Seguidor de las ideas de Ernesto Guevara (Che) y Fidel Castro, al doctor Marcos Antonio Sastre Acevedo le unen profundos lazos con África, continente donde cumple misión internacionalista por segunda vez, y desde allí ratifica su compromiso con la vida de los más necesitados.
Graduado hace 21 años y tres lustros como especialista y profesor de Medicina Interna, este médico honra la sangre derramada por uno de sus tíos en la epopeya de Angola (1975-1991) y ve en el internacionalismo la posibilidad de saldar una gran deuda con la humanidad.
El galeno dijo a la Agencia Cubana de Noticias que en el africano Reino de Esuatini, su primera experiencia fuera de Cuba, entre 2010 y 2012, atendió a pacientes con sida y tuberculosis, enfermedades muy frecuentes en esa nación, y constató la importancia de la medicina preventiva y la promoción de salud, prácticas comunes en el archipiélago.
Según Sastre Acevedo, en ese país lejano y casi desconocido, fronterizo con Sudáfrica y Mozambique, todos admiran la grandeza del pueblo cubano y del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro; apenas sabían la ubicación geográfica de Cuba, pero aseguraban que los médicos de Fidel llegaron para salvarlos, acotó.
Tras su regreso a la patria, Marcos Antonio continuó las labores asistenciales en el policlínico de su natal Manatí, municipio de Las Tunas, y ahora aporta a la formación de profesionales de la salud y al enfrentamiento a la COVID-19 en Gambia, otro Estado africano.
La docencia implica un reto permanente porque se trata de una universidad con alto nivel y sistemas de evaluación distintos, además de la buena preparación de los estudiantes, lo que obliga a la constante investigación, la búsqueda de referencias actualizadas y mantener la calidad y rigor científicos, comentó vía WhatsApp.
Asimismo, manifestó las complejidades en el orden asistencial por factores culturales y religiosos del pueblo gambiano, aunque desde el respeto demuestra la validez del método clínico en la detección precoz de algunas patologías y el seguimiento de las personas ingresadas.
En el actual escenario de pandemia, generado por el coronavirus SARS-CoV-2, y como otros colaboradores cubanos de la salud en el orbe, Sastre Acevedo atiende, en la zona roja, a los pacientes infectados con el virus en esa nación africana, cumpliendo las medidas de bioseguridad para evitar el contagio con la enfermedad causante de miles de muertes en 2020.
Del combate a la COVID-19 refirió que resulta complejo, debido a la baja percepción del riesgo entre los gambianos y a la inexistencia de consenso mundial sobre el tratamiento, pero el personal de salud obtiene resultados positivos a partir de la observación y seguimiento permanente a los enfermos, y la rápida identificación de las complicaciones.
Los últimos días cuentan como difíciles para el especialista, porque la permanencia en la primera línea impide la comunicación habitual con sus padres, hermana, hijas y esposa, quienes constituyen su energía para avanzar en cada jornada, siempre con el deseo de verlos y abrazarlos pronto.
Esta familia, orgullosa de la responsabilidad y compromiso de Marcos Antonio Sastre Acevedo con la vida de las personas, valida los valores y principios que él defiende desde cualquier latitud: la solidaridad y el humanismo, porque ellos también integran el bando de los agradecidos a Fidel y a la Revolución cubana.
Beatriz Vaillant Rodríguez. Periodista de la Agencia Cubana de Noticias (ACN)