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De la eutanasia al Estado nazi sólo hay algunas letras de indiferencia

Fuentes: Rebelión

El “cerebro” de Kaiser, que personifica la respuesta chilena a la IA mediante la imbecilidad natural, inventó la reducción de «la carga tributaria para facilitar el emprendimiento y la creación de empleo», junto a la eliminación de la «burocracia innecesaria que frena el ahorro, la inversión y la generación de riqueza».

Lejos de mí la idea de esconder la pelota, pasar catas por loros o contar el cuento del tío, que son especialidades de Michelle. Visto el tema abordado, esta parida debió tener por título Más antiguo que mear contra el muro, o Más viejo que sentarse en el culo.

El liure mercao, el ultraliberalismo, a eso me refiero. Lo venden como la novedad del año pa’ los regalones, y resulta que esa pomada es más vieja que los miriñaques.

No lo digo yo: lo sabía El Mercader de Venecia, personaje de Shakespeare en su obra escrita allá por 1596-1597, hace la friolera de cinco siglos.

El mercader Antonio toma un préstamo de Shylock, y la garantía que ofrece es aceptar que el usurero le corte una tajada de su propia carne si no paga.

William no inventaba nada: pagar en sangre ha sido la regla (sin juego de palabras…) y hoy por hoy sigue siendo muy popular. Mejor aún, hay quién sugiere que la navaja y la motosierra son versiones de la misma técnica, agregando que conviene adoptar nuestra propia versión de la estafa, remozada y puesta al día.

Precísolo, porque desangrar cristianos fue grito y plata desde la llegada de Pedro de Valdivia. Y para que no faltasen cristianos que desangrar, la Iglesia se encargó de convertir a la población autóctona con el viejo y gastado truco del Paraíso y la virgen María. ¡Alabao!

Por ahí El Mercurio, inmerso hasta las gónadas en la campaña del Führer Kaiser, –o del Kaiser Führer que para el caso da lo mismo–, destaca las brillantes ideas del “cerebro económico” del candidato.

“…el coordinador económico de su programa, Víctor Espinosa, había deslizado -al menos- la idea de eliminar el Banco Central, en medio de una explicación más amplia sobre la posibilidad de abrirse a la competencia de monedas dentro del país.”

Entre las monedas que competirían… ¿está la criptomoneda de Milei?

El “cerebro” de Kaiser, que personifica la respuesta chilena a la IA mediante la imbecilidad natural, inventó la reducción de «la carga tributaria para facilitar el emprendimiento y la creación de empleo», junto a la eliminación de la «burocracia innecesaria que frena el ahorro, la inversión y la generación de riqueza». (1)

Un tal Elon Musk reclama derechos de autor, mientras Milei exulta creyendo que se hizo famoso.

El Mercurio pregunta “¿Cuáles son los impuestos que planean reducir o eliminar?”

El “cerebro” del Führer despliega la doxa, en fin, su doxa:

«Existe un amplio consenso en que es necesario reducir los impuestos corporativos, ya que son los que más afectan la inversión y el crecimiento. En solo una década, el aumento de este impuesto, en contra de la tendencia global, le costó a nuestra economía el equivalente a 8 puntos del PIB. Hoy, con una tasa del 27%, Chile se encuentra por encima del promedio de la OCDE (23%). Pero no nos conformamos con igualar el promedio; queremos que Chile sea uno de los países más competitivos a nivel mundial. Por eso, miramos a economías que han logrado éxito con políticas tributarias inteligentes. Estonia, por ejemplo, mantiene una tasa corporativa del 20%, mientras que EEUU, la mayor economía del mundo, busca reducirla al 15%. Eliminaremos impuestos que generan distorsiones y desincentivan el crecimiento. Entre ellos, el impuesto sobre utilidades de capital, que representa una doble tributación injusta, ya que estas ganancias ya están sujetas al impuesto a la renta. También reformaremos el impuesto territorial, que actualmente se calcula en función de tasaciones de mercado volátiles. Proponemos eliminar este impuesto para los adultos mayores y reemplazarlo por un sistema más predecible. También revisaremos el IVA a la construcción».

