1. ¿Cómo es que llegaste a ser un activista por la justicia social? ¿A qué edad y cómo empezaste? ¿De dónde eres, en términos de geografía y clase social? (Cuéntanos sobre tus padres) Bueno, nací en un núcleo familiar y social que se movía entre el centro de la injusticia, la discriminación social y de […]
1. ¿Cómo es que llegaste a ser un activista por la justicia social? ¿A qué edad y cómo empezaste? ¿De dónde eres, en términos de geografía y clase social? (Cuéntanos sobre tus padres)
Bueno, nací en un núcleo familiar y social que se movía entre el centro de la injusticia, la discriminación social y de clase. Soy hijo de Sebastián Toro, un viejo minero y trabajador de los canales que murió cansado y enfermo en tiempos de la dictadura; no pude asistir a su entierro pues yo vivía un exilio activo y estaba sin papeles.
Mi madre, Rosa Ramírez, admirable trabajadora del hogar, analfabeta y visionaria, autodidacta en la crianza de un montón de hij@s, mis herman@s, también murió en tiempos de la dictadura con mucho dolor y pena. Tampoco pude asistir a su entierro y funeral por las mismas razones, asistió mi hija Rosita.
Soy oriundo de la Mina Cocinera, en la ciudad de Ovalle, en el Norte Chico, en la vieja Provincia de Coquimbo, del Chile de Gabriela Mistral, Salvador Allende y Miguel Enríquez, una larga franja de tierra geográfica decorada por la cordillera de los Andes y el mar desde Arica a Magallanes.
Así es que desde chico, me divido entre el trabajo de mi padre minero y mi amor por la playa y ‘la Casa de Piedra’, un pueblito con un par de docenas de habitantes cerca del mar, pescador y/o buzo. En los tiempos de altas marea me repartía en los trabajos agrícolas por el valle y las subidas y bajadas a las minas de hierro del Tofo, el Romeral y Juan Soldado, todos minerales explotados por compañías extranjeras, como la Anglo Company. Podría decir que nací en la lucha social y en la lucha por la vida, sólo tuve la suerte de estudiar muy poco, sólo cursé la segunda primaria, así que mi roce con el trabajo duro es desde muy niño; me vinculo con la lucha social, la lucha de clase, la explotación, la unión sindical y con el quehacer político de los trabajadores.
A los 17 años ya había avanzado en muchos conocimientos que había adquirido de mis padres y de Mama Rosa, de sus amigos, camaradas de trabajo y del sindicato. Siempre acompañé a mi padre a reuniones sindicales, huelgas y protestas, viví y observé el clandestinaje de los obreros y luchadores sociales en los tiempos del régimen del presidente Gabriel González Videla, un presidente de La Serena, que traicionó a los comunistas y que estableció una ley llamada ‘La Ley Maldita’ o ‘Ley de Defensa de la Democracia’ y que consistió en una represión y violación de los derechos sociales, sindicales y humanos de los años 50 en adelante.
Aquí es que se inicia mi militancia en la Juventud Socialista, en el PS, el Partido de Salvador Allende.
En 1962 hago mi servicio militar en el extremo norte de Chile (Arica), en el Regimiento de Infantería Número 4; fue un año de entrenamiento y aprendizaje sobre el arte de las armas y de la guerra en un ejército al que ya conocía como el brazo armado de los patrones, los ricos y explotadores, fue un año muy beneficioso para mi desarrollo.
Apenas termina mi servicio me vuelvo dónde mis padres, que vivían en La Compañía Alta, al otro lado del rió que separa a La Serena y las dos compañías. Rápidamente me retorno al norte, a Iquique, y me reintegro a la Juventud Socialista. Trabajo en las industria del pescado, Leperva. Soy activo en el sindicato, me convierto en un dirigente de base y como miembro de la juventud socialista, en 1963, soy nominado delegado a un Congreso Nacional de la Juventud a realizarse en Santiago, a partir de ese momento me quedo a vivir en la capital. Experimenté en las industrias textil y metalúrgica y en el mineral de Las Condes. Por mi activismo comprometido con los trabajadores terminé como un cesante eterno (desempleado), así que al final fui un cargador de la Vega Central (mercado), una de las pocas formas y lugar en que pude ganarme la vida para subsistir.
