Señores: Ejército de Liberación Nacional. Quito, Ecuador Asunto: Solicitud de acogida en sus procesos de paz La presente es en representación de la población social privada de la libertad en las cárceles del país, con el fin de solicitar a ustedes nos acojan en sus procesos de negociación con el gobierno . Esta solicitud […]
Señores: Ejército de Liberación Nacional. Quito, Ecuador
Asunto: Solicitud de acogida en sus procesos de paz
La presente es en representación de la población social privada de la libertad en las cárceles del país, con el fin de solicitar a ustedes nos acojan en sus procesos de negociación con el gobierno .
Esta solicitud la hacemos ya que a diferencia de ustedes nosotros no tenemos un grupo de voceros o líderes que nos representen ante el gobierno y entidades de derechos humanos.
Nosotros también tenemos la intención y el deseo que nos abran un espacio este proceso pues la situación carcelaria del país está muy complicada, por factores como hacinamiento en muchas cárceles y déficit de programas para resocialización a los internos, lo cual hace que las personas desafortunadamente se degraden o pierdan su rumbo en estos lugares .
Esta solicitud la hacemos también sabiendo que estamos próximos a la visita del Santo Papa a nuestro país y se encuentra en curso la negociación de su grupo con el gobierno, para ver de qué manera logramos una rebaja de pena ya que en diferentes ocasiones han existido procesos de paz y reconciliación con grupos de diferente índole como fue con: M19, Paramilitares, EPL, FARC y en este caso con ustedes, tratando de luchar por un derecho a la igualdad, a la justicia, a la equidad, necesitamos que ustedes hablen por nosotros, ya que también somos víctimas no organizadas del Estado y hemos tenido que sufrir lo mismo que sus compañeros de lucha del (ELN) recluidos en las mismas cárceles con nosotros, los cuales han apoyado el envío de esta carta ya que este infierno no lo podemos soportar más y queremos subrayar que acá no nos estamos resocializando, esto parece más una escuela para el crimen y un campo de concentración nazi .
Es claro que, aunque estamos privados de la libertad seguimos siendo colombianos y queremos vincularnos a estos beneficios que se puedan dar para rebaja de pena, pues este conflicto que estamos soportando ya lleva más de 50 años y las oportunidades que nos ha brindado el país son nulas, contamos con ustedes, con su doctrina y contamos con la igualdad que ustedes tanto han defendido , por tanto, hacemos llegar esta petición a la mesa de trabajo del ELN como representante de nosotros los presos.
Agradecemos su colaboración, Dios y Colombia se lo agradecerán siempre, adjuntamos algunas firmas de las muchas personas sociales y compañeros del ELN privadas de la libertad, las cuales están dando apoyo incondicional al proceso de paz.
Asociación Familiares Presos Colombia, ASOFAMIPREC,
Familiares, Hijos, Esposas, Hermanos y allegados de los presos en Colombia;
de Presos de Máxima Seguridad ERON Picota y
otros colectivos.
Anexan más de 570 firmas, en apoyo de las medidas de rebaja de penas sustancial.
Su suerte es nuestra suerte
Delegación de Diálogo del ELN
Quito, agosto de 2017
Señores/as
Presos firmantes de la carta del 5 de julio
Asociación Familiares Presos Colombia, ASOFAMIPREC, Familiares, Hijos, Esposas, Hermanos y allegados de los presos en Colombia / diferentes cárceles y colectivos.
Reciban un respetuoso y fraterno saludo de la Delegación de Diálogo del Ejército de Liberación Nacional, desde Quito – Ecuador, donde nos encontramos buscando avances en la perspectiva de una solución política al conflicto, que desde hace más de medio siglo padecemos en nuestro país.
Nos ha conmocionado e interpelado su carta del mes pasado, a la que se anexan más de quinientas setenta firmas. En ella nos exponen la situación que conocemos relativa al hacinamiento, a lo que la cárcel supone en Colombia, donde las estructuras de poder son indolentes, en las que el ser humano no cuenta, donde la colectividad y la solidaridad son mancilladas. Nos piden contribuir a la vocería por sus derechos, para que se impulsen reformas y medidas efectivas que puedan ayudar a lo que ciertamente hemos llamado en esta Mesa como Alivio Humanitario.
Pensamos que debe haber también Alivio Judicial, y en general un vuelco en esas instituciones eminentemente represivas. La paz para Colombia debe pasar también por los establecimientos penitenciarios, para que la segregación, la exclusión, el abandono, no sigan sembrando condiciones que llevan a una sociedad fragmentada, en la que todavía desgraciadamente muchos piensan que castigando a los seres humanos se superan las causas objetivas del delito. No miran el hambre, la miseria, la falta de oportunidades.
Nosotros el día 2 de julio de 2017, tres días antes de su mensaje, planteamos de cara al país y el mundo que el cese bilateral que buscamos con el gobierno Santos, «consiste en la no realización de acciones ofensivas entre las dos Partes, lo que se acompañaría con hacer alivios humanitarios, que rebajen intensidad al conflicto y beneficien a la población; para lo cual exigimos que el régimen cese», (…) «El hacinamiento infrahumano de la población carcelaria, con medidas efectivas de alivio humanitario».
En marzo de este año el propio Ministro de Justicia Enrique Gil reconoció que las cárceles en Colombia son tan dramáticas como los campos de concentración y que «No es lo mismo quien por primera vez se roba una bicicleta y paga 12 años de cárcel, al que es un genocida o un violador constante de derechos humanos, o un corrupto. No hay que olvidar que la mayoría de sindicados están detenidos por delitos menores. Las cárceles deberían ser para aquellos que realmente son un peligro para la sociedad».
Estamos ante importantes declaraciones que esperamos no queden en la retórica o la intención, y esperamos que efectivamente en el contexto del cese al fuego temporal y bilateral que se está buscando, en parte motivados por la visita del Papa Francisco, se produzca la renuncia de aquellas prácticas sistemáticas que violan el derecho internacional, y que el Estado colombiano se comprometa a medidas irreversibles, de alivio humanitario y judicial.
Tengan la seguridad que su suerte es nuestra suerte; que su dolor es nuestro; que no somos indiferentes ni indolentes, pues hombres y mujeres del ELN comparten su mismo espacio y condiciones, habiendo vivido incluso la tortura, los tratos crueles, inhumanos y degradantes que las instituciones aplican directamente, con intención u omitiendo sus deberes de cuidado.
Haremos lo que esté a nuestro alcance para contribuir a esa representación de intereses de los presos sociales; es parte de nuestro mandato y frente a ello emprenderemos diversas iniciativas.
Reciban de la comandancia del ELN y de esta Delegación de diálogo un abrazo y nuestra fuerza para resistir y continuar la lucha por una vida colectiva con justicia y dignidad.
Delegación de Diálogo del ELN