El ejemplo que reconforta al “cerebro” del Führer es… ¡Estonia!, que en 1997 tenía un PIB muy superior al de hoy, y que muestra en los últimos años significativas bajas de ese mismo PIB: -14,6% en el año 2009, -2,9% en el año 2020, -3,0% en el año 2023…

Una nota de Wikipedia describe el milagro estonio:

“A partir de 2009, el país sufrió una grave crisis económica, y vio su tasa de desempleo subir por encima del 15,2 % en enero 2010. La economía de este pequeño país, muy dependiente en el plano financiero de los bancos suecos, se reveló entonces muy frágil. La crisis financiera de 2008 provocó une debacle en el pequeño país báltico que había creado su propia burbuja inmobiliaria: entre junio 2008 y junio 2009, el PIB cayó en un 15 %, la producción industrial en un 34 %.” (2)

Estonia representa el 0,22% del PIB de la Unión Europea, y un 0,3% de su población. La suya asciende, o más bien desciende (se reduce significativamente cada año…) a 1.315.000 habitantes.

Estonia sufre una sensible pérdida de población desde fines de los años 1990 (-4,9/1000 en 1998 ; -3,8/1000 en 1999), en razón de la emigración de una parte de sus habitantes, pero sobre todo de un índice de fecundidad muy bajo (1,37 hijos por mujer en 2000 y 1,64 en 2010).

En el maravilloso ejemplo del “cerebro” Espinosa la población migra, o bien no desea tener hijos.

La comparación con Chile puede ser más elocuente. El PIB de Estonia representa un 13,30% del PIB chileno, y su población un 6,5% de nuestra propia población. Uno se pregunta porqué el “cerebro” Espinosa no escogió como ejemplo a Andorra…

Los ágiles del Mercurio, inquietos ante el probable destino de las fortunas del riquerío chileno, interrogan al “cerebro” Espinosa sobre la “meritocracia”. La respuesta, hela aquí, tranquilos que no pasa nada…

«Según los datos del SII, el principal patrimonio de las personas en Chile está compuesto por acciones de empresas, muchas de ellas grupos familiares que, en muchos casos, han construido sus negocios desde cero a lo largo de los años. Por tanto, es justo que los fundadores deseen asegurar la continuidad de estos proyectos y que sus herederos se interesen en mantener el patrimonio que las generaciones anteriores han creado. Evidentemente, esta continuidad requiere de meritocracia; quienes tomen las riendas deben estar involucrados activamente en el negocio y contar con las competencias necesarias para llevarlo adelante. Creemos que el capital debe tributar, pero sin convertirse en un obstáculo para la continuidad familiar. En este sentido, consideramos muy razonable el modelo de impuesto a la herencia de Estonia, que asigna el patrimonio a los herederos a costo cero, y tributa solo cuando se genera la venta del mismo. Este enfoque nos parece fundamental para fortalecer las empresas familiares, al igual que en España, donde las empresas familiares compiten en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones». (3)

Como queda dicho, la cháchara del “cerebro” Espinosa es más vieja que sentarse en el culo, y ya provocó un desastre planetario en el año 2008 cuando todo el sistema financiero mundial, entusiasmado con la desregulación, el libre mercado, el ultraliberalismo y el tira p’alante que paga Moya, quebró en todos los sitios y los Estados se vieron en la obligación de realizar emisiones monetarias demenciales para devolverles el negocio.

Los bancos pronunciaron entonces aquella famosa frase que se hizo mítica: ¡Que Dios se lo pague!

Ya en esos años, un responsable político europeo, un social-demócrata conocido por su sabiduría, su prudencia y su gran capacidad para no hacer nada que enfadase al gran capital, explicó cuál era la causa del desastre financiero que hizo temblar al imperio, a la Unión Europea, y a los cinco continentes.

Michel Rocard, que fue Alcalde, diputado, candidato a la presidencia de la República, ministro y Primer Ministro de Francia, fue entrevistado en TV5Monde a propósito de la crisis del 2008:

En la entrevista, un periodista pregunta: “¿Quién es el responsable de este desastre?”