Transcurría la década de los años 60s, pasaban muchas cosas en el mundo: triunfaba la revolución cubana, avanzaba la guerra de Vietnam y, en América Latina, las guerrillas y el tableteo de metralletas golpeaban los oídos receptivos de los revolucionarios y pueblos del continente. Así es que Salvador Allende es derrotado electoralmente en 1964 y triunfa en Chile la ‘Revolución en Libertad’, una propuesta de la Alianza Para el Progreso empujada por los EE.UU., ejecutada por los Demócrata Cristianos chilenos, unos eternos lambe botas de los Estados Unidos.
En esta situación, Chile cae en una crisis social y política, el PS sufre un fraccionamiento; termino abandonando este partido y me vinculo a diferentes tendencias y organizaciones revolucionarias admiradoras y solidarias con las causa de la Revolución Cubana y Vietnamita. Así es que en 1965 participo junto al doctor Miguel Enríquez y al obrero Clotario Bletsen en la Fundación del MIR. Esta organización se proponía en Chile llevar cabo una revolución social, construir un poder popular y avanzar hacia la revolución socialista, estableciendo un gobierno obrero, campesino y popular, cuya lucha suponía que esta sería una guerra de clases y el enfrentamiento sería inevitablemente armado. Por lo tanto, había que prepararse para lo que se preveía.
El MIR hizo historia, se enraizó en el pueblo campesino y mapuche, en los pobres del campo y la ciudad, en las poblaciones y barrios pobres, en las escuelas y universidades. Cuando ocurre el triunfo electoral de Salvador Allende en 1970, el MIR no formó parte de la Unidad Popular, pero apoyó al Presidente Salvador Allende en todas sus iniciativas que favorecieran a los trabajadores y nos acercaran al socialismo. Nuestras diferencias estaban marcadas por nuestros dos programas, estrategias y propuestas diferentes; la vía pacífica hacia el socialismo versus el programa de la revolución socialista ininterrumpida, armada en el poder popular y un ejército del pueblo pobre y marginado.
Vaya aquí una de las tesis y análisis del MIR: el gobierno demócrata-cristiano (período presidencial de 1964 – 1970) despertó grandes esperanzas en amplios sectores populares. Entre 1966 y 1967 se vio favorecido por el aumento de los precios de las exportaciones en el mercado mundial, por un importante flujo de préstamos e inversiones norteamericanas y por un crecimiento de los sectores industriales. Tanto los trabajadores como la pequeña burguesía entraron en un período de calma. Parecía que la Democracia Cristiana inauguraba una nueva época y estaba llamada a reinar por muchos años. Era la época de la Alianza Para el Progreso, táctica del imperialismo para frenar los ímpetus de revolución y rebelión popular en todo el continente.
La izquierda entró en una etapa de repliegue y desconcierto, resurgiendo las contradicciones entre las opciones estratégicas. El Partido Comunista, en su XII Congreso de 1965, reafirmó la estrategia de la vía pacífica, definiendo la movilización legal y electoral de masas como el elemento central de ella. En la primera fase del gobierno democratacristiano este partido adoptó una política de apoyo crítico que ahondó la confusión en la izquierda. El PS, en su Congreso de 1965, descartó la vía electoral como estrategia para alcanzar el poder, rescató la legitimidad e inevitabilidad de la violencia revolucionaria, advirtió sobre el carácter limitado de las formas pacíficas y legales de lucha y propugnó la unidad de los trabajadores para llevar a cabo la revolución socialista. Sin embargo, estos postulados
revolucionarios no se tradujeron en una práctica.
