Cuando los ejércitos de Hitler, Mussolini y el general Francisco Franco conquistaron en 1939 Barcelona, último reducto republicano en la guerra de 1936-1939, numerosos intelectuales marcharon a México, entre ellos Adolfo Sánchez Vázquez. Nacido en Algeciras, en 1915, el autor de Estética y marxismo se unió así a la pléyade que engrosaron Victoria Kent, Max […]
Cuando los ejércitos de Hitler, Mussolini y el general Francisco Franco conquistaron en 1939 Barcelona, último reducto republicano en la guerra de 1936-1939, numerosos intelectuales marcharon a México, entre ellos Adolfo Sánchez Vázquez.
Nacido en Algeciras, en 1915, el autor de Estética y marxismo se unió así a la pléyade que engrosaron Victoria Kent, Max Aub y el periodista Luis Suárez, entre otros muchos.
Vázquez había estudiado en Madrid y después en la Universidad Naiconal Autónoma de México donde se doctoró en 1966.
Llegado a la filosofía a través de la práctica literaria, se interesó prontamente por el marxismo, pero un marxismo abierto, renovador, crítico.
Dentro de este amplio espectro, trabajó sobre todo las cuestiones éticas y estéticas, pero la ética en Vázquez no debe confundirse con un código de normas (el es antinormativo) sino verse como un hecho real en el que confluyen los elementos ideológicos.
Rechaza el teoricismo de Althusser, el utopismo y el aventurerismo. Su marxismo es, en suma, un proyecto consciente para transformar al mundo y también el conocimiento.
En la XIV Feria Internacional del Libro, que se lleva a cabo del 3 al 13 de febrero en La Habana, para después extenderse progresivamente a todo el país, este pensador es uno de los platos fuertes de los eventos teóricos.
Adolfo Sánchez Vázquez cuenta con más de 25 libros publicados, entre ellos joyas como Etica (1969), Estética y marxismo (1970), Ciencia y revolución (1978), Filosofía y circunstancias (1997) y Recuerdos y reflexiones del exilio (1997).
-Algunos detractores del marxismo afirman que este necesitaba un poco de la llamada filosofía de la vida, como Schopenhauer, Kiekergard, Bergson y otros…
-Qué más filosofía de la vida que la defensa del hombre y la sociedad.
-¿Qué piensa del actual mundo unipolar?
-Prefiero la bipolaridad a la unipolaridad del fascismo norteamericano, reñido con las ideas de emancipación de los pueblos y las personas.
-¿Qué piensa del marxismo después de 1989 y 1991?
-Hay que reivindicarlo, reivindicar la idea del socialismo porque el derrumbe del socialismo real trajo consigo el descrédito de la doctrina.
-¿Por qué piensa que cayeron los países del llamado socialismo real?
-Por la mala interpretación del marxismo. Es bueno rescatarlo porque es la única doctrina que puede resolver los problemas del hombre.
-¿Qué significó para usted la Revolución Cubana?
-De no haber sido por ella no habría hecho yo la revisión crítica del marxismo que me he propuesto.
-?Incidieron otros factores en su labor de reivindicación filósofica de la teoría marxista?
-Si. Por ejemplo, el discurso de Kruschov en el XX Congreso del Partido Comunista de la extinta Unión Soviética y los sucesos de Checoslovaquia en 1968.
-¿Cómo reformaría el marxismo?
-La evolución de las cosas debe ir hacia un marxismo abierto.
-¿Por qué detesta el capitalismo?
-Porque no solo explota al proletariado sino a clases más amplias y amenaza a la humanidad en el plano ecológico.
Ninguna sociedad puede trazarse un esquema de desarrollo en el que primen por sobre todas las cosas el afán de lucro, el consumo y la ganancia.
En tiempos de Marx se defendía al proletariado y con ello a la humanidad entera; ahora el marxismo debe abarcar otras clases que también son explotadas por el capitalismo.
En esta etapa el socialismo salvaría a la humanidad, por eso Rosa Luxemburgo dijo: Socialismo o barbarie.
-?Qué sugeriría a los nuevos comunistas?
-Que sean conscientes de que el socialismo no es inevitable, como declaraba la antigua ortodoxia, ni tampoco el capitalismo.
-¿A qué atribuye, pese a todo, la persistencia del socialismo como alternativa?
-A que el capitalismo no es viable. La doctrina socialista surge de la necesidad de transformar al mundo y para ello depende de la conciencia y de la acción de los hombres.
En su tesis sobre Feuerbach, Marx tenía como prioridad número uno transformar al mundo y esa necesidad persiste hoy, por lo tanto necesitamos de la doctrina, la teoría y el pensamiento.
-¿El pensamiento español tuvo una gran figura marxista?
-No. Yo tuve un profesor que se llamaba Julián Besteiro que se decía socialista y era muy reaccionario. Sin embargo, en México conocí a un gran pensador marxista: Eli de Gortari.
América Latina dio grandes pensadores marxistas como el peruano Mariátegui y el cubano Julio Antonio Mella. Con su obra Siete ensayos sobre la realidad peruana, Mariátegui ofrece un cuerpo de ideas admirable.
-¿Qué elementos debe contener el marxismo que necesita el mundo?
-Que sea vivo, dinámico y que trate de conjugar los tres aspectos suyos, esenciales en él: el marxismo como crítica, proyecto de transformación del mundo y conocimiento.