Michel Rocard: “Se llama Milton Friedman, y obtuvo el premio Nobel de Economía en 1976, él produjo una doctrina aterradora en su nocividad, de lo que nadie se dio cuenta. Un hombre seguido por otros trece premios Nobel de Economía…”

Periodista: “Y por Margaret Thatcher y Ronald Reagan…”

Michel Rocard: Ronald Reagan se vio implicado, y como los EEUU son grandes, eso tuvo importancia… Las ideas pueden matar, y no es poca cosa hacer todo un momento basado en las ideas… En una ciencia económica que hasta Keynes, y tal vez sobre todo con Keynes, tenía el desempleo como principal preocupación…

Periodista: “… y la regulación del mercado…”

Michel Rocard: “La regulación del mercado como consecuencia, la preocupación era el vivir bien, el pleno empleo, y el crecimiento. En ese sistema, los monetaristas, ese hombre (Milton Friedman), nos inventa una filosofía que dice, primero, que el mercado es autoequilibrante, y segundo, que cada equilibrio de mercado es óptimo.”

Periodista: “No hay necesidad de regulación…”

Michel Rocard: “No hay necesidad de regulación… Y eso causa placer… Los principales gobiernos que lo adoptaron de inmediato fueron el inglés, el estadounidense, el japonés, y treinta otros… La mayor parte de los grandes gobiernos del planeta adoptaron esa doctrina que se transformó en el corazón de la enseñanza en Economía. Porque el drama es lo que ocurrió con la Economía, como si en Medicina se descubriese que Louis Pasteur estaba equivocado en todo. Y que hoy, para el gobierno griego, para el gobierno francés, hubiese que recibir opiniones de economistas que no sean políticamente correctos, diplomados a la moda antigua, que no estén formados en estos conceptos que en los hechos mostraron ser nulos. La gran responsabilidad reside en que los gobiernos del mundo entero se precipitaron en eso… porque se dijeron: deshagámonos de los impuestos, deshagámonos de los gobiernos y hagamos más lucro pero… eso no funciona. Y ahora estamos obligados de salir mediante una práctica de austeridad, práctica antagónica de lo que decía el sistema, por una intervención pública para salvar a los bancos, lo que ya hicimos en el 2008, y ahora hay que reinventar la coherencia económica. He ahí los responsables…”

Milton Friedman, ese gran irresponsable, el sabio loco que fundó la Escuela de Chicago en Economía, es uno de los ídolos del “cerebro” Espinosa, junto a Ludwig von Mises, otro profeta del Apocalipsis.

Para medir lo que el “cerebro” Espinosa celebra como éxitos, basta con mencionar la deuda pública de dos grandes potencias insertas en las políticas económicas ultraliberales que preconiza el asesor del Führer: EEUU y Francia.

EEUU
La deuda pública de los EEUU pasó la barra de 34 billones de dólares, o sea U$ 34 * 1012
Este monto supera el 120% del PIB yanqui.

Deuda pública acumulada de los EEUU, por una decena de presidentes…

Francia
La deuda pública francesa supera los 3,3 billones de euros, o sea € 3,3 * 1012
Este monto es superior al 114% del PIB galo.

Justo para probar la incoherencia de los ultraliberales precisemos que para entrar en la zona Euro, la los Acuerdos de Maastricht le exigen a cada país tener una deuda pública inferior al 60% de su PIB, un déficit presupuestario inferior al 3% del PIB (el déficit galo es superior al 6%…).

Los EEUU no tienen esa espada de Damocles suspendida sobre sus cabezas: emiten moneda cuando les da la gana, el déficit presupuestario del toca una sin mover la otra, y exportan inflación al mundo entero. Detalle: Chile no goza de ese privilegio insensato.

La eventual llegada del Führer Kaiser a la presidencia de lo que hay de república sería el peor desastre de la historia de Chile, junto con la dictadura de Pinochet.

Prevenido quedas.

(1) https://www.emol.com/noticias/Economia/2025/02/16/1157506/cerebro-economico-kaiser-propuestas.html

(2) https://fr.wikipedia.org/wiki/Économie_de_l%27Estonie