Fue en este contexto político que surgió el MIR, cuyo congreso de fundación se realizó en Santiago el 15 de agosto de 1965. El MIR se formó a partir de la fusión de varias tendencias, entre ellas las pequeñas organizaciones revolucionarias: la Vanguardia Revolucionaria Marxista (VRM) y el Partido Socialista Popular (PSP). Estas organizaciones, a su vez, se habían constituido mediante la convergencia de diversos grupos escindidos del Partido Socialista y del Partido Comunista (de origen trotskista, pro-chinos o influidos por la revolución cubana), de militantes sindicales radicalizados, anarquistas y de cristianos revolucionarios. Entre ellos estaba el grupo de jóvenes militantes socialistas que, conducidos por Miguel Enríquez, se habían marginado en 1964 del PS para integrarse al VRM.
Pero más allá del origen de sus componentes, la fundación del MIR expresó el resurgimiento de una corriente revolucionaria después de tres décadas de imperio absoluto de las políticas reformistas en el movimiento popular chileno. Y para que el movimiento revolucionario se revitalizara en Chile fue necesario que se dieran condiciones sociales y políticas profundas que empujaban a ello: en la década de los 60s maduró en nuestro país la crisis del sistema de dominación, hegemonizado por la burguesía industrial dependiente, coincidiendo ello con el inicio histórico de la crisis del neoliberalismo norteamericano en América Latina. Son estos procesos los que cuestionan la vigencia de un orden económico, social y político institucionalizado del cual la izquierda tradicional era parte funcional y los que empujan a sectores de esos partidos de izquierda a superar concepciones políticas obsoletas que se habían transformado en un factor obstruccionista de la lucha revolucionaria. El conservatismo de los partidos populares y el arraigo hondo de las concepciones reformistas impidieron la renovación de esos partidos y forzaron, dialécticamente, el surgimiento de un nuevo movimiento revolucionario que rompió radicalmente con las concepciones programáticas y estratégicas que inspiraron a la izquierda por décadas.
El partido se concibió como una organización política independiente. En lo nacional, no se planteó en lo inmediato la constitución de ningún frente político. En lo internacional, rescató su autonomía para resolver su propia política nacional, manifestó su disposición a establecer relaciones fraternales con los partidos revolucionarios de todo el mundo, y llamó a ‘formar un movimiento unificado de los grupos y partidos revolucionarios de América Latina, con el fin de coordinar y acelerar el proceso revolucionario continental’. Una iniciativa posterior fue la de crear la JCR-Cono Sur, integrada por los Tupamaros de Uruguay, el ELN de Bolivia, PRT-ERP de Argentina y nuestro MIR de Miguel Enríquez.
Todo esto sólo a modo de un recuerdo del planteamiento original del MIR, que tantas luchas y batallas dio posteriormente, en el periodo prerrevolucionario y en el gobierno del Presidente Salvador Allende, durante los largos años de la dictadura militar y ahora en la concertación democristiana y socialdemócrata de los nuevos administradores del capitalismo criollo, del imperialismo y del capitalismo financiero mundial.
2. ¿Que paso contigo y tu trabajo cuando la CIA y Pinochet tomaban control de tu país?
El 11 de septiembre de 1973, la CIA y los EE.UU., con el acuerdo de la clase dominante chilena, terminaron con los sueños de la vía pacífica hacia el socialismo de la UP y Salvador Allende. Un golpe militar encabezado por Pinochet y las fuerzas armadas significó, a su vez, la derrota de todas nuestras propuestas de revolución y cambios revolucionarios, incluida la del MIR. Vivimos desde ese momento una sangrienta contrarrevolución que puso a Chile en jaque. Una nueva formación económica y social, una nueva Constitución Política del Estado, nuevos valores (los del imperio y del naciente neoliberalismo), acompañadas de una estrategia de contrainsurgencia y exterminio de todos los sectores sociales que expresaran ideales socialistas miristas, guevaristas, comunistas entra en vigor. Esto nos llevó a una profunda clandestinidad dadas la persecución salvaje con torturas, el desempleo, los asesinatos impunes, el terrorismo de estado, los desaparecidos, los campos de concentración al estilo nazi, los centros de tortura clandestino y los servicios de represión secreta como la DINA-CNI(las gestapos a la chilena). En fin, se establece en Chile una dictadura militar del gran capital monopólico y financiero proimperialista, asesorada por los Chicago boys y la Escuela Militar de las Américas.
