadounidense Joshua Davis (.) deja al descubierto una variedad de coca resistente al glifosato. Tal parece que lo millones y millones de dólares que invierte Estados Unidos en las fumigaciones de la selva colombiana sólo sirven para despoblar de maleza los cultivos de los barones de la droga».
Veamos detalles. ¿Cómo es esto? Pues bien, Davis explica en su trabajo que el «glifosato», un herbicida conocido por su nombre comercial: «Roundup», es el principal ingrediente de «la millonaria campaña de fumigación aérea financiada por los Estados Unidos y que es un punto central en la guerra contra las drogas». Entonces, la denominada coca «Boliviana Negra» resultó una planta resistente a las fumigaciones y por ende el dinero que invierte Estados Unidos en el Plan Colombia, sería casi una gentil contribución al mercado ilegal de la coca.
A ver, el periodista californiano recuerda que «la ayuda de Estados Unidos a Colombia fue de más de 750 millones de dólares el año pasado y ha estado ingresando al país desde 2000, cuando el Congreso aprobó el Plan Colombia.». Entre las informaciones en las que profundiza el reportaje puede leerse que la resistencia de algunas plantas al roundup es algo que se conoce, al menos oficialmente, desde 1996, cuando la no muy bien ponderada empresa Monsanto, «comercializó su patentada soya Roundup Ready, una planta genéticamente modificada que era inmune al glifosato (.) la llegada de la coca Roundup tendría un efecto similar, excepto que en este caso los Estados Unidos estaría matando la maleza para los barones de la coca».
Los representantes de la embajada estadounidense en Colombia fueron abordados por su connacional Davis, sobre la existencia de la «Boliviana Negra» ¿y qué obtuvo? Un ataque de risa. Según las estimaciones de la embajada, las fumigaciones son efectivas en «un 99%».
Pero si todo el mundo en Colombia parece saber de la existencia de la «Boliviana Negra» (también conocida como la millonaria), porqué no se ha cambiado el herbicida, según el periodista Davis: «El verano pasado, según muestran documentos, los oficiales antinarcóticos de la embajada estadounidense en Bogotá sostuvieron una discreta reunión con el presidente Álvaro Uribe y le preguntaron si consideraría cambiarse de «Roundup» a «Fusarium oxisporum», un hongo micoherbicida. Algunas especies de él, según se sabe, atacan la coca.»
El «Fusarium», es un hongo que vive en la tierra, no un químico y Estados Unidos está vendiéndole a Colombia un herbicida que ellos mismos se negaron a utilizar por sus terribles consecuencias en las zonas de aplicación. «Una propuesta para utilizarlo en Florida fue negada en 1999 después que el director del departamento de Protección Ambiental encontrara que era ‘dificil si no imposible, controlar la diseminación del Fusarium». Una diseminación del hongo podría causar enfermedades a cosechas de tomates, pimentón, flores, maíz y hasta viñedos. No obstante, según una carta que la embajada en Colombia envía al Departamento de Estado, el 3 de octubre de 2003, Uribe estaría listo para saber más sobre el hongo.
PLAN COCA-LOMBIA. Toda esa millonada invertida en fumigaciones aéreas y que Estados Unidos exhibe como un gran logro del Plan Colombia, termina siendo una triste bufonada puesta al descubierto por un periodista «gringo», quién se fue a las entrañas de nuestro país vecino para investigar sobre una planta de coca, sobre la que la embajada se ríe porque le parece una fábula de campesino.
Ya, el «Roundup» acaba con las cosechas de banano, de maíz y de otras especies, lo único que resiste es la coca, ¿qué creen ustedes que van a sembrar los campesinos? Y mientras Bush sigue acusando a los gobiernos del mundo como forajidos, como terroristas, ellos parecen haber invertido una suma sustancia de dólares, en limpiar los sembradíos de coca en la selva colombiana.
Fuentes:
– Revista «Gatopardo» N° 62
– Conacuid Venezuela
– Programa Aló Presidente N° 239
– Ministerio de Interior y Justicia de Venezuela
Ernesto J. Navarro es columnista de PORLALIBRE en Venezuela