La Revista SEMANA sigue sorprendiendo a los colombianos por sus denuncias sobre la corrupción al interior de las fuerzas militares. No es simplemente la corrupción en violaciones de derechos humanos de los colombianos -ejecuciones extrajudiciales o » falsos positivos «, masacres, desapariciones, torturas, desplazamiento forzoso, etc-, sino también la inocultable corrupción común al interior de […]
La Revista SEMANA sigue sorprendiendo a los colombianos por sus denuncias sobre la corrupción al interior de las fuerzas militares.
No es simplemente la corrupción en violaciones de derechos humanos de los colombianos -ejecuciones extrajudiciales o » falsos positivos «, masacres, desapariciones, torturas, desplazamiento forzoso, etc-, sino también la inocultable corrupción común al interior de las fuerzas militares, institución que despide un olor nauseabundo semejante al congreso colombiano.
En Cambio Total y Anncol hemos denunciado desde hace mucho tiempo ésta enorme e inocultable corrupción mediante artículos muy puntuales, algunos de los cuales nos fueron » desparecidos » del ciberespacio, desaparición que ahora con las » chuzadas » tipo Andrómeda-Buggly encontramos la razón de la desaparición de esos artículos del ciberespacio.
Las » chuzadas »
Dice un general del ejército -que investiga a sus «propios» por las chuzadas de Andrómeda-Buggly- que » Andrómeda fue legal «. Y si era legal, ¿por qué se escondían de sus «propios» militares y de los «civiles» que asistían al restaurante Andr´meda-Buggly? ¿Por qué no se hacían esas «escuchas» en las instituciones militares? ¿Qué escondían de propios y extraños? ¿Acaso no querían que la Fiscalía o alguna ONG «husmeara» en si sitio de trabajo?
«Báilame ese trompo en la uña».
Ahora bien, todos los diarios burgueses atiborran a sus lectores de la palabra » legal » en un intento de sembrar en la mente y cerebro de los colombianos que la central de Inteligencia del ejército Andrómeda era legal, pero hacía cosas ilegales… ¿Entonces?
La cosa es tan grave que el presidente Santos le pide al procurador que investigue hasta las últimas consecuencias. ¿A quién creen que engañan? El Procurador -troglodita, confesional y militarista- jamás condaría un acto de tal naturaleza. Por el contrario, el absolvería -y absolverá- a los militares implicados y si acaso condena a alguien será a los pobres tontos que frentearon la cosa. De suboficiales para abajo. De coroneles para arriba la cosa seguirá como hasta ahora… impunidad total.
Y de tal gravedad es el caso de Andrómeda que incluso los propios militares -queriendo quitarse la caca de la cara- «separan» de sus cargos a algunos tenientes coroneles y coroneles. ¿Y los generales responsables? No nos vayan a hacer creer que no hay generales inmersos en el saboteo del proceso de Paz de La Habana.
Tenemos que repetir por enésima vez. Unas fuerzas militares que necesita » chuzar » a sus conciudadanos son unas fuerzas militares dictatoriales. Un gobierno que no puede confiar en sus conciudadanos es un gobierno dictatorial. Y ello es innegable.
La «conexión oculta» entre Uribhitler y la corrupción militar
Evidentemente que la corrupción al interior de las fuerzas militares ha sido constante en la historia colombiana, mas ello ha adquirido connotaciones dramáticas desde el gobierno del narco-paramilitar hoy ex presidente Uribhitler.
Desde el gobierno del narco-paramilitar ex presidente Uribhitler para acá hemos visto espantados -y lo hemos denunciado- las noticias diarias de militares inmersos en los más variados delitos. Delitos comunes. Delitos de narcotráfico. Y ni se diga de las violaciones de derechos humanos. Se va entendiendo la maraña tejida por el narco-paramilitar ex presidente con los narcotraficantes y narco-paramilitares. Hasta un primo de Pablo Escobar fungía como » asesor presidencial «, en la cara de todo el mundo, ante la mirada complaciente de los diarios burgueses colombianos y las autoridades estadounidenses.
Es de tal aberrancia la corrupción que al general Castro de la Policia le incautaron un cargamento de cocaína en México, dizque un cargamento » controlado «. ¿Controlado por quién? ¿Por la DEA? ¿Por la CIA? ¿Por el FBI? Nunca han explicado por qué a un general colombiano le «premian» permitiéndole contrabandear un cargamento de cocaína -409 kilos del alacaloide-, incentivando la corrupción al interior de las fuerzas militares. ¿O es que es » legal » enviar cocaína a Estados Unidos con permiso de su gobierno? ¿No se configura allí un delito contra las leyes estadounidenses? ¿O es que esas Agencias están por encima de la ley de su país (ni se diga de las colombianas)?
Terrorismo de Estado en aprietos
El Terrorismo de Estado de la DSN, doctrina que guía el accionar de las fuerzas militares por orden del imperio estadounidense, debe ser borrado del mapa del accionar de las fuerzas militares. Lo hemos propuesto y en ello estamos en sintonía con las FARC-EP.
Los casos de los generales Santoyo por su narcotráfico, de Castro y sus 409 kilos de cocaina » controlada » ; los casos de violaciones de derechos humanos por parte de Rito Alejo del Río y el general Montoya, y algotros casos, son apenas el iceberg que alcanzamos a vislumbrar. La corrupción al interior de las fuerzas militares es de tal magnitud que hasta el presidente JMSantos está horrorizado, asustado.
Es hora de borrar esa Doctrina del Terrorismo de Estado de la SN de los cerebros de las fuerzas militares y dotarlas de una Doctrina Bolivariana, que tenga como prelación la defensa de las fronteras patrias y que defienda a sus connaconales de injerencias nefastas extranjeras. Como bien dijera el Libertador Simón Bolívar : » Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno. Es defensor de su libertad «.