Los resultados son dramáticos y salvajes. Resumidamente: 17 años de pinochetismos que hasta nuestros días son como 34, ya que lo que hoy experimentamos en el Chile de la presidenta Bachelet son el mismo neoliberalismo económico, la misma constitución política de 1980 que heredamos de Pinochet, las mismas FFAA, el mismo sistema de justicia, el mismo sistema electoral binominal (con cargos denominados), el mismo sistema de represión (para muestra un botón: la represión y encarcelamiento hoy del pueblo y nación mapuche). Para rematar, la mayoría de los crímenes de Pinochet están aún en la impunidad y los criminales se pasean por las calles del país, sin castigo ni justicia. El mismo Pinochet se murió y nunca fue procesado por sus crímenes, terrorismo y robos. Las actuales FFAA de Chile son un nido de pinochetistas, torturadores y asesinos de las ex DINA-CNI, los servicios secretos de la dictadura del pinochetismo y del Estado.
Yo viví la clandestinidad y posteriormente la cárcel, la tortura más salvaje en diferentes centros de tortura y campos de concentración (Ritoque, Academia de Guerra de la Fuerza Aérea, Tres y Cuatro Álamos, Villa Grimaldi, La DINA y SIFA.). Posteriormente, fui expulsado desde un campo de concentración, poniéndome en un avión, con un papel que no era ni salvo conducto ni pasaporte ‘válido sólo para salir del país’.
Este exilio, que se prolonga hasta nuestros días, ha sido un martirio: andar arrancando de un país a otro, de los escuadrones de la muerte de Pinochet que comandaba la siniestra DINA-CNI, y que en el exterior asesinaron al ex comandante en jefe del propio ejército, el general progresista Carlos Prat y a su esposa; con un bombazo en las calles de Bueno Aires, el asesinato terrorista-bombazo de Orlando Letelier y a una ciudadana norteamericana a pocas cuadras de la Casa Blanca en Washington; el atentado al ex presidente del senado Bernardo Leytón y su esposa, en Italia; los secuestros y asesinatos de la Operación Cóndor de Edgardo Enríquez y Jorge Fuentes en Argentina y Paraguay; el lanzamiento de los 119 jóvenes luchadores del MIR a las playas de Brasil, Uruguay y Argentina. Escapando a estas condiciones de represión es que llegamos aquí, a EEUU, en condición de indocumentados, de lo que tiene mucho que decirse, responderse y explicarse con base en todo lo que le ocurrió al pueblo de Chile.
3. ¿Cómo es que llegaste vivir y trabajar en el Bronx?
En 1984 vine a ayudar en la solidaridad en contra de la dictadura y tratando de ponerme a resguardo de la persecución que sufría a manos de los servicios secretos de la dictadura de Pinochet, de la DINA-CNI, que buscaba asesinarme por donde me encontrara. Yo formaba parte de una lista de quienes serían liquidados en el exterior, recorrí buena parte de los EE.UU., pasé por el Bronx, así como por los barrios de Chicago y Los Ángeles, Washington y Denver, San Francisco y Texas. El Bronx me impactó por sus similitudes con los barrios y pueblos del Tercer Mundo; casi no podía creer en todos los extremos sociales que aquí se notaban a flor de tierra, a la luz del día y por la noche.
Un barrio con las mayores tasas de deserción escolar, jóvenes en ‘pandillas’; con problemas de drogadicción y SIDA; desempleo y violencia descontrolada, de todos contra todos, en particular la violencia contra las mujeres y las ‘minorías’. La brutalidad policíaca y la discriminación racial se veían como en los tiempos de la esclavitud, como si nada hubiera cambiado. Por ello, me vine aquí, tenía que aprender y aportar lo mió, mis conocimientos como obrero, como organizador social y político. Eran los tiempos en que todos los muros y los socialismos reales se venían a abajo, pero era un buen lugar geográfico para capear la represión pinochetista, solidarizarme con el pueblo en lucha en Chile y trabajar junto al pueblo pobre y marginado del sur del Bronx, un batallar por nuestras utopías, ahora llevándose a cabo por todos los rincones del mundo otra vez.
4. ¿En que consiste el trabajo del Bronx?
Por ahí, por Saint Ann’s y la 140 St., había una iglesia con unos curas progresista; un teatro de avanzada, el Teatro Pregones; grupos de puertorriqueños independentistas; y en su entorno se movía todo un complejo movimiento social, sin brújulas. Ideamos la propuesta de ‘La Peña’, se la propusimos a los curas y nos dieron el ‘vamos’ y en el sótano de la iglesia empezamos a juntar a poetas, cantores de yardas y de los que cantaban en los trenes, parques y calles. Empezamos con una variedad de eventos marcados en sus inicios por la cultura folklórica-indigenista y muy luego nos convertimos en una Peña multicultural, luego multirracial y multiétnica, rápidamente nos dimos cuenta del terreno que estábamos pisando.
Estas Peñas empiezan a darse por doquier, ampliamos nuestros quehaceres a lo social, además de lo cultural, elaboramos una plataforma de lucha comunal, y así la Peña se convirtió en un movimiento muy complejo, amplio y representativo de los ‘quereres’ y ‘sentires’ de los más pobres y marginados del barrio.
Así es que en nuestra lucha se amplió y se incorporó la problemática de la salud, la educación, la inmigración, la juventud, la discriminación, el desempleo y la brutalidad policíaca. Cada ‘frente’ funcionaba como un taller y o comisiones que encausaban luchas de cada sector y las propugnábamos a través de la Peña: actos, ferias, festivales, marchas, protestas y asambleas. Nos constituimos en una de las pocas organizaciones autónomas, independiente del estado, del gobierno, a todo los niveles. La idea era y es construir una nueva manera de hacer política, una nueva forma de organización de base, de PODER POPULAR, comunitario y territorial.
5. ¿Nos puedes contar un poco de tu familia, por favor?
Bueno, conocí a mi compañera Nieves desde lejitos, en uno de los campos de concentración de la dictadura, en Tres Álamos, pero nuestra amistad se profundizó después, en el amargo y repugnante exilio de los primeros años. Este encuentro fue lo mejor que me pudo pasar, después vino Rosita y en un recorrido de altos y bajos, propios de la vida y la lucha por la vida, nuestros tres amores son inseparables. Nadie más que ellas podrían comprender mis andares, riesgos y entrega total a esta lucha por mis herman@s de clases, por los pobres y marginados de la tierra. Todo este grupo familiar, social y revolucionario a su manera y cada uno por su lado, tiene mucho amor para regalar, pues sin amor por las causas no se pueden ganar ni una sola victoria, ni éstas ser fructíferas y felices.
6. ¿Cuál ha sido tu relación con el Centro Montefiore y la Escuela de Medicina Albert Einstein?
Definitivamente, los Centros de Montefiore en el Bronx son una bendición por los servicios que entregan a la comunidad en cuanto a salud, atención, remedios y saneamiento. Nosotros, todos los veranos llevamos a cabo las ‘Ferias de Salud’ por las calles del sur del Bronx y siempre hemos contado con el apoyo y la participación, con orientaciones, atención y educación de doctores y alumnos de medicina, una especie de contribución única para nuestra comunidad y el Montefiore siempre ha dicho ‘presente’. Ésta es una misión de la Peña que cada vez se amplia más, porque es mucho lo que se podría hacer en este frente tan importante como lo es la salud.
Diariamente nos encontramos con vecin@s que se caen de enfermos y los remitimos a cualquiera de los centros de Montefiore, dónde son atendidos sin mayores problemas. La comunidad les está muy agradecida; yo lo puedo palpar por mi relación diaria con la gente por las calles y lugares donde brego.
Respecto a los encuentros, cátedras y exposiciones, hemos tenido en la Escuela de Medicina ‘Albert Einstein’ un gran apoyo. Las clases con doctores y estudiantes para mí han constituido un honor el poder exponer los quereres y pensares de nuestros pueblos y nuestra lucha; creo que han sido actividades de gran provecho para tod@s (alumnos, doctores, maestros y para mí como activista comunitario). Siempre habrá un oído receptivo que comprenderá que su servicio y aprendizaje deberían estar con el mundo social y con los más necesitados; han sido unas iniciativas que se deberían multiplicar a todo nivel de la sociedad y así podríamos tener miles de doctores como Miguel Enríquez y Ernesto (Che) Guevara.
Respecto a mi salud en medio de tantos quehaceres, hasta se me olvidan los dolores y quejas. Recalco que cuando salí de uno de los centros de tortura, después de estar meses sin consumir comidas ni líquidos; de sufrir las más horribles torturas, como colgamientos, corriente eléctrica por todo el cuerpo, golpes de todo tipo, simulacros de fusilamientos; de estar casi un año en condición de desaparecido, esposado y con los ojos vendados; cuando salí de esa realidad inhumana para pasar a un campo de concentración dónde estaría en libre plática y mis familiares me podrían visitar, pues no podía caminar ni afirmarme solo; estaba flaco, en los huesos; definitivamente soy un sobreviviente resurgido de las tumbas de la dictadura de Pinochet.
Por supuesto, siempre he cargado con las secuelas de las torturas; con una columna que parece acordeón, que se estira y encoge con dolores; consecuencias que cargaremos hasta el último día de nuestra misión por este mundo. La ayuda de ustedes para mí ha sido algo grande, tal vez que sin vuestra ayuda, como muchos de mis camaradas y amig@s que pasaron por los campos de concentración y centros de tortura, estaríamos todos muertos.
7. ¿Cuál es la situación actual de los inmigrantes en los Estados Unidos?
La inmigración es uno de los fenómenos más mal tratados por los viejos inmigrantes de este país, por los legisladores y el sistema. La inmigración no es más que el chivo expiatorio de los políticos y corrupción de la dominación multinacional e imperialista de este país. Los halcones de la Casa Blanca, cercados por sus errores en la guerra de Irak y las consecuencias y terrorismo internacional que han producido, utilizan la situación de los inmigrantes para su agitación política encubridora de sus fracaso en la política nacional e internacional, ante lo cual los dos partidos del país se comportan, a la hora de las horas, como un solo frente.
Asistimos en pleno siglo XXI a un estado de discriminación y racismo; esto es una vergüenza para los ciudadanos de este país, que tienen las autoridades que ellos eligen.
Sobre la inmigración y seguridad nacional.
A pesar que las leyes obligan a que los proveedores de cuidados a la salud dispongan de servicios de asistencia de idiomas para pacientes del LEP (inglés limitado), 75% de hospitales en la ciudad de Nueva York no proveen accesos consistentes ni significativos en puntos claves en el proceso de otorgamiento de servicios de salud.
El sector informal, caracterizado por trabajar en condiciones de explotación y por carecer de protección laboral, está compuesto predominantemente por gente de color, de cada cinco inmigrantes, uno es indocumentado en la ciudad de NY y, por lo tanto, debe trabajar en el sector informal. Noventa y cinco por ciento de los trabajadores domésticos son personas de color, 99% nacieron en el extranjero y 93% son mujeres.
Esta descripción tiene similitudes con la situación de la vivienda, la aplicación de justicia, la violencia doméstica y el welfare, el sistema de bienestar del niño, derecho a voto, etc.
A nivel nacional, la situación en todos estos aspectos es dramática, y es lo que estamos heredando de la contrarrevolución de Bush, que en cuanto a la legislación sobre temas sociales políticos, económicos e inmigración ha mostrado incapacidad y fracaso. Para muestra un botón: son la pasadas elecciones dónde el pueblo norteamericano votó contra la guerra y por una legislación favorable a los inmigrantes, los demócratas logran las dos cámaras del Congreso y se continúa aprobando presupuesto para la guerra y negando una legislación por una amnistía incondicional para los más de 12 millones de inmigrantes, de los cuáles yo soy uno. Así que saquen sus cuentas: un desastre e inconsecuencia política de los dos grandes partidos de este país. Más aun, las diversas propuestas de leyes que se debatieron en el Congreso, se parecían más a leyes sobre seguridad nacional y antiterrorismo, que a leyes sobre la inmigración trabajadora. Son 300 millones de estadounidenses los más afectados y que debieran preocuparse de estas propuestas de ley. Cuando se busca construir un muro con dinero de los contribuyentes, limitar derechos humanos y civiles, derogar conquistas de la carta magna y derechos sagrados para la democracia de este país, logradas con sangre desde la guerra civil y la lucha de Martin Luther King, Malcom X y Rosa Parks, algo anda mal. Por ello, es que nosotros, las nuevas inmigraciones, somos sólo un chivo expiatorio, en medio de la crisis que amenaza a toda la sociedad norteamericana.
8. ¿Cuál es la situación actual del gobierno de Chile?
Chile pasó de una dictadura militar que se impuso a sangre y fuego, a una dictadura parlamentaria que deriva sus quehaceres a través de las elecciones y un sistema institucional que Pinochet dejó muy bien amarrado. Todos los gobiernos de la concertación han administrado el estado y el poder de acuerdo a lo establecido por la gran burguesía capitalista y financiera, el neoliberalismo proimperialista de los Chicago boys y la economía social de mercado. La constitución política del estado, establecida por la dictadura de Pinochet en 1980, es la que aún rige hoy en Chile, con parches por detrás y por delante, pero pinochetista al fin y al cabo. Las FFAA no han sufrido un solo cambio y son un nido de pinochetistas, torturadores y criminales de los servicios secretos del dictador de la DINA-CNI. El sistema de justicia, educación, vivienda y laboral, la municipalización pinochetista es lo que predomina en el país de la concertación y la dictadura parlamentaria.
Por ello es que hay un pueblo en lucha, una resistencia y un accionar revolucionario de la juventud, de los pobres y marginados desde el mismo 1973.
El pueblo de Chile no ha dicho su última palabra; lo estaremos sabiendo con el transcurrir del tiempo. Asistimos a la heroica lucha del pueblo nación mapuche, recientemente a la revolución pingüino de la juventud estudiantil, los mineros, pescadores y trabajadores forestales, el otro Chile de los deudores habitacionales y de las mujeres triplemente discriminadas y maltratadas, el Chile silenciado y oprimido por 34 años empieza a ponerse en pie. Estará en pie, la historia así lo demuestra; aunque pasen 100 años, la lucha continúa, desde la masacre de la Escuela Santa María de Iquique, en 1907. Hoy, en el 2008, la lucha obrera y campesina, mapuche y pobladora, vanguardizada por la juventud rebelde y revolucionaria. CONTINÚA y continuara.
9. A ti te han torturado, pero pareces tener una resistencia tremenda. Eres un hombre claro y con energía aún, parece que Pinochet no pudo quebrar tu espíritu. ¿Qué motiva tu espíritu? ¿Porqué sigues en la lucha, y cómo?
Herman@s, cuando las convicciones y los ideales son de verdad y vienen de un hijo de la clase obrera, no hay nada que pueda contra ellas, mi lucha por la justicia y la igualdad va hasta el final, hasta la victoria siempre; aunque nos quedemos por el camino, otr@s la continuarán. Hay que asumir la causa del pueblo y de los pobres, sin pedir nada y entregándolo todo, vivir la lucha junto a los que están llamados por la historia a hacer los cambios y ser la clase dirigente de la revolución, la clase obrera y los pobres del campo y la ciudad.
10. Recientemente, te arrestó la migra. Te pusieron en la ropa de los torturados en Abu Ghraib. ¿Nos puedes contar qué pasó en esta experiencia, los detalles y las implicaciones para tu vida y la vida de cualquier inmigrante?
El 6 de julio del 2007, cuando viajaba de California a Nueva York en un tren de Amtrak, cuando ya pasamos la ciudad de Búfalo, en una de las paradas del tren, se metió al tren la migra, con perros, produciendo gran alarma y provocando desconcierto en los pasajeros anglos, pidiendo papeles a todo el mundo y dirigiéndose con prepotencia hacia los pasajeros con características hispanas y o de otras latitudes del mundo. Entre ellos venía yo, que he vivido casi 25 años en este país. Sin muchas preguntas fui esposado y bajado a tirones del tren, esposado junto a tod@s l@s otr@s y llevado a las oficinas de la migra, ahí en la región, posteriormente a la cárcel de Cayuga, dónde fui desnudado y obligado a vestir el traje de preso de color naranja, que es el mismo que el mundo vio con presos torturados y amarrados en Guantánamo y Abu Gharib. Esto estremeció todas las fibras y vibras de mi cuerpo, me trajo de inmediato a las sesiones de tortura y maltratos que viví en Chile, en los centros de tortura y campos de concentración del pinochetismo; fue horroroso, ni hablar, y el sólo pensar y ver las fotos de los presos de Guantánamo convertidos en animales por la autoridades de este país, esto no tiene nombre; salvajismo puro, falta de humanidad total.
No es fácil salir de esta situación otra vez, no se lo deseo a nadie; más vale la pena morir antes de caer en una cárcel de los EE.UU. El año 2008 tiene que ser un año de grandes batallas de los inmigrantes; deben desarrollar un amplio movimiento de protesta y de bases por la amnistía general para tod@s los inmigrantes, realizando el 1º de mayo del 2008 una protesta nacional de todos los trabajadores por la amnistía contra las redadas y por un fin a las deportaciones. En este año los bushistas se tienen que ir a casa, la guerra en Irak tiene que parar y la revolución en América Latina se tiene que poner a la orden del día, y ello ocurrirá con o sin vosotros; si tenemos el honor y el privilegio de estar en esta hora de la lucha y en este lugar, bienvenido sea; si no es así, lo estaremos desde el lugar en que nos encontremos, en esta lucha a muerte en contra del imperialismo no hay fronteras.
11. Para muchos de nosotro, la manera en que has vivido tu vida es una inspiración, que nos eleva, que nos motiva. ¿Puedes aconsejarnos sobre cómo otras personas pueden lograr tu espíritu de lucha y así vivir mejor nuestras vidas?
Es muy importante sentirnos propietarios de la sabiduría ancestral de nuestros antepasados, de los primeros que poblaron el globo terráqueo y que en el transitar de los tiempos dejaron huellas y ejemplos para rescatar. Asumamos con humildad y dignidad, con valentía y desde donde quiera que estemos, esta responsabilidad. Vivamos en especial desde el grupo familiar y comportémonos a la altura de los nuevos desafíos para asegurar la libertad e igualdad de tod@s los seres humanos; nadie es más que otros. Todos los que llegamos nos iremos como llegamos, lo único que nos llevaremos será un puñado de tierra; sí pues, esto los egoístas y los multimillonarios lo tienen que saber; ellos y nosotros no nos llevaremos más que un puñado de tierra.
Es por ello que en vida nadie nos puede poner la bota encima; estudiando e interpretando los cambios diarios del acontecer social y político podremos aportar ideas, organización y, en colectivos, cambiar lo que nos está negado. Si, lo que corresponde para que aquello cambie, lo que hay que hacer es una revolución, sublevarse, Jesucristo fue el primero en predicar con el ejemplo y el Che le siguió; nosotros sólo somos sus discípulos.
Siempre esta lucha será de lo simple a lo complejo, será de generaciones. Tras generaciones las transiciones mundiales de un estado a otro muestran que cuando se lucha con la verdad y por la justicia social, algún día la humanidad será libre de los Halcones, de la contaminación mundial, la opresión y las desigualdades, por lo cual continúo soñando y como legado le dejo a la juventud una gran misión y tarea: seguir luchando por el socialismo de los iguales y sin Estado, ni pobres ni ricos, ni explotados ni explotadores, el socialismo de las asambleas populares y del poder popular.
¡Y lo digo muy en serio y como un desafió a la comodidad y vividores muertos!
Agradezco mucho por dejarme decir y vivir, por escucharme y aceptarme críticamente, de manera constructiva y educativa; lo demás es una ganancia ad-hoc.